En marzo de 2022, Rolls-Royce publicó una serie de fotografías del todavía camuflado primer modelo 100% eléctrico, Spectre, finalizando sus primeras pruebas invernales a solo 50 kilómetros del Círculo Polar Ártico, con temperaturas que promediaban entre -25°C y -40°C. Estas pruebas fueron hechas en Arjeplog, Suecia, y representaron el 25% de los kilómetros que Rolls-Royce tiene previstos hacer al vehículo antes de comenzar las entregas.
¿Qué era lo que querían probar? Principalmente el comportamiento de los motores eléctricos, el sistema de freno regenerativo, la autonomía y resistencia de la batería, los cables y conexiones, el funcionamiento del sistema electrónico de control de toda la propulsión eléctrica, pero no solo eso. También los ingenieros que diseñaron el primer “Rolls a batería” querían conocer el comportamiento de cada uno de los 700 kilos de insonorización que lleva el modelo, cuando se lo somete a temperaturas extremas tan bajas.
A lo largo de 2022, mientras la marca hacía la presentación oficial del vehículo en Inglaterra, el equipo de desarrollo continuó el programa de pruebas en Europa, recorriendo 625.000 kilómetros entre caminos de la Costa Azul y la pistas de ensayos específicos de Miramas.
Pero todavía quedaba un largo viaje pendiente, al extremo opuesto al que realizaron un año atrás, en el calor del sur de África. El Spectre se está sometiendo actualmente a pruebas en dos lugares de Sudáfrica: Augrabies en Northern Cape, y Franschhoek, el “rincón francés” en los viñedos de Western Cape. Dos climas estables pero contrastantes, con condiciones secas y extremadamente calurosas en el norte y condiciones más húmedas, de estilo mediterráneo, en el sur. En su punto más alto, con valores térmicos que pueden superar los 50 °C, mientras que la región sur con caminos rurales serpenteantes repletos de ripio, polvo y tierra.
En estas condiciones se realizaron, por ejemplo, pruebas por más de 1.500 horas destinadas a mejorar el frenado regenerativo del automóvil, su capacidad de recargar la batería con el freno del motor eléctrico, buscando que ese proceso ocurra sin esfuerzo. El equipo de registro de datos procesa las entradas de los sensores para garantizar que los ajustes no comprometan la serenidad general del vehículo bajo ninguna condición de manejo. El uso del freno regenerativo suele ser percibido por el conductor como si se tratase de un peso que tira del automóvil hacia atrás. Un auto de lujo como el Spectre, debe hacer esa operación sin que en el habitáculo se perciba esa sensación.
Uno de los puntos que mantiene Rolls-Royce como una prioridad es el excelente rendimiento acústico. Para eso, se prueban los materiales de sellado de caucho del interior y su comportamiento a través del amplio espectro de temperaturas al que se somete al modelo. Así ocurrió en las pruebas en Arjeplog, en Suecia, donde los sellos se endurecieron a temperaturas bajo cero, y ahora nuevamente en Sudáfrica, clima en el cual los sellos se ablandan en condiciones más cálidas.
El trabajo de los ingenieros de insonorización es encontrar el equilibrio que permita garantizar que la cabina esté aislada en todos los extremos del clima, y que de ese modo, no solo no ingresen ruidos exteriores sino que los 17 altavoces del sistema de sonido se puedan lucir.
Cuando todos los datos relevados en Sudáfrica se hayan analizado por completo, y se hayan implementado las correcciones adecuadas, el programa de pruebas de Spectre estará completo en un 80%. En ese punto comenzará la fase final ensayos denominada “programa de ratificación”, que consiste en llevar el automóvil a través todas las estaciones nuevamente aunque en un esquema de pruebas más comprimidas, donde estarán nuevamente destinos como los extremos árticos de Arjeplog y las condiciones más templadas de la Costa Azul.
Los 500.000 kilómetros finales de las pruebas se dedicarán al análisis del estilo de vida. Este proceso de prueba patentado por Rolls-Royce, hará que el Spectre se pruebe en situaciones de súper lujo y casos de uso específicos para los clientes de la marca. El objetivo es garantizar que este primer modelo eléctrico se desempeñe como se requiere en el centro de las megaciudades globales, en destinos de lujo nuevos e históricos, y en otros entornos acordes a las necesidades, hábitos y estilos de vida de los propietarios.
Cuando los primeros Spectre se entreguen a los propietarios, en el último trimestre de 2023, el automóvil habrá recorrido más de 2,5 millones de kilómetros, que es la distancia equivalente a dar la vuelta al mundo 62 veces, y a 400 años de uso normal en el sentido de cantidad de kilómetros anuales, aunque en este caso, expuesto también a temperaturas extremas.
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