Así como se vendieron más cruceros y yates de lujo, la pandemia también disparó una fiebre de la vida al aire libre que ha sorprendido a propios y extraños. Las razones se encuentran en las fobias del encierro prolongado, y en la necesidad de conectar con la naturaleza de un modo distinto, más intenso y más agreste.
La otra cara de la misma situación, es que con la crisis sanitaria de 2020, muchos proyectos y desarrollos quedaron en pausa, y lamentablemente unos cuantos no volvieron a reanudar la marcha cuando las cosas se normalizaron. Por suerte para los creadores de esta particular casa rodante llamada Romotow T8, el covid-19 fue solo un freno para su innovadora creación, que ya empieza a comercializarse en Nueva Zelanda, su país de origen.
Generalmente, cuando se intenta ganar espacio en un motorhome o una casa rodante de remolque, se utiliza el conocido recurso de superficies desplegables, que generalmente a lo ancho, amplían la superficie cubierta en determinados compartimentos, como el living o el dormitorio. Parte de la problemática de estos sistemas extensibles está en el interior, donde los muebles deben tener determinada disposición para que cerrar y abrir no genere trastornos.
La idea de hacer una casa rodante que funcione con el mismo principio de los cortaplumas suizos o de los pendrives rotativos que se despliegan girando desde el interior de una carcasa metálica exterior, nació de un diseñador de interiores y arquitecto llamado Matt Wilke, y de un ingeniero civil de nombre Stuart Winterbourn. Y es verdaderamente una genialidad del diseño industrial, porque la casa rodante Romotow T8, en sus 9,3 metros de largo, consigue generar 29 m2 de superficie habitable, donde pueden alojarse hasta seis personas.
Al momento de trasladarse a remolque de un vehículo, requiere buena potencia para arrastrar los 3.400 kg de su peso, pero una vez estacionada en el lugar, con solo presionar un botón, unas patas se extienden desde la parte inferior para nivelarla de acuerdo al terreno, y el movimiento de pivote comienza a continuación hasta lograr el despliegue mayor de 90°, es decir que convierte la superficie en una “T”. Si por alguna razón, se quiere detener esa rotación antes de quedar perpendicular, esto también se puede hacer, logrando un ángulo oblicuo que reduce parcialmente la sección abierta de la casa rodante.
Una vez desplegada, la Romotow 8 tiene una terraza techada en la que se pueden colocar algunas sillas y mesas como si se tratara de un elegante deck para estar al aire libre pero protegidos del sol. El revestimiento es una imitación de madera muy fina y en la curva del extremo opuesto al punto de rotación, cuenta con una mesada y una parrilla eléctrica. En la otra punta de esa terraza cubierta, está la sección principal de la casa rodante compuesta de un cuerpo único dividido interiormente en dos compartimentos bien definidos.
De un lado hay una cocina con una mesa y bancos laterales que se pueden convertir en camas individuales. Esta sección tiene ventanas panorámicas curvas que dan una sensación de amplitud mayor a la normal, con doble circulación, ya que se puede ingresar tanto del lado de la terraza como del lado exterior. La cocina tiene todo el equipamiento necesario para un campamento completo y sin privaciones, incluso con la opción de una hornalla a gas o eléctrica según la elección del comprador.
Los compradores pueden elegir entre una mesa para 4 personas y la cama doble estándar preparada por la noche desde los bancos, o un comedor para 6 personas y dos camas altas adicionales.
En el medio, coincidiendo con el punto de pivote, está el baño, también completo con ducha, aunque no con bañadera por una cuestión de espacio. Finalmente, el dormitorio está en el otro extremo de ese módulo, con una cama de dos plazas y buenos espacios para guardar la ropa además de un televisor empotrado en ese mismo mueble. Las ventanas en este sector de la casa rodante son circulares, con vidrios corredizos en ambas, lo que asegura la circulación de aire.
Para alimentar los artefactos eléctricos y la propia iluminación, el Romotow T8 tiene una serie de paneles solares que cargan una batería con capacidad nominal de 200 amperios hora. La producción la hará la empresa especializada en caravanas ACM Motorhomes, que tiene sus oficinas centrales en Aukland, pero su precio no es tan accesible a los bolsillos comunes, ya que para poder tener una de estas innovadoras casas rodantes, hay que tener disponibilidad de unos UDS 268.000. La producción comenzará en la próxima primavera neocelandesa, aunque con un depósito de UDS 6.300 ya se puede iniciar la fabricación.
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