Ha pasado una nueva edición de la feria de tecnología CES Las Vegas y las innovaciones que las marcas presentaron y que sorprendieron al mundo del automóvil, lentamente van dejando lugar a la realidad de una industria que se encuentra transitando el ciclo de mayor cambio de toda su historia.
La movilidad sustentable, que es la razón por la que está ocurriendo semejante transformación, tiene en los autos eléctricos el más común de los exponentes debido a la relativa sencillez tecnológica, lo que ha generado que sea el camino elegido por todos los fabricantes.
La meta de que en 2035 en Europa y EEUU, y probablemente China y Japón, dejen de producir motores de combustión interna y se concentren especialmente en los eléctricos, es una decisión que salió de la política y se les impuso a las terminales automotrices. La queja de muchos de ellos por los tiempos y modos de aplicar la legislación se hizo sentir en varias oportunidades, y uno de los más activos críticos ha sido Carlos Tavares, Presidente de Stellantis, quien durante la última edición del CES Las Vegas volvió a referirse al tema una vez más, aunque con un tono más conciliador.
“En mi opinión, hay dos formas de ver el mundo para resolver los problemas del CO2: hay una visión pragmática y una visión dogmática. La visión pragmática trata de reducir los niveles de CO2 de la manera más amplia y efectiva posible a través de una combinación inteligente de tecnologías de propulsión. La visión dogmática cree que este objetivo solo se puede lograr con vehículos eléctricos de batería”, señaló. Aunque también dijo que “ya no participaremos de lobbies. Ya no negociamos. No podemos esperar a que los gobiernos tomen decisiones, tenemos que correr más rápido que la regulación”.
Kelley Blue Book mostró hace pocos días los resultados de una encuesta global realizada por la consultora norteamericana Deloitte Automotive, que se encargó de consultar a más de 26.000 personas en todo el mundo durante el segundo trimestre de 2022, entre los que estaban incluidos unos 2.000 estadounidenses. La encuesta tenía como consigna, conocer cuáles eran los principales cuestionamientos que los compradores de automóviles nuevos hacían sobre los autos eléctricos.
En EEUU, como punto de partida dado el origen de la consultora, más de la mitad de las personas consultadas, precisamente el 52 %, señaló que los vehículos eléctricos cuestan demasiado dinero. Con una gran cuota de afirmaciones, el 48 % dijo también que les preocupaba la autonomía, el 47 % tenían dudas sobre el tiempo que demanda la recarga de las baterías, y el 46 % señaló la problemática de la cantidad de puntos de carga.
En Alemania, como país representante del mercado europeo, la principal preocupación marcada por los encuestados fue la autonomía de los autos a batería, ya que el 57 % la cuestionó, mientras que la falta de infraestructura fue elegida por el 47 %, y el tiempo de recarga por el 45 %.
En Japón, el 50 % de las personas dijeron que la preocupación principal está en dos ítems: el precio de compra de un auto eléctrico y el tiempo de recarga, mientras que la falla de los cargadores o la falta de suministro eléctrico hogareño se llevó el 47 %, algo bastante razonable entendiendo la programación japonesa de todas las actividades cotidianas.
En China, en cambio, la proporción de preocupaciones es mucho menor a otros mercados, y lo que más cuestionan los usuarios es la tecnología de las baterías, en un 32 %, mientras que los otros problemas que encuentran mayormente son el tiempo de recarga, un 30 %, y la autonomía y la falta de infraestructura pública un 29 %.
Finalmente, como dato comparativo, en otro mercado donde la tecnología de autos eléctricos ha crecido a niveles muy altos en los últimos dos años como es Corea, los encuestados dijeron que el tiempo de espera para la recarga es el mayor cuestionamiento, un 49 %, la tecnología de las baterías un 46 %, y la falla de la red pública de cargadores, un 42 %.
Sin dudas, en cada mercado hay distintas necesidades, y mientras en quienes producen tecnología eléctrica como China y Corea, la sofisticación de los materiales y dispositivos es una preocupación, en los mercados donde la industria automotriz es una de la principales actividades económicas, el precio de los autos eléctricos es lo que más se cuestiona. Así como la electricidad no es el único modo de tener una movilidad sustentable y hay otras soluciones posibles para desarrollar, los mercados también tienen distintas necesidades o cuestionamientos para presentar.
Seguir leyendo