A comienzos de febrero, la subasta francesa Grand Marques du Monde, dejó sin dueño al Mercedes-Benz 450 SLC color rojo del año 1980 que perteneció a Diego Armando Maradona, ya que nadie hizo una oferta que se acercara al valor mínimo impuesto por la casa Bonhams. El vehículo tiene un particular significado por haber sido el primer auto de lujo del astro argentino del fútbol, que lo había recibido nada más ni nada menos que de manos de otro deportista de elite de nuestro país, y símbolo de la marca alemana: Juan Manuel Fangio.
Para los argentinos, ese auto quizás tiene más valor que para quienes participaron de la subasta, no solo por haber pertenecido a Maradona, sino porque la historia de ese modelo, está muy ligada al automovilismo deportivo local.
A finales de la década del 70, mientras el Lancia Stratos brillaba en el Campeonato del Mundo de Rally, los directivos de Mercedes-Benz decidieron participar del certamen homologando el modelo 450 SLC con motor V8 de 5 litros de cilindrada, que se encuadraba dentro del Grupo 2 para competir. Fue la versión más extrema de un auto que había nacido como un 2+2, esto es una coupé que agregaba una fila posterior de asientos al ya conocido Roadster SL.
El auto se homologó en 1977 para que pudiera competir desde 1978, y fue con un resultado más que positivo que debutó, ya que se adjudicó el gigantesco “Rally Vuelta a América del Sur” con Andrew Cowan como piloto. Dadas sus especificaciones técnicas, el tipo de carreras en las que se podría desenvolver de mejor modo eran los rally tipo Maratón, ya que, si bien era un chasis liviano que utilizaba aluminio tanto en el motor como en la carrocería, la brutal potencia del motor V8 y la curva en la que entregaba los 240 CV, requerían de largas rectas más que de trazados sinuosos.
Luego del debut sudamericano, el equipo oficial alemán participó de varias carreras en el campeonato de 1979 y 1980, obteniendo victorias en los rallies africanos Safari y Costa de Marfil, con Hannu Mikkola y Bjorn Waldegard. En 1980, el equipo se despidió de las competencias de ruta abierta ante un cambio de reglamentación que los desfavorecía. La despedida fue con un resonante 1-2 con Waldegard y el argentino Jorge Recalde, nuevamente en las costas occidentales del continente africano. Ese resultado de Recalde fue una carta de presentación internacional, que le valió ser considerado desde entonces por varias fábricas para competir con sus modelos durante toda la década de los años 80.
No es casual entonces que ese fuera el auto elegido por el club Argentinos Juniors para obsequiar a Diego Maradona a modo de despedida, ya que iniciaba su camino hacia un “club grande” como Boca Juniors. Esa coupé había sido muy llamativa para los argentinos por su victoria en estas tierras en 1978, su participación en el Rally Codasur de 1980 y el podio del mejor piloto argentino de rally de todos los tiempos en África.
Se trata de uno de los únicos 816 autos con esta especificación, con motor de aluminio V8 de 5 litros, caja automática de 3 velocidades, tracción trasera y una velocidad máxima de 210 km/h. Sin embargo, este revés de la operación de subasta en Francia no es el primero que padece el automóvil. El año pasado ya había participado en otra subasta en Fort Louderdale, Florida, en la que pagaron por su propiedad apenas 37.400 dólares, a pesar de sus antecedentes, su excelente estado de conservación mecánica y de carrocería e interior, y de tener en su odómetro solamente 61.445 kilómetros de rodado.
Lo que sucedió en París a comienzos de este mes, fue que el auto se publicó con una base de 150.000 dólares pero la mayor oferta recibida fue de 98.000 dólares, con lo que la operación no se pudo concretar. Quizás habría que traerlo a Argentina nuevamente, ya que, según publicó Autoblog en su momento, en dos operaciones de venta en el año 2011, su precio pasó de 17.500 dólares a 50.000 dólares para quién se lo adjudicó antes de ser llevado al exterior.
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