La serie televisiva “El encargado”, protagonizada por Guillermo Francella y estrenada hace pocos meses en Netflix, tuvo una inesperada repercusión por la polémica generada con muchos porteros de edificios que la consideraron ofensiva para ellos y su rol, pero también develó para muchas personas la existencia de los porteros virtuales, algo que se ve cada día con mayor frecuencia en las grandes ciudades con altas torres de viviendas.
Si bien el desarrollo de estas aplicaciones comenzó mucho antes, la pandemia del COVID-19 y los prolongados aislamientos que se han dado en distinta forma e intensidad en todo el mundo, generaron que el mundo paralelo tuviera un crecimiento exponencial entre 2020 y la actualidad.
En muchos casos fue circunstancial, y actividades que necesitan la presencialidad para funcionar tal y como han sido concebidas, retomaron el formato tradicional de toda la vida, pero todavía hay una tasa de virtualidad muy alta, porque también se ha comprobado que ciertas tareas se pueden hacer del mismo modo o incluso mejor, sin la pérdida de tiempo por traslados y sin requerir instalaciones de parte de los empleadores. Es un momento de cambio de paradigma que parece atravesar a casi todas las compañías, organizaciones y organismos privados y públicos.
Hasta hace un tiempo, comprar un auto requería ir a un local de venta, asesorarse de cualidades y opciones de los modelos, probarlos estática y dinámicamente, y terminar acordando modos de venta y posible financiación.
Con internet, la mayoría de los compradores llegan a un concesionario oficial o agente particular con mucha más información, sabiendo puntos fuertes y débiles de cada modelo e incluso conociendo la opinión de quienes ya los tienen, entonces la visita se acotaba a ver y tocar el vehículo, probarlo eventualmente y acordar el precio, que incluso ya se conoce de antemano.
Pero el Metaverso, el universo paralelo completamente virtual, ha cambiado incluso ese escenario también, y Fiat ha decidido dar el primer paso de la industria, lanzando su primer concesionario completamente digital, que no requiere que el cliente tenga que salir de su domicilio para ver, probar y comprar su automóvil.
El “Fiat Metaverse Store” y fue desarrollado en colaboración con Touchcast y Microsoft, quienes diseñaron esta experiencia específicamente para Fiat, y ha comenzado a funcionar primeramente en Italia. La plataforma Metaverse-as-a-Service de Touchcast está basada en Microsoft Cloud y brinda a los clientes acceso al Metaverso sin necesidad de ningún equipo adicional más que una computadora. No es necesario tener anteojos de realidad virtual, avatares o hardware especializado para experiencias inmersivas.
Un asesor de ventas humano, especializado en el modelo elegido, acompaña al potencial comprador en todo momento, dialogando con él, respondiendo preguntas o explicando cómo funciona cada dispositivo del automóvil, del mismo modo que lo haría un vendedor en una concesionaria.
El sistema funciona con reserva previa, de modo que el cliente envía un mail desde la web de la marca pidiendo un turno. La respuesta incluye el horario de la consulta y un link directo para conectarse sin tener que abrir ninguna plataforma de comunicación virtual como Teams, Skype, Meet o Zoom, pero una vez que comienza la entrevista, el formato en el que todo transcurre es el mismo, es decir, una pantalla grande con la concesionaria que incluye al vendedor y una ventana pequeña en un rincón donde el usuario se ve a sí mismo.
Luego empieza una descripción detallada del modelo, acompañada de un video en el que se muestra cada aspecto mencionado. Después hay un tour por cada parte salvo el motor. El capot no se levanta en esta plataforma, quizás pensada para autos eléctricos, donde el motor no interesa y aporta nada llegar a él para verlo. Efectivamente, esta primera experiencia está hecha para comprar un Fiat e500 “Bocelli”, aunque en pocas semanas se extenderá a más modelos, todos ellos eléctricos.
Una vez terminada la explicación de detalles y quitadas las dudas que pudieran surgir, se entra al habitáculo para configurar las opciones de materiales y colores de todo, desde la carrocería hasta los tapizados y detalles que se pueden personalizar. El panel es sencillo de usar, pero con un asistente personal es mucho más fácil aun.
Entonces llega el momento de conducirlo por la pista circular de Fiat en el techo del Lingotto en Turin, clásica de la marca desde los años ‘50, aunque ahora convertida en un espacio para eventos y no para testear todos los autos que salían de producción como en el tiempo de su construcción. La prueba dinámica permite apreciar el funcionamiento de todos los sistemas de asistencia a la conducción ADAS y el auto en general a baja velocidad. Si una vez terminada la prueba, el cliente desea probar el auto físicamente, se planifica en el momento una cita en un concesionario cercano a su domicilio para luego continuar la operación de venta.
Solo quedará comprarlo o dejar la operación en pausa hasta decidirse. La compra se puede hacer con una reserva de 500 euros, luego de la cual, a través de email, llegan los formularios de la operación a la computadora personal del cliente, y una vez enviados de regreso con todos los datos necesarios, se pacta la entrega en un concesionario real a elección del comprador.
Parece sencillo, efectivo y sobretodo muy práctico. Además, con el tiempo y el desarrollo de la tecnología habrá más realismo en poco tiempo, y lo que hoy parece irreal se convertirá en algo casi tan tangible como el auto mismo. Después seguramente llegará la entrega a domicilio, y por fin el usuario saldrá de su casa, pero para disfrutar su auto recién llegado.
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