Muchas personas esperan este fin de semana de Pascuas para una última “escapada” a algún destino relativamente cercano. Viajes de más de 600 o 700 kilómetros no son tan frecuentes porque hay poco tiempo para descansar si se pierden dos días en la ruta, aunque no faltan los casos de aquellos que eligen usar las noches o las madrugadas para estar en las rutas y ganar horas diurnas.
En verano, con los feriados de carnaval o las mismas fiestas de Navidad, esa es una opción válida para quienes se sienten seguros conduciendo sin luz solar, pero en esta época del año, entrando al otoño, el consejo sería exactamente el contrario. Con sólo mirar el pronóstico, en buena parte de la Pampa húmeda argentina existe una previsión de niebla.
Lo primero que hay que decir de este fenómeno climático, es que es previsible, por lo tanto, no debería tomar por sorpresa a nadie. Sin embargo, aun cuando no esté pronosticada como una condición atmosférica constante, la niebla también aparece ocasionalmente y sin previo aviso, en determinadas zonas bajas de las rutas, y con una densidad muy alta, de modo que lo ideal es intentar que ello no ocurra, y para eso, nada mejor que salir a la ruta más tarde.
Pero si la decisión está tomada y se elige viajar apenas comienza la luz natural, es muy importante tener conciencia del peligro que puede aparecer si se da esa situación.
Luces de niebla
La primera indicación está en las luces del automóvil. Todos los autos relativamente modernos tienen luz de niebla tanto trasera como delantera. Encenderlas es la primera contribución a un tránsito más seguro. Lo que nunca se debe hacer es utilizar las balizas o luces intermitentes como modo de ser visto.
Es un error muy común encontrar vehículos circulando a baja velocidad con las balizas encendidas, y lejos de hacer lo correcto, lo único que están haciendo esos conductores es poner en mayor peligro a todos, porque esa señalización se debe usar para indicar que un auto está detenido. Si las personas usan balizas para circular lentamente con niebla, están poniéndose en igualdad de condiciones que un auto que está parado, entonces no hace falta explicar lo que puede ocurrir si esa es la condición y los demás creen que está avanzando.
Señalización de niebla
Hay dos señales de tránsito que deben poner en estado de atención a un automovilista en el camino. La primera es el cartel que indica que una zona es proclive a tener niebla en determinadas épocas del año. La segunda señalización no está en un cartel, sino pintada en el piso, aunque suele tener apoyo de cartelería adicional explicativa.
Se trata de una indicación física en el asfalto que consta de dos “V” invertidas separadas por una determinada distancia entre sí. Si bien debería ser algo que todos conocen desde el día en que obtuvieron la licencia de conducir, hay una gran cantidad de automovilistas que saben de su existencia pero no conocen el comportamiento que se debe asumir al verlas.
Si cuando se transita por una ruta con niebla se pueden ver ambas “V” invertidas simultáneamente, la velocidad debe ser de 60 km/h como máximo. Pero si al aparecer la primera “V”, no se puede ver la segunda al mismo tiempo, la velocidad debe reducirse a 40 km/h cómo máximo. Esto es vital, porque lamentablemente, todavía hay muchos vehículos con muy mala iluminación trasera y muchos conductores irresponsables que, aun pudiendo hacerlo, no encienden las luces de niebla en sus autos.
Precauciones fundamentales
Aun circulando con niebla a la velocidad correcta, es muy importante tener en cuenta otras circunstancias que pueden aparecer y se deben resolver con mucha conciencia.
Una de ellas es encontrar un vehículo de gran porte a menor velocidad de la que se puede circular, por ejemplo a 30 km/h en una zona en la que se puede ir a 60 km/h. La impaciencia es mala consejera. Intentar pasarlo implica subir la velocidad a más de esos 60km/h con otro agravante mayor aún, el de estar en la mano contraria, de frente al tránsito que va en la dirección opuesta, y sin escapatoria alguna. Lo que hay que hacer es quedarse atrás hasta que se haya disipado la niebla completamente.
La otra precaución está en mirar constantemente el comportamiento de otros automovilistas, porque aunque uno tenga paciencia, no todos están dispuestos a ir muchos kilómetros a tan baja velocidad. La situación que puede presentarse es la de tener una fila de autos detrás y que un conductor decida salir de esa fila y empezar a pasar a todos de a uno por vez, asumiendo el peligro de encontrarse con otro vehículo de frente repentinamente. Para esos casos, es muy importante estar atentos y eventualmente dejar más distancia con el auto que nos precede, de manera que ese automovilista que está poniendo en riesgo a todos, tenga un lugar donde entrar si lo necesita. No es lo correcto, pero ponerse en “conductor justiciero” solo puede generar una verdadera tragedia vial que puede involucrarnos también por estar cerca de un eventual accidente.
Para quienes creen que se puede salir con niebla porque en Argentina existe una prohibición de circulación de camiones en determinados horarios y sentidos de circulación específicos para los fines de semana largos, hay que recordar que esos horarios son de 18 a 21 y de 7 a 10 para los días de salida de las ciudades más grandes hacia el interior y de 18 a 21 hs para el día de regreso masivo de autos, pero que además, esa restricción no es para todos los camiones sino solo para los eventuales, porque tanto los que transportan leche cruda, sus productos derivados y envases asociados, animales vivos, productos frutihortícolas en tránsito, o los cisterna de traslado de combustibles, gas natural comprimido y gas licuado de petróleo, están exceptuados.
En conclusión, dos conceptos son los más importantes. Si es posible, no estar en una ruta en las primeras horas de la mañana y en las primeras de la noche. Y si por las razones que sean, se debe estar circulando en esos horarios, hacerlo con mucha precaución, sin apuro y con la mirada atenta a todos vehículos, los de adelante, los que vienen de frente y los que pueden venir desde atrás.
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