Aunque se habla menos del tema en comparación con el mercado europeo, la aplicación del hidrógeno como modo de alimentar un motor eléctrico de pila de combustible también es un importante punto de desarrollo para la movilidad sustentable en EE.UU.
De hecho, la presidencia de Joe Biden está constantemente haciendo anuncios e impulsando la electrificación del parque automotor nacional a la mayor velocidad posible, con desembolsos de miles de millones de dólares para asegurar que se amplíen las redes de carga en todo el país.
Y como el hidrógeno es un modo de movilidad sustentable también, a Toyota parece haberle interesado participar en un gran programa que pretende convertir el transporte de cargas norteamericano en una industria ecológica, y aprovechando la experiencia recogida de tantos años de experimentación con este modo de combustible en el Toyota Mirai, buscó el socio adecuado y comenzó a expandir la frontera de los autos a los camiones.
Fue en septiembre de 2022 que Toyota Motor North America anunció la demostración exitosa de su proyecto con Kenworth Truck Co. sobre camiones de Clase 8 adaptados al sistema de celda de combustible, diseñados conjuntamente por ambas marcas como un camino que permita reemplazar eventualmente los camiones dotados con los clásicos motores diésel. Kenworth diseñó y construyó los camiones, y Toyota fue el responsable de crear el sistema de energía eléctrica de celda de combustible para la aplicación del hidrógeno.
El proyecto usó 10 camiones de celda de combustible comparándolos contra un modelo diésel 2017 que operaba 200 millas diarias. Los Fuel Cell lograron un alcance individual de 300 millas cuando estaban completamente cargados. Estos resultados indicaron que los camiones de celdas de combustible de hidrógeno pueden funcionar en múltiples turnos diariamente, haciendo hasta 400 y 500 millas, y casi sin tiempo de inactividad entre turnos, ya que para cargar tenían tiempos de entre 15 y 20 minutos.
Así, el proyecto que nació en California, pretende ahora montar una verdadera red de puntos de carga a nivel nacional que una los principales puertos del país. “No podemos detenernos en la frontera de California”, dijo Bill Elrick, director ejecutivo de la Asociación de Celdas de Combustible de Hidrógeno respaldada por el gobierno de California. Además señaló que el mercado de camiones necesita una estrategia nacional de movilidad de hidrógeno y una infraestructura estadounidense interconectada que conecte las estaciones de servicio de hidrógeno.
“Tal estrategia sería un remedio para la falta de infraestructura de reabastecimiento de hidrógeno, que presenta un desafío para que más camiones de celdas de combustible circulen por las carreteras”, señaló.
La estrategia nacional de hidrógeno pretende montar rutas de carga de camiones a través de todo el país comenzando en los principales puertos, de modo de crear una columna vertebral de infraestructura para vehículos de celdas de combustible de servicio pesado, pero además contemplando dar soporte con esa infraestructura al mercado de consumo de celdas de combustible tambíen en vehículos livianos, pensados para funcionar en áreas urbanas.
La necesidad de abrir el mercado de movilidad sustentable a más opciones que solamente la de los vehículos eléctricos, parece ser la motivación para el trabajo que está impulsando la Hydrogen Fuel Cell Partnership, que fue fundada en 1999 como un organismo precursor privado-gubernamental que buscaba aumentar el mercado de vehículos eléctricos de pila de combustible propulsados por hidrógeno para movilidad cero emisiones en California.
Los vehículos eléctricos que dependen de la red eléctrica son necesarios para convertir la situación actual en una más sustentable, pero los vehículos con celdas de combustible que funcionan con hidrógeno “son necesarios también para eliminar el sistema de combustión de la ecuación”, dijo Elrick, para finalizar con una sentencia clara: “No es una cosa o la otra, es ambas”.
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