Cuando empiece el mes de marzo, aprovechando el día anual del inversor, Tesla hará un anuncio que puede significar una de las noticias más esperadas por todos aquellos que se han convertido en fanáticos de la marca a partir de ser la pionera en autos eléctricos de producción masiva y pertenecer al histórico mundo de la industria automotriz convencional. Se espera que ese día se den a conocer más detalles y quizás incluso fecha, de la aparición del Tesla que tenga un costo menor a 30.000 dólares y que permita que muchas más personas accedan a un auto de la marca.
Todo pasará por una nueva plataforma de la que ya se tiene conocimiento, y que no solo podría alojar al Tesla menos costoso de toda la línea, sino a otros productos que deriven del potencial de esa estructura base.
Actualmente, el modelo más accesible de la marca en EE.UU. es el Tesla Model 3 de tracción trasera, que tiene un precio de 43.990 dólares. Para la marca de Elon Musk no será solo habilitar un modelo de menor precio, sino cambiar el formato del negocio de Tesla. Actualmente, el margen de ganancia de todos los modelos es alto, pero un auto más pequeño y accesible, dejará menos rentabilidad, lo que obligará a la compañía a programarlo como un auto de mucho mayor volumen, y así conseguir que una mayor venta compense el monto menor de dinero que dejará cada unidad.
Trabajar con una nueva plataforma es el único camino que quedaba si pretendían hacer un auto más económico, por eso se cree que además de un compacto al que le podría caber la denominación de Tesla Model 2, este proyecto podría finalmente ser el modo de poner en producción el proyecto de Robotaxi de la marca nacida en California y asentada ahora en Texas.
No sería la primera vez que Tesla pone más de un vehículo sobre una misma plataforma. En el pasado, el Model S y el Model X compartieron la base de la que fue la primera generación de autos de Musk. Después llegaron el Model 3 y el Model Y, que también comparten la plataforma conocida como de segunda generación.
El Tesla Semi es un camión y por lo tanto no puede compartir bases, y algo similar ocurre con el Tesla Cybertruck, la pickup eléctrica que todavía está en su fase final de desarrollo. Distinto quizás podría ser el cado del Tesla Roadster fase 2, que se espera pueda salir en 2023. Sin embargo, el potencial de la nueva plataforma tiene por objeto se mucho más simple y menos sofisticada, de modo de poder abaratar el costo en origen, y a la vez permitir que la construcción sea lo más rápida que se pueda.
Es bueno recordar que Tesla tiene un método de construcción basaco en piezas de carrocería de grandes dimensiones ya que unifica partes que la mayoría de los fabricantes llevan por separado a la línea de ensamble, y eso le permite ahorrar en muchos aspectos, algunos muy técnicos como la reducción de puntos de soldadura, y otros mucho más operativos que permiten que en la línea de montaje se necesiten menos máquinas automatizadas y que la fabricación de un auto sea más rápida, lo que finalmente es positivo porque la rentabilidad de cada auto es mayor.
La nueva plataforma como la que podría estar planteando Tesla para su nuevo proyecto, solo necesita de mayor simplicidad. Una base de la batería que decidan colocar, y luego una carrocería con cuatro asientos, aire acondicionado, Wi-Fi y la próxima suite Autopilot y Full Self-Driving de Tesla.
Tampoco se dieron precisiones sobre las baterías que podrían equipar al futuro Tesla económico, pero sabiendo que sus grandes competidores chinos utilizan para el MG4, el eléctrico más barato que exportan a Europa, utilizan baterías de litio-ferrofosfato (LFP), porque son menos eficientes pero más económicas, no sería extraño que Tesla tenga algún anuncio referido a la tecnología de sus celdas también.
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