El desarrollo de los Sistemas de asistencia a la conducción (ADAS), entraron en una nueva dimensión a partir del uso de Inteligencia Artificial (AI) algunos años atrás. Hasta entonces, se trataba de dispositivos de control electrónico que no tenían la necesidad de usar el modo de aprendizaje que se ejecuta automáticamente a partir de las conductas de los usuarios como ocurre hoy.
Los primeros ADAS tenían funciones que, aunque igualmente importantes, eran mucho más básicas, como el sistema antibloqueo de frenos que conocemos como ABS, o el control de estabilidad o de tracción. Después llegaron los sensores que permitieron detectar peatones u obstáculos adelante y atrás, especialmente útiles para el momento de estacionar, a los que más tarde se le sumaron las cámaras que hoy tienen casi todos los autos de nueva generación.
El control de crucero era casi mecánico hasta entonces, seleccionando una velocidad que el automóvil debía mantener ya sea acelerando o desacelerando en caso de subida o bajada, pero todos eran procesos internos de cada vehículo, sin contemplar el exterior.
Pero con la llegada de la interacción dinámica entre el vehículo y los demás, gracias a los radares y las cámaras que se conectan a un cerebro que funciona por Inteligencia Artificial, se produjo el gran cambio tecnológico.
El control de crucero pasó a ser adaptativo, es decir que el auto mantiene su velocidad programada pero también una distancia con los que aparezcan adelante. También el detector de presencia en punto ciego, el corrector de carril y hasta las luces altas automáticas que bajan cuando aparece un auto de frente para evitar encandilamientos.
El último gran avance llega de la mano de las cámaras en interior de los habitáculos. No es nuevo, ya hace un tiempo que tienen por finalidad controlar la atención del conductor sobre el camino, pero la empresa sueca Polestar acaba de anunciar que en la próxima Exposición internacional de tecnología, el CES Las Vegas 2023, presentarán su nuevo sistema Driver Monitoring System (DMS), desarrollado en conjunto con la compañía Smart Eye, y que estará a bordo del nuevo SUV de la marca, el Polestar 3.
El sistema DMS hace uso de dos cámaras de monitoreo, trabajando al mismo tiempo con el software de Smart Eye, que detecta los movimientos de la cabeza, los ojos y los párpados. Si el sistema considera que el conductor está distraído, somnoliento o desatento, activa mensajes de advertencia para sacar al conductor de esa situación y ponerlo otra vez en su rol. De hecho, en escenarios más extremos, DMS puede incluso ejecutar una parada de emergencia del vehículo.
Pero la gran novedad es que el nuevo sistema que se estrenará en el CES Las Vegas 2023, tiene incorporada la tecnología que monitorea a los pasajeros, no solamente a los conductores, de modo de poder actuar si encuentra comportamientos que podrían llegar a distraer al conductor, como movimientos bruscos en el asiento trasero. El sistema de monitoreo incluye rastrear comportamientos como el sueño de un niño pequeño en su asiento de seguridad o los gestos de una mascota como un perro que pueda alterar el normal comportamiento en los pasajeros.
Para desarrollar este sistema y predecir los gestos que requieren especial atención, se hizo un trabajo de programación del sistema de Inteligencia Artificial, mostrando todo tipo de actitudes de hombres, mujeres y niños en una habitación con paredes de un solo color contrastante, que permita a las cámaras registrar los distintos movimientos de las facciones de las caras en todo tipo de estados de ánimo.
También se cargaron en el programa las distintas maneras que tienen las personas de mirar un teléfono móvil mientras conducen, ya sea bajando levemente la vista o inclinando la cabeza, de modo de tener en el registro cuando un conductor intente disimuladamente mirar la pantalla de su Smartphone sin ser detectado.
“Estamos entusiasmados de tener a nuestros compañeros innovadores suecos en nuestro stand en CES”, dijo Martin Krantz, director ejecutivo y fundador de Smart Eye, que al igual que Polestar y la casa matriz, Volvo, también es de origen sueco y tiene su sede en Gotemburgo.
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