Cuando se habla de autos sustentables, la primera palabra que aparece en la conversación es híbrido y la segunda es eléctrico. Es común que para muchas personas, que no están interesadas en profundizar técnicamente en las diferencias, haya cierta confusión para distinguir si es lo mismo; si es similar o si es completamente diferente.
Es que existen razones para confundirse, porque muchas veces se simplifica el tema hablando de autos electrificados, con lo cual se suma una nueva terminología que los mezcla aún más. El término es correcto, porque tanto los eléctricos como los híbridos, en efecto, tienen intervención de la electricidad en su funcionamiento. Los primeros al 100%, pero los segundos en distintos grados y proporciones de acuerdo al tipo de hibridación que lleven.
Autos eléctricos 100%
Para aclararlo de modo rápido, separar a los eléctricos puros del resto es lo más simple. Estos son los autos que solamente tienen uno o dos motores (los hay de 3 y hasta de 4, uno por rueda), según la categoría o segmento. Cuando tienen más de un motor, suelen estar uno en el eje delantero y otro en el trasero, lo que convierte a los autos en tracción integral.
Estos motores funcionan únicamente con electricidad, que proviene de una batería que se debe enchufar a la red eléctrica. Cuando se quedan sin batería, no hay otro modo de seguir camino, se deben enchufar sí o sí. Según la potencia de la red a la que se conecten, el tiempo de recarga varía. Se puede tener una carga doméstica común en la que un auto demora unas 8 a 10 horas en cargarse completamente, una carga rápida que se debe instalar en cada caso y que permite acortar esos tiempos de recarga a unas 2 ó 3 horas, y los súpercargadores que pueden completar la batería en 30 minutos.
Entonces sí, tras entender las características de los autos 100% eléctricos, a los que se los conoce como autos EV (electric vehicle) o BEV (battery electric vehicle), hay que entrar al mundo de los híbridos, que no es tan simple de comprender pero muy necesario si se pretende entrar a la movilidad sustentable sin llevarse una sorpresa.
Mild-hybrid (MHEV)
Los menos híbridos de todos son los Mild-Hybrid o microhíbridos (MHEV). También se los conoce como híbridos de 48 volts. Son vehículos con motor convencionales de gasolina, a los que se adapta un pequeño sistema de asistencia eléctrica que puede recuperar energía que se almacena en una pequeña batería de 48 v. Esa energía se utiliza para asistir al motor de combustión en fases de aceleración en general como la salida de un semáforo, con lo que el consumo de gasolina disminuye levemente. También pueden apagar el motor térmico en una pendiente prolongada en la que no se acelera, pero mantener encendidos todos los sistemas de servoasistencia como dirección y frenos, o contribuir a la alimentación del sistemas como el del aire acondicionado para que consuma menos combustible.
Híbridos convencionales (HEV)
Después vienen los híbridos convencionales, de los que más opciones hay entre todas las marcas para mercados como el de Latinoamérica. Estos son los denominados HEV o Hybrid electric vehicle, y su característica es que tienen dos motores, uno de combustión interna y uno eléctrico. Sin embargo, el motor eléctrico y la batería que lo alimenta son de baja capacidad y suelen tener muy poca autonomía 100% eléctrica, cercana a los 2 km.
Su misión es la de reducir el consumo de gasolina constantemente ya que están conectados a la transmisión al mismo tiempo que el motor térmico. El objetivo es poder cargar la batería con el movimiento del motor al desacelerar y de los frenos cada vez que se aplican. Una vez que la batería tiene suficiente carga, actúa ofreciendo energía eléctrica a la computadora que administra ambos recursos.
Si el auto está en ralentí o avanzando sin presión sobre el acelerador, se conecta el modo EV y el motor de gasolina se apaga hasta que la batería se consume o el conductor acelera y genera que se encienda el motor térmico. Esta batería no se enchufa a la red y solo se recarga con el andar del auto.
Híbridos enchufables (PHEV)
Entonces aparece el auto híbrido enchufable, cuya sigla es PHEV (Plug-in hybrid electric vehicle). Este también debe su denominación al hecho de tener dos tipos de motor. Uno de combustión interna convencional y uno o dos eléctricos que suelen estar ubicados uno en cada tren de ruedas. La diferencia con los híbridos convencionales radica en que estos motores son más potentes, suelen igualar la potencia del motor de gasolina, y la batería, además de poder conectarse a la red para la recarga, es mucho más grande, lo que permite que los vehículos con esta tecnología puedan tener autonomía 100% eléctrica por muchos kilómetros más. Según los modelos, esta capacidad de funcionar sin el motor térmico tiene un rango de entre 40 y 70 km.
Además, el usuario puede administrar la carga de modo de reservarse batería para uso exclusivamente eléctrico para el momento en que desee tenerla, como puede ser entrar a una ciudad. Entonces programa el porcentaje de energía que no quiere consumir y el auto solo dispondrá del remanente. Adicionalmente la tecnología que tienen permite que durante la marcha, se vaya recargando la batería con el motor eléctrico funcionando al revés como un regenerador al desacelerar y gracias a la energía cinética del sistema de frenos del auto, lo que permite “jugar” a acumular electricidad durante la conducción térmica.
Sistemas alternativos: FuelCell y EREV
Quedan otros dos sistemas de propulsión que utilizan electricidad, aunque por el momento no están en el mercado regional. El primero es el más conocido, el de pila de combustible de hidrógeno o Fuel cell. Hay dos autos de producción que lo utilizan: Toyota Mirai y Hyundai Nexo. Este tipo de autos funciona a través de un motor eléctrico, pero la batería se carga por un proceso de electrólisis inversa aplicado al hidrógeno para generar electricidad. El auto no se enchufa sino que tiene tanques de hidrógeno comprimido a 700 atmósferas de presión.
El otro sistema es conocido como EREV (extended-range electric vehicles), donde las ruedas son movidas por motores eléctricos también, alimentados por una batería de iones de litio que se carga enchufándola a la red, pero luego mantiene la carga gracias a la acción de un motor de combustión interna funcionando a muy bajas RPM que hace las veces de generador. Esto hace que su consumo y emisiones sean bajos y que el auto se propulse con uno o más motores eléctricos. Esta tecnología es la que utiliza Nissan en sus modelos conocidos como e-Power, que llegarán a algunos países de la región durante 2023.
Actualmente, en Argentina hay pocos modelos eléctricos 100% y Mild-Hybrid. Estos últimos son mayormente de marcas Premium. Esto obedece al costo que tienen por ser autos eléctricos e importados, y a una matriz eléctrica que todavía no está preparada para abastecer a un mercado muy grande de autos que se deban enchufar, para el primer caso.
Pero si se pretende entrar a la movilidad sustentable, donde hay más opciones es en el segmento de los híbridos convencionales (HEV), que al mismo tiempo son los más accesibles, y de a poco van llegando más modelos de híbridos enchufables, con un precio más elevado pero que están por debajo de los eléctricos puros.
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