Nico Rosberg sorprendió al mundo del automovilismo en diciembre de 2016, apenas unos días después de consagrarse como Campeón Mundial de Fórmula 1 de esta temporada, al anunciar que se retiraba de las pistas y no luciría el número 1 en la temporada 2017. Las razones del alemán, hijo de otro Campeón del mundo, Keke Rosberg en 1982, fueron que había sido un enorme esfuerzo emocional ganarle a Lewis Hamilton, su compañero, y que no estaba dispuesto a ese desgaste nuevamente. Así que se dedicaría a disfrutar de su esposa y sus hijos, y quedar únicamente como embajador de Mercedes-Benz.
Una de las actividades que más ha desarrollado desde entonces ha sido la de apoyar, incluso económicamente, distintos proyectos sustentables de todo tipo, por ejemplo, el de un sistema de recolección y potabilización de agua de lluvia envasada para consumo humano.
Pero también se ha dado otros gustos relacionados al mundo de los autos. Tiene un equipo de la categoría Extreme E, una especialidad en la que autos todo terreno 100% eléctricos, compiten con una pareja de pilotos, un hombre y una mujer, en los lugares más inesperados del mundo, la mayoría de ellos, donde la exigencia de los circuitos y su topografía, es todo un desafío para pilotos y automóviles.
Rosberg no compite, solo tiene su auto y sus pilotos, aunque suele ir a casi todas las carreras como modo de apoyar una causa que intenta ser ecologista e inclusiva a la vez y llevar ese mensaje a todos los rincones del planeta.
Sin embargo, Nico no pierde oportunidad de disfrutar de su pasión por la adrenalina de la conducción deportiva, y fue así que se convirtió en el dueño del primer Rimac Nevera, el super-auto de 2.000 CV de potencia exclusivamente eléctrica que se produce en Zagreb, capital de Croacia, y que es el auto de producción más potente del mundo.
El año pasado fue a la fábrica a ver el proceso de ensamble de su modelo y este año regresó para que el propio Mate Rimac le haga entrega de la primera unidad que salió para clientes. Ya en Mónaco, hace algunos días propuso en su canal de YouTube que las personas propusieran qué tipo de pruebas les gustaría que haga con el Nevera y eligió un par para realizar el mismo día de navidad por la tarde.
Si bien una de las propuestas era sacar el auto fuera del asfalto para probarlo en terrenos irregulares, Rosberg eligió otras menos riesgosas para el auto y más fáciles de mostrar en TV. Así fue como, acompañado con un joven camarógrafo a quién apoda “Rubinho”, se dispuso a salir de la zona urbana de Mónaco, donde reside, para hacer un ensayo de aceleración y uno de derrape, ambos perfectos para un auto que tiene casi 2.000 CV de potencia eléctrica, y que se puede configurar del modo que el conductor prefiera para ser más efectivo en cada caso.
Inicialmente, Rosberg explica y describe cómo se pone en marcha el Nevera, luego se ocupa de la puesta a punto de acelerador, frenos y suspensiones de acuerdo al estilo de manejo que desea utilizar, y el modo de conducción, entre los cuales se destacan el modo Track y el modo Drift, para circuitos y para derrapes controlados.
La primera prueba se hizo dentro de un extenso túnel. El campeón 2006 de F1 verificó que no hubiera tránsito a su alrededor y tras la cuenta regresiva, aceleró a fondo el Nevera para ver su comportamiento, especialmente el del control de tracción, que debe actuar necesariamente para que tanta potencia en las ruedas traseras no genere un trompo del auto.
Luego, ya en las montañas, transitando por los sinuosos caminos por los que cada año se corren algunos tramos del Rally de Montecarlo, fue tiempo de probar la aceleración, frenado y comportamiento en curva, y nuevamente el alemán quedó sorprendido con la respuesta obtenida de parte del auto.
El último test fue el de derrape controlado o Drift. Rosberg configuró la tracción completamente atrás, y el freno adelante, buscó una de las tantas horquillas de 360° de la zona y aceleró repentinamente en ese modo. El resultado fue un trompo que dejó el Nevera completamente cruzado en la ruta.
Al finalizar las pruebas, Rosberg ensayó una conclusión final, destacando que “he manejado muchos autos increíbles en estos caminos y hay que reconocer que es mucho más fácil que la mayoría de ellos. Se siente el centro de gravedad muy bajo del Nevera, la suspensión ultra rígida, el grip general del auto, que es sorprendente y el balance es levemente sobrevirante (tendencia a sacar la cola), pero lo suficiente para ser divertido y controlado. El auto no va corrigiendo el comportamiento con los sistemas electrónicos, sino que va fluyendo libremente, y cuando le aplicas el acelerador pareciera que comienza a flotar pero siempre bajo total control”.
Como anécdota final, cuando quiso dar la vuelta para descender de las montañas y llegar a tiempo al festejo de Navidad, activó el freno de mano accidentalmente y no lo pudo desconectar. Así fue que Rosberg y Rubinho pidieron ayuda a unos amigos y regresaron a Mónaco en un VW Golf GTI, y una vez terminada la cena navideña, regresaron con otro auto hasta donde había quedado solitario el Rimac Nevera de 2 millones de euros con las instrucciones correctas para poder desbloquear el freno de estacionamiento y regresar a casa.
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