Cuando en agosto de 2022, Bugatti presentó su nuevo modelo Mistral en California, anunció que ese sería el último vehículo que fabricaría con su clásico motor de combustión en arquitectura W16. Se trata de un auto nuevo, aunque con la misma plataforma del Chiron, cuya producción final de 500 unidades ya estaba completamente vendida.
El Mistral es en realidad un Chiron descapotable con detalles propios, que se comenzará a entregar a los únicos 99 clientes que lo compren, recién en 2024. Esta edición limitada de un roadster tan impresionante y prestacional, era el “canto del cisne” a la motorización basada en combustibles derivados del petróleo, ya que la próxima generación de autos de Bugatti será la primera que introduzca la electrificación a la marca con un propulsor híbrido que toma la tecnología de Rimac, la empresa que adquirió el año pasado el paquete accionario mayoritario de la casa francesa.
El Chiron, mientras tanto, tenía una capacidad de producción limitada a 500 autos entre todas sus versiones como el Chiron Sport, Chiron Pur Sport y Chiron Súper Sport, pero en 2020 habían comenzado a desarrollar una versión extra, que pensaban llevar a una escala similar a las demás, y que tenía características propias de cada una de las anteriores.
Se llamó Chiron Profilée y pretendía tener la brutalidad de los 1.600 CV de potencia del Chiron Súper Sport pero la elegancia y suavidad de un Sport, además de materiales específicos en su equipamiento interior como tapizados de cuero tejido, inédito en la marca.
El nombre de la versión, Profilée, no es nuevo para Bugatti, ya que era la denominación de un diseño de carrocería en forma de lágrima que se usó en algunos automóviles de la marca en la década de 1930.
El automóvil tiene la mayor aceleración de 0 a 100 km/h de todos los Chiron, ya que es capaz de hacerlo en solamente 2,3 segundos, mientras que llega a los 200 km/h en 5 segundos. La velocidad final es superior a la del Pur Sport con 377 km/h, pero no alcanza la máxima de Bugatti, obtenida con el Súper Sport en 486 km/h.
Pero lo que ocurrió con este Profilée es curioso, ya que una vez comprobado que era un modelo que se podía incorporar a la línea, resultó que los 500 Chiron originalmente previstos para producción ya estaban todos comprados, lo que llevó a la marca a dejarlo como una pieza única que no se produciría para vender a los clientes.
Sin embargo, a partir de un mercado incipiente de compradores de autos “one-off”, modelos únicos que no tienen otro similar y que suelen hacerse a medida de los compradores, Bugatti tomó la decisión de venderlo en una subasta de RM Sotheby’s realizada esta semana en París, poniendo un precio estimado entre los 4,5 y los 6 millones de dólares.
Lo que nadie esperaba fuera que finalmente, el nuevo dueño de este Bugatti color Argent Atlantique, fuera mucho más elevado. Su nuevo propietario, cuya identidad no fue revelada, pagó por él nada menos que 9,8 millones de euros, equivalentes a unos 10,6 millones de dólares, convirtiéndolo en el auto nuevo por el que más dinero se haya pagado en toda la historia del automóvil.
El récord anterior de un automóvil nuevo vendido en una subasta había sido un Ferrari LaFerrari Aperta, el superdeportivo híbrido descapotable de Maranello, que se vendió por 8,3 millones de euros (unos 9 millones de dólares) en el año 2017, también en otra subasta de RM Sotheby’s, aunque en aquella oportunidad, la venta del vehículo tenía fines benéficos, lo que elevó considerablemente la cifra de adquisición.
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