Con la segunda quincena de enero llega la primera gran renovación turística de la temporada de verano 2023, y con ello, un enorme caudal de automóviles que inundarán las rutas este fin de semana, tanto para ir como para regresar de las vacaciones. Precisamente por esa razón, los viajes, aunque sean a destinos cercanos, serán más largos de lo normal debido al tránsito.
El viaje en auto con chicos es siempre un tema de especial preocupación para los padres, particularmente porque si el trayecto es extenso, la impaciencia se apodera de ellos, y la clásica pregunta surge reiteradamente y a medida que pasan las horas, con cada vez mayor frecuencia: “¿Cuánto falta para llegar?”
Así que es un buen plan para proponerles, que el algún momento dejen la tableta o el teléfono celular, propio o de los padres según la edad, y se entretengan con algunos juegos o desafíos que atraigan su atención. De ese modo, al menos por algunos minutos, el viaje será más ameno para todos, especialmente para quien va al volante.
Pensando en este punto, la tranquilidad que requiere tener en su entorno el conductor del automóvil, cualquier propuesta que se haga para pasar más rápido el tiempo, siempre debe contemplar que los gritos y los movimientos bruscos dentro del habitáculo son grandes enemigos de la atención que se debe tener sobre el camino y el tránsito.
1. Juego de los colores
Si los chicos son pequeños y todavía no pueden leer a velocidad, el juego de los colores de autos es un clásico y muy fácil de hacer. Además pueden participar muchos jugadores porque entre los colores que más se ven en la actualidad hay al menos cinco opciones muy frecuentes de encontrar: negro, blanco, gris, rojo y azul. Posiblemente todos quieran elegir primero para tomar el gris, que es el más adoptado por los usuarios, así que habrá que encontrar el modo de sortear el orden en que se elige el color de cada participante.
Después, es recomendable que un adulto o alguien que no está manejando ni jugando sea el árbitro, porque cuando pasan muchos autos juntos, es muy común que algún participante se confunda y cuente más a su favor mientras sus contrincantes están ocupados buscando los propios.
2. Juego del abecedario
Si los chicos tienen edad para leer, por ejemplo las señales de tránsito, el juego del abecedario es una excelente propuesta para mantenerlos muy atentos. Se trata de un entretenimiento colectivo en el que pueden participar todos los ocupantes del vehículo, y lo que hay que hacer es encontrar objetos o carteles con inscripciones en orden alfabético.
Así, primero se busca algo que empiece con A, y el jugador que antes lo diga y lo señale, tendrá un punto a su favor. En el caso de los carteles con nombres de ciudades, es recomendable que alguien esté atento a comprobar que la palabra mencionada figure escrita antes que el cartel haya desaparecido de la vista por quedar atrás. Sin embargo, entran en juego los nombres de empresas de transporte de colectivos o camiones y hasta las insignias con las marcas y modelos de los autos que van delante.
3. Juego de sumas
Con las nuevas chapas patentes que combinan más letras que números, este juego es más simple que en otros tiempos, pero de todos modos es un entretenimiento que requiere saber hacer cuentas mentalmente y tener velocidad.
Consiste en sumar los números de la matrícula del auto que va por delante del propio, y quién haga la cuenta más rápido suma un punto. Es recomendable que antes de empezar se pongan de acuerdo en el número al que hay que llegar primero para ser ganador, porque es posible que sino, sea algo eterno que unos quieran dejar y otros seguir jugando.
4. Asistentes del conductor
Este juego es interesante porque además de tener que prestar atención al viaje, permite que los chicos vayan tomando mayor conciencia de las normas de tránsito. Se trata de tomarlos como ayudantes para quien va al volante, y la misión que deben cumplir es la de estar atentos a las indicaciones viales y señalárselas al conductor.
No solamente las de velocidad, sino también otras que en algunas rutas suelen aparecer como las de camino sinuoso, pendiente pronunciada, viento lateral, peligro de animales sueltos o peligro de derrumbes.
Con los sistemas de navegación por GPS que hoy se pueden tener en los teléfonos celulares, hay también un doble juego que los chicos pueden hacer con algunos como Waze o cualquier otro que indique la velocidad permitida y la velocidad real a la que se está circulando. La misión que puede asignarle el otro adulto que viaja en el auto al menor que hará de ayudante, es la de verificar la velocidad máxima permitida en cada tramo, avisarle a quien conduce, y señalarle cuando se pasa del límite si es que ocurre.
5. Calcular la hora
Finalmente, un juego que pueden practicar todos los ocupantes del auto excepto el conductor, es calcular a qué hora se llegará a distintas ciudades intermedias del trayecto que se recorre, y tratar de acertar la hora exacta de arribo al punto final del viaje. De antemano se debe colocar un premio para quién gane o una prenda para quién o quiénes pierdan, y después se debe asignar un puntaje para ambos objetivos.
Un punto por cada acierto o mayor proximidad de tiempo para los puntos durante el camino y un puntaje mayor, por ejemplo 5 puntos para quién acierte la hora exacta en minutos del final del viaje. Si nadie lo acierta con precisión, asignar 3 puntos es un modo de darle más importancia al último objetivo y motivar a quién pueda venir retrasado en los cómputos parciales.
Después está el “veo-veo”, las adivinanzas, el juego de personajes y tantos más, pero estos consejos son temáticos con la ruta y los autos, e intentan sacar a los chicos de las pantallas durante todo un viaje, y tratar de evitar que se pongan fastidiosos si han pasado varias horas desde que empezó el viaje.
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