Lo primero que habría que decir es que un viaje en auto no debe ser una tortura sino parte de las vacaciones mismas, porque cuanto más largo sea el viaje al destino elegido, el paisaje va cambiando también y puede ser una experiencia que vale la pena vivir.
Con esa premisa, y una vez que el auto ha sido revisado y se encuentra en condiciones aptas para salir a la ruta, hay varias cosas que se deben considerar al momento de prepararlo para que sea confortable para las personas que lo habitarán. La siguiente es una lista que lo que hay que tener en cuenta.
1- Posición de manejo
El conductor debe dedicar un momento a encontrar la posición del asiento y el volante más confortable para estar varias horas sentado al comando del auto. Si bien ese es un ítem en el que el gusto personal influye decididamente en cada caso, lo más recomendable es que los brazos no estén ni muy extendidos ni muy doblados, entonces si el brazo extendido es 180° y doblado es 90°, es recomendable un ángulo intermedio de unos 120° aproximadamente. Esto le dará una mejor y más precisa reacción en caso de tener que improvisar una eventual maniobra de evasión, y mantendrá relajado el brazo, mientras en los dos casos anteriores se fatigará en menos tiempo. Por otro lado, si el asiento está muy bajo, cuando el sol esté de frente será más difícil taparlo con el parasol y esto requerirá subirlo en viaje, cambiando toda la regulación.
2- Regulación de los espejos
Parte de encontrar la posición correcta al volante es regular la posición de los espejos laterales externos pero también asegurarse que el espejo interior tenga liberado de obstáculos su campo visual. Es muy frecuente que, especialmente en los SUV o las rurales por tener mayor capacidad de carga, la parte trasera se complete de equipaje hasta el techo, reduciendo o anulando la visión del espejo central, pero también es importante que si en las plazas traseras van tres personas, se intente que quién viaja en el centro no sea demasiado alto, porque entonces también estará tapando la visión hacia atrás.
3- Ubicación del equipaje
Antes de cerrar el auto y cargar a la familia o los amigos, es importante que el equipaje que se guarda en los autos con cabina abierta al maletero esté ubicados bajo la línea superior de los asientos traseros con el peso mayor abajo y el menor arriba, y si algún elemento sobresale, que sea en los laterales, es decir detrás de los apoya cabezas traseros. Hay dos motivos. Un auto con el peso lo más bajo posible, es más estable, especialmente si en algún momento debe efectuar una maniobra algo inesperada y brusca, por eso tampoco se recomienda colocar equipaje pesado en los portaequipajes de techo. El otro punto es que si una valija pesada o voluminosa está en la parte superior y sobresale de la línea de los asientos traseros, en una frenada fuerte podría desplazarse y golpear a las personas que están sentadas en las plazas posteriores.
4- Tener lo necesario a mano
Si el viaje es con chicos, más allá de la recomendación de llevarlos sentados en sus lugares y con los cinturones de seguridad colocados todo el tiempo, es clave que tengan al alcance de la mano, generalmente en el piso o en el sobre de la espalda de los asientos delanteros, aquellas cosas que puedan querer utilizar para hacer más entretenido el viaje. Si en plena ruta quieren algo que está atrás y requiere que se suelten el cinturón para darse vuelta y tomarlo, se los estará exponiendo a un peligro innecesario que se puede prever y evitar.
Ahora sí, con la posición de manejo correcta y el equipaje ordenado, van otras cosas que se pueden tomar en cuenta para que salir a la ruta sea parte del placer de las vacaciones y no un verdadero dolor de cabeza.
5- Elegir la mejor hora para iniciar el viaje
Ya sea porque es lejos o porque se quiere llegar más temprano al destino elegido, muchas personas deciden iniciar el viaje muy temprano, incluso antes del amanecer. Este es un error muy común en el que pocos reparan y que tiene sus causas y consecuencias. En principio, por el biorritmo natural de las personas, no es habitual dormirse a las 19 como debería ocurrir si la idea es salir a la ruta a las 4 de la madrugada, para lo que hay que despertarse a las 3. Esto hace que el conductor inicie el viaje con menos descanso del recomendado.
Sin embargo hay otro factor que lo afectará y este es el amanecer, porque la vista está acostumbrada a la oscuridad del entorno y a solo ver las luces del automóvil iluminando el camino, pero cuando empiece a aclararse el cielo, recibirá mucha más luz y probablemente entre en un estado de somnolencia inesperado. Además, esto le ocurre a otras personas que conducen otros autos, por lo que es común que alguno se quede dormido al volante. De hecho, la franja horaria de las 12 de la noche a las 6 de la mañana es la de mayor cantidad de accidentes, pero dentro de ese lapso de tiempo, entre las 4 y las 6 es el peor momento.
Si el viaje es de Este a Oeste, salir apenas amaneció es lo más recomendable porque el sol estará en la espalda, pero siempre se deben llevar las luces bajas, no las de posición, prendidas porque quienes vienen de frente tendrán el sol en la cara y podrán quedar enceguecidos en ciertos momentos. Si el viaje es de Oeste a Este, es recomendable esperar a que el sol ya haya superado el horizonte para salir a la ruta. Aunque parezca una demora innecesaria, hará que el viaje sea más seguro.
6- Elegir la mejor ruta
No siempre ocurre pero por lo general se puede ir por un camino u otro al mismo destino, al menos en la primera parte de un viaje largo. Para viajes en verano, cuando no hay niebla, elegir rutas más transitadas puede ser una mejor opción ante caminos más solitarios, porque si bien es cierto que habrá más tránsito, esto permite que todos los automóviles viajen a velocidades más bajas, pero además, porque en las rutas principales hay más estaciones de servicio y asistencia al viajero.
Hablando de estaciones de servicio. Es un bueno consejo no esperar a que el tanque de combustible esté por debajo de ¼ de su capacidad para recargarlo, si el viaje es largo, hacer una pausa después de haber consumido medio tanque es una buena forma de despejarse unos minutos mientras se llena el depósito nuevamente.
7- Prestar mucha atención a los otros autos
Lamentablemente en Argentina todavía hay muy pocas autovías de dos carriles para cada dirección, lo que reduce notablemente la cantidad de accidentes. Parece increíble que en pleno sigo XXI, todavía se lance una masa de acero con personas adentro a una velocidad promedio de 100 km/h en dirección contraria a otra en condiciones similares de peso y velocidad, y que ambas se crucen a dos metros de distancia, pero es así.
Los mejores consejos que se pueden dar para enfrentar la ruta y evitar sustos con autos que vienen de frente es tener siempre las luces bajas encendidas, de noche y de día, porque eso permite ser percibidos a mayor distancia, ir concentrado y con las dos manos al volante, especialmente en el momento de cruzarse con otro auto, y observar la conducta de quién viene en dirección contraria.
Si se aprecia que el auto que se acerca de frente pisa la banquina, esto puede ser producto de una distracción o de estar quedándose dormido. Lo que hay que hacer inmediatamente al ver esa situación, es frenar lo más fuerte que sea posible siempre contemplando que detrás nuestro no haya un auto muy próximo. La explicación es que cuando el conductor del auto que pisó la banquina reaccione a su mala maniobra, lo hará volanteando fuertemente hacia su izquierda, pero como la mayoría de los autos son de tracción delantera, apenas las ruedas de dirección pisen nuevamente el asfalto, estarán apuntando a la izquierda y lo más probable es que se vayan encima del carril por el que transitan los autos que van en la dirección contraria. De hecho, muchas veces esa maniobra termina con el auto que se salió del camino hacia su derecha, detenido en la banquina izquierda.
8- Hidratarse pero no comer mucho
Cuando el viaje es largo, es frecuente llevar alimentos para el camino. Eso suele entretener a los chicos o acompañantes, pero no debe incluir al conductor, quién debe mantenerse atento y despierto al volante. Comer genera que el proceso digestivo utilice más sangre en intestinos y estómago, pero a la vez, eso implica una disminución de la irrigación del cerebro, por lo tanto, el primer síntoma que se produce es el de la somnolencia.
A su vez, no mantenerse correctamente hidratado también causa dolor de cabeza y sueño, por lo tanto para quién va conduciendo un auto en ruta es recomendable consumir líquido con cierta frecuencia y evitar antes comidas pesadas como fiambres o snacks. Las bebidas energéticas tampoco son buenas contra lo que muchos creen, porque tienen azúcar agregada y grandes cantidades de cafeína, las que, en exceso causan el efecto contrario al deseado. Por supuesto, el alcohol no se debe ingerir en ningún momento de un viaje.
9- Tener la atención solo en el camino
No siempre es sencillo, pero hay que intentarlo. Quién va al volante debe ocuparse de la ruta y del tablero de instrumentos para la conducción. Si hay otro adulto dentro del vehículo, este es quién debe ocuparse de atender las necesidades de los chicos o pasajeros de las plazas traseras, lo que incluye entretenimiento, alimentación o incluso climatización.
Para que el conductor no pierda la concentración es importante que si hay música a bordo, esta no lo altere, especialmente por el volumen al que se reproduce. Los grandes recitales en la ruta no son el mejor modo de acompañar a quién va en el volante, así como tampoco lo son las discusiones. Un entretenimiento que funciona en algunas oportunidades, siempre y cuando no haya personas que se marean al leer en movimiento, es llevar un mapa de rutas para que los menores jueguen a ver las distancias, los nombres de las ciudades que se atraviesan durante el recorrido y de paso aprendan un poco más de geografía.
Con estas recomendaciones se puede salir a la ruta con un mayor control de lo que puede ocurrir. Siempre hay que llevar el cinturón de seguridad colocado y no se debe viajar con más personas que cinturones en un auto. Parar periódicamente y ante el primer signo de cansancio detenerse, es fundamental. El sueño llega de un modo inesperado y aunque parezca que es posible seguir, indefectiblemente regresará poniendo en peligro a propios y extraños.
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