Preparar el auto para las vacaciones puede ser una tarea sencilla o un verdadero dolor de cabeza. Todo depende del mantenimiento que se haga al vehículo durante el año, y naturalmente, no siempre esto ocurre del modo ideal por motivos diversos, uno de los cuales suele ser los costos de las autopartes.
Es fundamental tener conciencia de la importancia de un correcto funcionamiento de las partes vitales de un automóvil, no solo para que un viaje de vacaciones sea solo el traslado hasta el destino elegido para descansar, sino para que sea seguro para los ocupantes del vehículo y para terceros. Un desperfecto mecánico, dependiendo de qué se trate, puede dejar a una familia al costado del camino por muchas horas, demorar incluso más de un día o directamente generar que se deba cancelar el viaje definitivamente, pero también puede ocasionar una tragedia por un accidente vial.
1- Las ruedas
Lo primero que hay que revisar son los cuatro puntos de apoyo del auto con el piso, las ruedas, lo que incluye mucho más que los neumáticos en sí mismos. La presión de inflado es esencial, sobretodo si el automóvil estará cargado con cuatro o cinco ocupantes más todo el equipaje. La presión normal se debe llevar unas libras por encima de la que se utiliza en uso cotidiano. Cada auto tiene una tabla de recomendación de inflado que se puede encontrar en el zócalo de una de las puertas o en la tapa del depósito de combustible, o directamente en el manual del usuario. La mayor presión permitirá que la banda de rodamiento, la que tiene el dibujo del neumático, apoye mejor con más kilos encima y no se deforme.
Más allá de la presión, hay que revisar que el nivel de desgaste sea seguro, y esto se verifica fácilmente mirando los testigos que todas las cubiertas tienen. Es una goma que sobresale dentro de los canales del dibujo. Si está al mismo nivel ese testigo que la banda de apoyo del neumático, es tiempo de cambiarlo, porque eso significa que el espesor de caucho es el mínimo para que no haya un reventón o una pinchadura.
Pero entre el neumático y la carrocería están las suspensiones, y en las ruedas delanteras, el sistema de dirección del auto. Entonces es recomendable revisar en una gomería que tenga el equipamiento adecuado, cómo están la alineación y balanceo de las cubiertas y el estado de los amortiguadores, extremos de dirección, rulemanes y rótulas de suspensión. Cualquiera de esos puntos que no estén en condiciones, generarán que las ruedas no estén apoyadas en el piso en el modo adecuado para que el andar sea seguro, y esto se podría agravar si el camino no es muy parejo o si en algún momento del viaje aparece algo de lluvia.
2- Los frenos
El otro punto a revisar es el del equipo de frenos, empezando por el desgaste de las pastillas y discos y revisando el nivel del líquido de freno. Cambiar las pastillas implica rectificar los discos aunque no estén excesivamente gastados, pero entre el uso y las continuas rectificaciones, el cambio de discos en algún momento llega.
3- Los líquidos
El otro gran aspecto que se debe cuidar es la mecánica del auto. Hay tres líquidos que se deben verificar antes de un viaje: nivel de aceite del motor, del líquido refrigerante del sistema de enfriamiento del motor, y del líquido en el depósito de lavaparabrisas. Los dos primeros son fundamentales para que el motor funcione normalmente, porque uno lubrica el motor y el otro mantiene la temperatura en niveles adecuados. Cualquiera de ellos que no esté en su justa medida, ocasionará roturas graves.
El tercero es más importante para evitar quedar ciegos ante un inesperado ingreso de suciedad en el parabrisas como pueden ser los famosos mosquitos de la ruta, especialmente en el atardecer, cuando se convierten en verdaderas nubes repentinas.
El aceite depende de cada motor, hay sintéticos, semi-sintéticos y minerales para autos más viejos, y cada uno tiene distintas graduaciones de acuerdo a la tecnología de cada mecánica. Nunca es recomendable mezclar aceites de distinta graduación y menos aún de distinto origen. Es recomendable para ello, tener siempre un litro extra en el baúl del mismo compuesto que está en el motor.
El líquido refrigerante no es lo mismo que el agua o que el agua destilada. De hecho, el agua no es recomendable para el circuito de refrigeración del motor porque es corrosiva y termina dañando otras partes, pero además tiene un punto de congelamiento más rápido y un punto de ebullición más bajo, es decir que se congela antes y se hierve antes que el líquido refrigerante. Si se compra líquido refrigerante concentrado, hay que rebajarlo con un 30% de agua destilada, para que funcione tal como lo indican sus cualidades.
Para el lavaparabrisas se suele usar agua, aunque nuevamente vale señalar que la corrosión es inevitable y con el tiempo termina dañando el circuito por el que circula. Existen productos para que el lavado del vidrio sea mejor, porque además desengrasarán la superficie, algo que no ocurre si se coloca detergente de cocina. Finalmente, las escobillas de limpiaparabrisas son igualmente fundamentales para una buena visión, especialmente en lluvia. Al ser de goma, verificar su buen estado es simple, se pasa la yema de los dedos por la zona de contacto con el vidrio y si no están flexible, hay que reemplazarlas porque eso significa que están resecas y no evacuarán el agua correctamente.
4- Las luces
Aprovechando que el auto va a un taller o a una gomería, es recomendable revisar que todas las luces del auto funcionen correctamente y los faros delanteros estén bien alineados para evitar encandilar a quienes vienen de frente si están muy altos, o tener muy poca iluminación si están muy bajos.
5- El aire acondicionado
En vacaciones de verano, el correcto funcionamiento del aire acondicionado cumple un rol importante también. El primer síntoma que aparece es el de notar que, ante altas temperaturas, en algunos momentos deje de enfriar y hasta sea más conveniente apagarlo que seguir así porque solo ingresa aire húmedo y caliente al habitáculo. Se puede resolver deteniendo la marcha unos minutos cuando el motivo sea que está tapado de suciedad el radiador por el que toma aire para funcionar correctamente, pero si eso no funciona, puede ser falta de carga de gas o un mal funcionamiento del compresor.
Hablando de costos
Solo para tener en cuenta a modo informativo, y tomando como referencia un auto mediano, un cambio de aceite y filtros de aceite y aire tiene un costo de unos $10.000 colocando aceite genérico y casi el doble si se coloca un aceite de marca que cuida mejor el motor. Si además se cambia el filtro de combustible y el de polen del habitáculo, ese número puede subir hasta los $30.000. Hacer un diagnóstico con escáner se cobra entre $8.000 y $10.000 y una carga de aire acondicionado se cobra aproximadamente $15.000.
Y si se trata de rodados y frenos, los precios son también un condicionante del costo que hay que calcular para salir de vacaciones en auto. Un cambio de pastillas de frenos que requiere la rectificación de discos ronda los $20.000. Alineación y balanceo puede costar cerca de $7.000, un cambio de amortiguadores entre $50.000 y $60.000 y el recambio de rótulas y precaps está en mercado cerca de los $35.000. Pero si se detecta que hay neumáticos muy gastados que necesitan reemplazo, cambiar las cuatro ruedas de un auto rodado 185/65/15 pulgadas tiene un costo de unos $255.000.
“Hay todo tipo de usuarios. Tenés los que nosotros llamamos ‘jeringas’, que son esos fanáticos de tener el auto perfecto todo el año, que solo pasan por la gomería para verificar alineación y balanceo, y que suelen tener todo en condiciones”, dice Luís Delconte, propietario de una cadena de gomerías en Olivos.
“Pero después tenés el que no le hizo nada al auto en todo el año y cuando viene a la gomería se encuentra que tiene los neumáticos demasiado gastados, o mal gastados por no haberlos tenido bien alineados y balanceados, y ahí se enteran que hay uno o dos amortiguadores que están para cambiar, especialmente si van a cargar con mucho peso el auto. Y después está el que no le hace nada al auto, ni siquiera regular la presión de inflado. De ese tipo de usuario nos enteramos a la vuelta, cuando tuvo un problema y viene a solucionarlo al final de las vacaciones”, amplía Delconte.
Documentación y equipamiento
Para salir a la ruta, es obligatorio tener DNI de cada ocupante del auto, licencia de conductor correspondiente al mismo distrito que figura en el DNI y que no se encuentre vencida, tarjeta indentificatoria del automóvil (tarjeta verde o azul según si es titular o conductor habilitado), credencial de seguro al día, patente al día y VTV vigente sin objeciones.
Además, se debe llevar a bordo un botiquín de primeros auxilios, chaleco reflectivo, un juego de balizas portátiles triangulares y matafuegos con la carga verificada.
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