La visita al Lexus in Design en la semana del arte de Miami 2022 no solo sirvió para conocer la maravillosa interpretación del futurista Lexus Electrified Sport que fue capaz de hacer la arquitecta Suchi Reddy, sino para conocer un poco más acerca de la cultura de esta marca de autos Premium nacida en EE.UU. en 1989 y que tardó nada más ni nada menos que 14 años en llegar a Japón y el resto del mundo.
La posibilidad de conversar con Alex Shen, Jefe de diseño de CALTY, el centro estilista de avanzada creado en California para estudiar, diseñar y dar al consumidor norteamericano un automóvil japonés que pudiera seducirlo, y con Brian Bolain, Director global de marketing de Lexus, permitió entender algunos rasgos que identifican a la marca, pero fundamentalmente, el camino que han recorrido y siguen transitando para convertirse en el referente de la nueva generación de marcas Premium que llegan al mercado para competir con las históricas alemanas: Mercedes, BMW y Audi.
“La marca nació hace 33 en EE.UU. con dos pilares. Omotenashi o Customer Care, que está referido a la atención al cliente con la filosofía japonesa de ser hospitalario, y excelencia en los detalles. Y eso se fue manteniendo siempre a lo largo de este tiempo como una característica de Lexus. Pero a partir de esa base fuimos agregando otros elementos como el cuidado del ambiente con la electrificación, la performance con nuestros modelos de alto rendimiento y el diseño, que le ha dado una verdadera identidad a los automóviles. Así que esas son las capas que tiene un Lexus. Misma filosofía fundacional, pero con nuevas metas acordes al paso del tiempo. Esas son nuestras armas para ser fuertes en el mercado de autos de lujo”, dice Bolain.
“El diseño es lo primero, lo que entra por los ojos y es muy importante para darle identidad a una marca. En Lexus pasamos del Spindle Face al Spindle Body, la parrilla de forma bicónica ahora se traslada a todo el cuerpo del auto, pero esa es solo la primera parte que se ve y se aprecia de nuestros autos”, dice Alex Shen a Infobae.
“La relación entre el interior del habitáculo y el pasajero es fundamental y algo que no se ve sino que se aprecia. El modo en que el conductor interactúa con el volante y sus controles, y con todos los otros comandos solo se puede percibir manejando un Lexus. Hemos estudiado mucho para lograr que la posición de manejo sea la más cómoda, y esto se hace desde el diseño de la butaca hasta los ajustes de altura y distancia del volante”, explica el diseñador jefe de CALTY.
En Miami, cada trayecto, desde el aeropuerto hasta cada centro de exposiciones o museo, se hacía en un modelo diferente de Lexus, todos híbridos, SUV y sedanes, y la tentación de conducirlos luego de entrevistar a estos dos ejecutivos generó un pedido formal.
El Lexus IS 300h fue el vehículo asignado a Infobae para descubrir cada uno de esos detalles que se pueden ver pero que también se sienten al conducirlos. El auto es una berlina de 4,7 metros de largo, pertenece al segmento D, con un motor de gasolina 4 cilindros 2.5 litros y un motor eléctrico que combinados logran 219 CV de potencia, con transmisión híbrida automática e-CVT, continuamente variable controlada electrónicamente, tracción trasera y neumáticos de 235/40 de 19 pulgadas.
A nivel prestacional, con sus tres modos de conducción, Eco, Normal y Sport, puede ofrecer suavidad y economía de combustible o una aceleración deportiva que desenvuelve toda la potencia con una curva constante que permite, por ejemplo, pasar las marcas con las bieletas detrás del volante y mantener todo el tiempo en motor en las 4.000 RPM, cuando empieza su máximo torque.
Pero más allá del placer de la motorización de esta versión, lo que tenía por objeto el contacto personal con el auto era comprender esa especial atención a los detalles de diseño y habitabilidad que se esfuerzan por ofrecer al cliente.
Al sentarse, la posición del asiento se regula en todos los ángulos posibles con mandos sensibles pero de accionamiento rápido, algo no usual de encontrar. La columna de dirección se ajusta en altura y profundidad, pero tiene un diseño que permite quedar enfrentado al volante con una posición natural de absoluta comodidad.
La sensación es la de estar hundido en un asiento hecho a medida. Debajo de los pies, una alfombra de pelo largo muy suave, se hace notar inmediatamente.
Situado frente a los mandos, el brazo derecho tiene al alcance de la mano y sin mayores movimientos que el de la muñeca, un pad mouse que se acciona con el dedo índice y que recorre toda la pantalla con la misma docilidad que se puede encontrar en una computadora personal. El puntero se sitúa sobre la función que se quiere elegir y con un doble toque a la superficie que hace de pad mouse, se activa o desactiva. Es completamente intuitivo y práctico. Un poco más adelante, una rueda horizontal permite cambiar los modos de conducción fácilmente.
En la consola central, el accionamiento de la radio es convencional, sus funciones se muestran en la pantalla pero se accionan desde mandos físicos. Lo mismo ocurre con la climatización, que tiene una guía física a través de la cual deslizando el dedo hacia arriba o hacia abajo, se puede seleccionar la temperatura más rápidamente que si se quieren ir con toques en los extremos, donde se sube o baja de a medio grado.
Ambos comandos físicos son típicos de Toyota, y corresponden a una filosofía de hacer más fácil encontrar los accionamientos principales de los autos sin tener que entrar en menus complejos de una pantalla. Es el mismo caso que se repite al presentar un clásico reloj analógico en el centro de la consola, que permite a simple golpe de vista saber la hora.
La sofisticación se encuentra en muchos detalles de diseño, pero también de practicidad. Encender las luces del interior en el techo, una tarea que suele ser dificultosa de noche porque no se encuentran los botones, Lexus la ha resuelto con mucha facilidad.
Solamente hace falta tocar la pantalla misma de la luz que se quiere encender y suavemente se iluminará el habitáculo. Hay luces de cortesía individuales y una central, tanto adelante como atrás. Y el confort también está en la climatización bi-zona, aunque con el detalle de asientos calefaccionados o refrigerados en tres puntos para las plazas delanteras.
Un detalle final que muestra la aplicación de Omotenashi en cada aspecto del vehículo. Al subir y ponerlo en marcha, eléctricamente en este caso por ser una versión híbrida, con presionar el botón Camera de la sección izquierda de los mandos del puesto de conducción, todas las cámaras situadas en el entorno del automóvil comenzarán a hacer una vista de 360° que se reproduce en la pantalla, de modo que el conductor pueda ver eventuales obstáculos, por pequeños que sean antes de iniciar la marcha.
Hay muchos detalles más, pero con estos se puede ilustrar que más allá del diseño identificatorio, se ha buscado hacer más simple y confortable la vida adentro del auto, y esa es probablemente la segunda parte de la explicación al fenómeno Lexus, un auto que llegó llamando la atención y se ha quedado para ocupar un lugar cada vez más importante entre los vehículos Premium.
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