Uno de los mayores problemas que enfrenta la conducción autónoma parcial que ofrecen algunos autos de última generación, está en el desconocimiento de los usuarios respecto a las regulaciones que rigen para esta tecnología, aunque también hay una dosis grande de irresponsabilidad en la actitud de quitar las manos del volante por más tiempo del permitido, incluso sabiendo del riesgo que se está asumiendo con ese comportamiento.
El sueño de los fabricantes es ofrecer autos que no requieran ser conducidos, en los que no sólo se suelte el volante sino que también se pueda retirar la atención en el camino. Pero eso es algo que por ahora no es posible, y al día de hoy únicamente Honda en Japón y Mercedes-Benz en Alemania y Nevada (EE.UU.) tienen autorización para que ciertos modelos en determinadas circunstancias y rutas, permitan que quien ocupa el asiento del conductor, pueda desligarse parcialmente de la tarea de utilizar los mandos de un automóvil.
Parece que Ford ha dado un paso en esa misma dirección para sumarse al fabricante japonés y al alemán, ya que el Mustang Mach-E, el primer vehículo 100% eléctrico de la marca, acaba de recibir la aprobación para que su sistema BlueCruise de conducción autónoma parcial pueda ser puesto al servicio de los usuarios en Inglaterra.
Curiosamente, pudiendo definir esta tecnología como una asistencia a la conducción de Nivel 3, Ford dice que es un Nivel 2 superior, que permite a los conductores retirar legalmente las manos del volante mientras el automóvil controla la dirección y la velocidad en ciertas secciones de rutas previamente mapeadas. Ford lo define como un sistema de no intervención, lo que significa que el conductor aún debe prestar atención a la situación que lo rodea y estar listo para recuperar el control total del vehículo.
Esta homologación del BlueCruise, por lo tanto, no estará disponible para cualquier camino, sino sólo para lo que Ford denomina como “zonas azules”, y que están conformadas por algo más de 3.500 kilómetros autopistas de Inglaterra, Escocia y Gales. Para un funcionamiento optimizado a las necesidades de la propia compañía y de los entes reguladores del tránsito, el sistema funciona utilizando una combinación de radares y cámaras para controlar las marcas y señales viales, y para detectar y rastrear la posición y velocidad de otros vehículos en la ruta.
El control de crucero adaptativo del automóvil y los sistemas de asistencia de carril se utilizan para colocar el automóvil correctamente y mantener una distancia segura con los otros vehículos, manteniendo la velocidad dentro de los límites de cada zona.
El sistema de conducción autónoma que permite retirar las manos del volante, se puede utilizar con un límite de velocidad máxima. En el caso del Mustang Mach-E, ese límite es 130 km/h, lo que duplica la velocidad permitida con el Honda Legend en Japón y los Mercedes-Benz EQS y Clase S en Alemania y Estados Unidos. Ford asegura que su sistema funciona perfectamente, incluso cuando deba ser con marcas de carriles con la pintura desgastada o afectadas por mal tiempo u obras viales.
Sin embargo, al existir una necesidad de mantener la atención del conductor a las circunstancias del tránsito, el sistema utiliza una cámara infrarroja orientada hacia su cara, que está alojada debajo del cuadro de instrumentos, y con la cual se pueden verificar la posición de los ojos y de la cabeza del conductor. Cuando se detecta que no está prestando atención, BlueCruise utiliza una variedad de advertencias visuales y sonoras como primer recurso de intervención, luego del cual comienza a reducir la velocidad automáticamente del automóvil si detecta que el conductor continúa haciendo caso omiso de esas alertas.
Esta tecnología llega al Reino Unido luego de haber efectuado más de un millón de kilómetros de pruebas, además de la garantía que ofrece la experiencia de unos 193.000 vehículos Ford y Lincoln que ya lo utilizan en EE.UU. y Canadá. En Inglaterra, los usuarios que quieran utilizarlo, podrán suscribirse por un precio equivalente a unos 20 euros por mes. El sistema viene cargado en los Mustang Mach-E modelo 2023, y Ford ha informado que desarrollarán una actualización inalámbrica para que los propietarios de vehículos 2022 también lo puedan instalar en sus automóviles.
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