Hace dos años, convocado a la planta de Zárate de Toyota Argentina, Infobae tuvo la oportunidad de conocer de cerca el proceso de recuperación de desechos que la marca había implementado 12 meses antes, y que llegaba así a su primer balance. El Programa de Innovación en Economía Circular que aplicaron a través del Innovation Lab en cada sector de la fábrica donde se producen las Toyota Hilux y SW4 es mucho más profundo de lo que podía imaginarse y contempla, no solo la recuperación de desechos de todo tipo y su conversión en nuevas utilidades, sino también la reducción del uso de materia prima virgen y la mitigación de los gases de efecto invernadero.
El programa recupera desde los desechos de comida de las más de 9.000 personas que almuerzan en los comedores de la planta y los convierte en compost y tierra fértil, que es parte de la Reserva natural y Parque ecológico interno, pero también utiliza los restos de tapizados y plásticos, o incluso airbags defectuosos para generar nuevos materiales y productos.
El proceso comienza con la recepción de los desechos de cada área en la Planta de Residuos, ubicada en el corazón de las instalaciones de Zárate, y luego de un proceso de separación, clasificación y compactación, se traslada todo el material recuperado fuera de la fábrica para el proceso de reciclado para distintos usos.
La noticia hoy es que Toyota comenzó a vender productos confeccionados por emprendimientos de la economía popular, enmarcados en su programa llamado Kankei, cuyo significado en lengua japonesa es “relacionamiento”, y que consiste en una serie de productos de merchandising que se comercializan en la tienda oficial de la marca en la planta industrial, y que fueron manufacturados por cuatro emprendedoras y cooperativas, a quienes el programa asistió en aspectos como la formalización y la productividad.
Kankei nació como un proyecto que pretende impactar en tres grandes aspectos como el ambiental, el económico y el social. Para ello, una vez con el recurso de la materia prima lograda por el reciclado, hizo un relevamiento de emprendedores de la economía popular en distintas zonas con índices altos de necesidades básicas insatisfechas y baja formalización laboral, y seleccionó 12 emprendimientos con potencial productivo, de los cuales cuatro ya son proveedores de productos oficiales de merchandising de Toyota: Loka Veroka, de Villa Lugano, CABA; Cooperativa Laja, de Villa Jardín, Lanús; Cooperativa RDB Textil, de Mataderos, CABA; y Maribel Gayoso, de Villa Soldati, CABA.
En estos cuatro casos, el proceso pasó por las instancias de la propuesta de desarrollo de los productos, revisión y presupuesto final, formalización para emitir facturas y remitos y bancarización con una cuenta corriente. Toyota se compromete a entregar la materia prima sin costo y comprar toda la producción pactada con cada emprendedor sin agregar recargos en el precio final de los productos en su tienda.
Los productos que se han confeccionado en esta primera etapa son todos del rubro textil, utilizando cueros y telas de los asientos de las dos unidades que se producen en la planta, la pick-up Hilux y el SUV Toyota SW4; así como también reutilizando airbags defectuosos, alfombras y revestimientos del interior de los vehículos.
Loka Veroka es el emprendimiento de Verónica Esquivel, quién desarrolló bolsos materos y neceseres a partir de airbags reciclados, dice que “en mi vida había visto esos airbags -gracias a Dios- y me dijeron que piense una idea para reutilizarlos. Yo estaba acostumbrada a comprar la tela y realizar el producto a partir de ahí, y esto era un proyecto diferente. Después vino la parte financiera, y con ayuda de mi hija en la computadora nos dimos de alta como proveedoras solas. Cuando llegó la orden de compra, le empezamos a meter pata. Fue muy importante para nosotros”, comenta.
Kankei muestra que la sustentabilidad no debe quedar solo en fabricar autos menos contaminantes. También puede ser un motor que impulse las economías populares. Santiago Sellart, responsable del proyecto en sustentabilidad de Toyota Argentina cree que además del impacto ambiental y económico que beneficia a las personas y a la marca en sí misma, “este programa ayuda a personas en situación vulnerable a mejorar su calidad de vida a través del trabajo”.
En Zárate no solo se fabrican autos que generan una reducción de la huella de carbono con este tipo de proyectos. El concepto es global, y por ejemplo, toda la electricidad que consume la planta proviene de fuentes 100% renovables a través de YPF Luz, que la transporta desde dos parques eólicos, el de Los Teros 1 en la provincia de Buenos Aires, y el de Manantiales Behr, en la provincia de Chubut. Adicionalmente, tres techos de la planta están cubiertos con grandes superficies de paneles solares, que generan la electricidad de todas las zonas administrativas de la fábrica.
Seguir leyendo