Si hay un mercado en el que encontrar un Peugeot resulta una verdadera rareza, ese es EE.UU. No pasa solamente con esta sino con casi todas las marcas francesas, que a lo largo de su historia han producido vehículos que poco tienen que ver con la filosofía de auto del consumidor norteamericano, más proclive a formas menos esbeltas y a tamaños mayores.
Que hayan elegido el CES 2023 para develar su Peugeot Inception Concept tiene por lo tanto un doble mensaje entrelíneas. Por un lado, el de recurrir a una muestra en el país de Ford y Chevrolet para generar el impacto de un lanzamiento como este, y por el otro, el de demostrar que la feria de tecnología de Las Vegas es verdaderamente un evento global, que más allá de los visitantes locales, que no llegan a 100.000 personas en 5 días, trasciende las fronteras a través del interés que ha conseguido causar.
La electrificación de Peugeot llegará ya en 2023, tal como lo anunció su CEO, Linda Jackson en el evento de presentación de este particular vehículo: “En 2023 ofreceremos al menos una versión electrificada de cada modelo de Peugeot. Pero también miramos más allá”, dijo la ejecutiva de mayor rango de la marca francesa.
El Peugeot Inception Concept es mucho más que una interpretación de la próxima generación de autos eléctricos de la marca, es un vehículo en el que se reúnen muchos más aspectos todos vinculados al hombre y su conexión con el entorno.
A simple vista, los diseñadores han logrado algo muy importante. Si se le retiran las insignias, es un Peugeot puro y auténtico. Hasta se podría jugar a adivinar qué modelo es, pero la mayoría de los observadores dirán que al Peugeot 504 coupé de los años 70 y 80. Lo han conseguido.
A pesar de tener formas ultramodernas o directamente futuristas, se reconoce la marca a lo lejos.
El objetivo de este modelo es, además de presentar una nueva plataforma desarrollada exclusivamente para autos eléctricos, reinventar toda la experiencia a bordo, con un espacio interior rediseñado y una mayor apuesta por la tecnología con la próxima generación del Peugeot i-Cockpit.
Este habitáculo es más especial aún por tener una superficie de 7,25 m2 de cristal tipo NARIMA, que lleva un tratamiento multicromado utilizado por la NASA para los cascos de los astronautas, por ejemplo.
Con esta tecnología, la cúpula es capaz de absorber el calor y los rayos ultravioleta de la mejor manera posible, además de crear una apariencia asombrosa de luces y colores. La cabina del auto termina siendo una cápsula de vidrio que se hunde hasta los pies del conductor y del acompañante delantero, tal como describe la marca.
El equipamiento del i-Cockpit se destaca por su elemento principal, el Hypersquare, un volante de forma rectangular con cuatro orificios en las esquinas, que no solo permite tomarlo con las manos en una posición verdaderamente cómoda, similar a la de los mandos de los videojuegos, sino accionar distintos comandos del auto con solo deslizar un dedo por la superficie plana que queda en medio, ya que es una especie de pantalla táctil. Peugeot quiere incorporar este volante a todos sus modelos para el año 2030.
Otros dos detalles interesantes son sus asientos y el sistema de sonido. Las butacas se llaman “Comfort Fit” y se adaptan a la morfología de cada pasajero gracias a un sistema inteligente de cambiar su forma. El sistema de audio Focal consta de dos subwoofers en el suelo, varias barras de sonido y un amplificador.
Todos los materiales del interior son ecológicos, desde las telas hasta los tratamientos de galvanizado a los metales. Muchos están construidos con material reciclable y reciclado 100%.
A nivel técnico hay dos motores eléctricos, uno por eje, que sumados logran una potencia de 680 CV de potencia con una aceleración brutal de 3″ para ir de 0 a 100 km/h. La autonomía prometida es de 800 km y la carga es por inducción, por lo que no es necesario enchufarlo para recargar la batería de 100 kWh. El auto podrá funcionar con asistencia a la conducción de Nivel 4, aunque también puede adaptarse a los Niveles 2 y 3.
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