Generalmente, cuando se habla de sistemas ADAS en los automóviles, se suele aplicar esta denominación a la simultaneidad del Control de Crucero Adaptativo y el Corrector de carril, porque esa es la manera que la tecnología puede mostrar muy claramente cuánto ha avanzado y hasta qué punto son capaces de llegar.
Pero en realidad, el alcance de las asistencias a la conducción a las que se refiere ese acrónimo, cuyo significado es “Advanced Driver Assistance Systems”, es mucho mayor y antiguo, ya que el sistema ABS que evita el bloque de los neumáticos en frenadas exigidas, y los controles de tracción y estabilidad, cumplen esa misma función de colaborar con el conductor en situaciones donde el control del automóvil es dificultoso.
Y no quedan solo ahí tampoco, porque con el transcurrir de los años, los sensores de estacionamiento primero y los sistemas de estacionamiento automático después, el freno de mano automático en pendiente, y el freno autónomo de emergencia, el sensor de tráfico cruzado, el detector de punto ciego y varias funciones más, han ido transformando los autos en complejas máquinas donde la inteligencia artificial y una poderosa computadora le brindan todo tipo de ayuda a los usuarios.
Sin embargo, como todo en la ciencia y la tecnología, las mentes no cesan de crear e innovar constantemente, y así es como a esas herramientas que ya existen, se siguen agregando otras que surgen como consecuencia de la búsqueda del gran objetivo final de la industria, el de lograr vehículos completamente autónomos el día de mañana. Para que un automóvil se conduzca solo es necesario que pueda tener el absoluto control del entorno, entonces en cada paso que se da en esa dirección, significa un nuevo desarrollo para los autos de hoy.
Reemplazar los espejos retrovisores por cámaras no es una idea nueva, pero sí es una idea que nunca terminó de ser aceptada. El hombre tiene costumbres muy arraigadas y conduce un vehículo casi sin pensar en cada movimiento que hace en esa tarea. Mirar los espejos es algo automático, o debería serlo, y encontrar una pantalla en lugar de un vidrio que reproduce lo que refleja puede generar una sensación de cierta inseguridad. Es una pelea que hay que dar, como lo fue la caja automática que hoy ofrecen prácticamente todos los modelos del mercado en alguna versión.
Pero hay dos razones poderosas para insistir en esta tecnología. La primera es la aerodinámica del auto, ya que cuanto más grandes sean los espejos, más resistencia al avance genera el auto en general, y con la necesidad de ganar autonomía sin sumar peso en los autos eléctricos, ese no es un tema menor.
La segunda razón es que con cámaras se puede mejorar el campo visual, al menos en el espejo central debido a que se evitan los parantes y la reducción del espacio del vidrio trasero. Para que los espejos laterales tengan mayor visibilidad, lo que hay que hacer es llevar las cámaras laterales a la parte posterior del automóvil, pero en ese caso queda un punto ciego entre el conductor y la cámara, por lo tanto, casi todos eligen poner esos ojos electrónicos en la misma posición de un espejo exterior normal.
BMW ha presentado una patente muy interesante estos días en la Oficina Alemana de Patentes y Marcas (DPMA), que pareciera resolver ambos problemas y que podría ser parte del equipamiento de algunos de sus modelos en un futuro cercano.
Se trata de una combinación de tres cámaras y no de tres cámaras por separado, ya que la información que proviene de cada una de ellas se recibe en una computadora y esta genera una imagen similar a la de un gran angular en la que se ve todo el entorno lateral y trasero del auto sin distorsión de distancia y forma, pero fundamentalmente, con una vista “tipo fantasma” de aquellas cosas que están efectivamente en el punto ciego.
Así, ciertos elementos podrían generarse artificialmente por la computadora y mostrarse semitransparentes, de modo tal que si se mira el espejo del lado del conductor, la parte trasera del automóvil podría verse en un contorno, como una forma de posicionarlo mientras se puede ver lo que hay detrás.
Esa imagen se podría emitir en la pantalla central de infoentretenimiento del tablero, como así también en el mismo espejo central, en el que se reemplazaría el vidrio convencional por una pantalla LED, así como lo hacen actualmente varios vehículos como el Toyota Mirai que Infobae pudo probar en 2022 en la planta de Zárate.
Adicionalmente, esa imagen es adaptativa, con lo que puede moverse de acuerdo a la dirección y el sentido de marcha del automóvil. Tanto sea doblando una esquina como retrocediendo para estacionar. En ambos casos, las cámaras girarán hacia el lugar que el conductor necesita ver con mayor precisión.
La utilidad parece muy grande, especialmente para los vehículos de transporte, cuyos puntos ciegos generan muchas veces accidentes casi inevitables, o grandes brazos con espejos en el extremo para que el conductor pueda apreciar todo el entorno. Será cuestión de desarrollo primero y de costumbre después, pero la tecnología probablemente pueda sortear ambos obstáculos.
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