Desde que el fenómeno de la movilidad sustentable se ha apoderado de la conciencia de los fabricantes de todo tipo de vehículos sobre la faz de la tierra, ha quedado claro que algunas tecnologías se adaptan mejor de determinados usos que otras.
La electricidad pareciera tener todas las ventajas para mover automóviles livianos y medianos en distancias relativamente cortas, el hidrógeno podría ser una mejor solución para transporte pesado y largos viajes, pero especialmente para motores estacionarios que requieren grandes potencias. El resto de las alternativas como la solar y el combustible sintético, todavía no han logrado ser consideradas como una solución completa, sino como una complementaria en el caso de la primera y una alternativa que requiere desarrollo en el último caso.
Pero en el medio de todas estas clasificaciones y encasillamientos, hay vehículos que pueden considerar más de un camino, y el de las lanchas y embarcaciones particulares medianas, ha comenzado a ver en la electricidad una verdadera buena opción para ser neutrales de carbono.
Un exejecutivo de Tesla, John Vo, ha creado su propia compañía tras dejar la empresa de autos de Elon Musk en 2017. La llamó Blue Innovations Group (BIG) y está dedicada exclusivamente a la fabricación de embarcaciones sustentables.
Su primer proyecto se acaba de revelar parcialmente y será exhibido en el próximo CES de Las Vegas, durante los primeros días del mes de enero de 2023. Se trata del BIG R30, un crucero eléctrico de 30 pies de eslora (9.14 metros de largo) que pretende provocar una verdadera revolución en la industria de la movilidad acuática.
El R30 tiene una gran batería de litio-ferrofosfato (LFP) de 221 kWh que es refrigerada por líquido. La decisión de utilizar esta tecnología es que tienen mayor vida útil que las de níquel-manganeso-cobalto (NMC) o las de níquel-cobalto-aluminio (NCA), y si bien requieren mayor volumen por su menor densidad energética, un crucero de estas dimensiones no tiene problema de espacio, por lo que es una solución más fácil de aplicar que en un automóvil mediano que pretende ser más eficiente con un costo igualmente conveniente.
Esta batería tiene una autonomía promedio de 8 horas de uso, pero como quedarse sin energía en aguas profundas o alejadas podría significar una preocupación que ningún usuario quiere tener, BIG ha dotado a la R30 con paneles solares extensibles, que cumplen la misión de ser un extensor de rango y no un cargador de la batería, que para recuperar su carga, deberá conectarse a la red eléctrica en el muelle o amarra.
La propulsión eléctrica de esa gran batería se encarga de dar energía a dos motores eléctricos de 600 kW de potencia, equivalentes a unos 816 CV de fuerza, y la velocidad que puede desarrollar la embarcación es de 39 nudos, es decir unos 72 km/h.
Pero la experiencia de Vo en Tesla no está solo reflejada en el sistema de propulsión de la lancha R30, sino en su tipo de construcción, ya que no se utiliza ni la fibra de vidrio, tan común en embarcaciones de este tipo, ni fibra de carbono, mucho más vista en yates de lujo. La lancha estará construida íntegramente en aluminio, como los autos de Elon Musk, con la batería formando parte de la estructura misma.
En cuanto al equipamiento interior, llaman la atención dos cualidades en particular. La primera está dada por las dos grandes pantallas que se encuentran una al lado de la otra en el tablero, y que son prácticamente idénticas a las que equipan a los Tesla Model 3 y Model Y. La segunda característica viene por el lado del timón, que no es tal sino un volante tipo Yugo, también muy parecido al que ofrecen los autos eléctricos de la marca nacida en California y hoy instalada en Texas.
Luego del CES de Las Vegas en enero, la empresa espera tener operativo el primer barco durante el mes de febrero, aunque esa unidad no es para pruebas sino un modelo a escala 1:1 sobre el cual evolucionar el diseño. Luego, a partir de octubre, cuatro lanchas prototipo comenzarán los ensayos dinámicos intentando terminar para finales de año, de modo de poder comenzar la fabricación en serie y hacer las primeras entregas del R30 a partir de mediados de 2024. El precio no es accesible, ya que habrá que desembolsar 300.000 dolares para ser propietario de uno de estos “Tesla del agua”.
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