Desde la obtención de la Copa América, lentamente empezó a calentarse el corazón de los argentinos alimentando la ilusión del Mundial. Algunos empezaron a ahorrar para viajar a Qatar, otros se compraron la camiseta oficial de la Selección Argentina, y quienes no pudieron, se aseguraron una genérica o al menos una nueva bandera. Cada uno fue buscando el modo de prepararse para el que ya se avizoraba, sería “el mundial de Messi”.
Y probablemente como nunca pasó antes con una Copa del Mundo de fútbol, de a poco empezaron a aparecer manifestaciones de mayor visibilidad, personalizadas, imaginadas, diseñadas y aplicadas sobre distinto tipo de vehículos. Pasó en Buenos Aires y en el interior del país, y pasó también en el exterior. La pasión que ha despertado el equipo de Lionel Scaloni, generó el movimiento espontáneo conocido como “La Scaloneta”, y nada mejor que un auto, un colectivo o una pickup para aplicarse a la frase que se repite en cada rincón: “Subite a la Scaloneta”.
Christian González tiene una empresa de transporte y hace un par de años compró un viejo y desarmado Mercedes 1114 para convertirlo en auxilio para sus propios vehículos.
Cuando lo empezaron a reparar con su padre y su hijo, llegó el momento de pintarlo y eligieron el color celeste porque era el más barato. Lejos estaban de pensar que ese colectivo-grúa se haría famoso en Olivos, cuando al sellar el pase a semifinales, lo utilizaron para salir a festejar la victoria sobre Países Bajos.
Sin embargo, cuando la “Scaloneta Micro” apareció en Avenida Maipú, en la esquina de la Quinta Presidencial de Olivos el pasado miércoles para festejar el pase a la final, se convirtió en la atracción de la multitud que se había volcado a las calles en un clásico punto de encuentro en la Zona Norte del Gran Buenos Aires.
Gastón Constantini llegó por otro camino. Su hija Lola, de 9 años tuvo un problema cardíaco que la mantuvo internada cerca de un mes en La Plata. Ella es fanática de los autos a escala Hot Wheels, así que apenas estuvo mejor de salud, su padre viajó a Santa Fe a comprar un Rambler que había visto publicado en venta, lo compró y lo ploteó con una decoración clásica de los autitos de colección. Detrás de ese gesto había una idea que surgió entre padre e hija, y que era hacer acciones solidarias con el particular vehículo que lucía celeste y naranja con un gran número 18 en las puertas delanteras.
Pero cuando el Mundial empezó a ocupar todo el espacio en la vida de los argentinos, Gastón y Lola pensaron en cambiar la decoración del Rambler 66, se anotaron en un concurso de una empresa de ploteos de Berazategui, donde había que contar una historia para que ellos evalúen cuál era merecedora del premio, y lo ganaron. Así, el Rambler podía convertirse en un auto temático.
Y fue otro chico, Juani de 12 años que vive en Pergamino y dibuja maravillosamente, quién se encargó del diseño, donde Lionel Messi es protagonista en el capot, Carlos Bilardo y Diego Maradona en los guardabarros delanteros derecho e izquierdo por separado, y Ángel Di María, Rodrigo de Paul, Lautaro Martínez y “el dibu” Martínez en la tapa del baúl.
La misma empresa de ploteos de Berazategui, apa.id.ploteos, hizo también su propio auto en homenaje al equipo de Scaloni a partir de un VW Escarabajo. Y para ser originales lo llamaron “Escaraneta”, mezclando el apodo del auto más famoso de Volkswagen con el movimiento generado detrás del equipo argentino en el Mundial de Qatar.
Sergio “Pupo” Villalón es un fanático del futbol de Río Tercero, en la provincia de Córdoba. Después de la Copa América, la idea de cambiar su motorhome creado a partir de la carrocería y mecánica de un colectivo Bedford de 1963 empezó a dar vueltas en su cabeza. Así, contactó a los artistas plásticos Nahuel Alén y Damián Galassi y les propuso diseñar una “Scaloneta” que sirviera como homenaje a la Selección Argentina de fútbol.
En solo 10 días el trabajo estuvo terminado, y hoy, la casa rodante que pasaba desapercibida por las calles de Río Tercero, arranca aplausos, asombro y especialmente mucha ilusión al pasear por las calles de esta ciudad del sur de la provincia de Córdoba.
Pero no solo por los colores celeste y blanco, sino por las dos imágenes que se pueden apreciar en su carrocería, porque representan al equipo de Diego Maradona y al de Lionel Messi, los dos más grandes futbolistas argentinos de todos los tiempos, que pasearon su magia por los estadios de varias Copa del Mundo.
Mario Terrieri vive en Cucullú, un pequeño poblado distante unos 10 kilómetros de San Andrés de Giles, en la provincia de Buenos Aires, y a diferencia de los casos anteriores, no acudió a un auto antiguo para convertirlo en un homenaje sobre ruedas para la Selección Nacional, lo hizo sobre su pickup Toyota Hilux 2022. La decisión fue tan espontánea e inesperada como el resultado del partido entre Argentina y Croacia que clasificó a Messi y sus compañeros para la Final con Francia.
En medio de los festejos en la calle, a Mario se le ocurrió la “locura” de pintar la Hilux, así que fue a una pinturería y asesorado por el comerciante, compró un aerosol tipo Latex que al secarse se puede retirar sin dañar la pintura original del vehículo. Compró celeste y amarillo, y aprovechando el color blanco de su camioneta, sin lavarla siquiera, decidió improvisar una decoración diferente en cada lateral y un gran sol amarillo y un número 10 en el capot.
Ariel Lenz es integrante de “Alto Trapo”, un grupo de artistas de Mendoza que se dedica al diseño de murales para las hinchadas y al armado de banderas gigantes. En julio de este año, cuando todavía faltaba mucho para el Mundial de Qatar, empezaron a imaginar una obra sobre ruedas. Carlos Romero, un chofer jubilado, aportó su colectivo Mercedes-Benz de 1984 y el proyecto tomó forma.
Durante cuatro días estuvieron aplicando las ilustraciones que hoy esta “La Scaloneta” mendocina luce orgullosa en la esquina de San Martin y Peatonal, en la capital de la provincia. Primero hubo que retirar la base naranja y preparar la superficie, y luego comenzaron a aplicar la base blanca y celeste sobre las que posteriormente se dibujaron varias aplicaciones, donde Lionel Messi y Diego Maradona son los dos grandes protagonistas, uno del lateral izquierdo y el otro en el derecho. Este pasado viernes, Romero y “La Scaloneta” salieron de Mendoza hacia Buenos Aires, con la intención de llegar a tiempo para recibir a los futbolistas argentinos a su regreso de Qatar.
Humberto “Lali” Moya es de San Francisco, Córdoba. Allí, junto a sus hijos, que se dedican a la serigrafía, decidieron plotear un viejo Buggy que tenían y convertirlo en un auto homenaje para el equipo nacional de futbol, que tiene la cara de los jugadores en el parabrisas, la imagen de Diego Maradona y la de las islas Malvinas.
El club de fans de Yhosva Montoya hizo popular “La Yhosvaneta”, un Fiat 600 color turquesa, durante el proceso de ascenso a la fama del cantante de Gaiman, provincia de Chubut, en el programa La Voz Argentina. Pero tras la victoria ante México, Nancy Cárdenas, presidenta del Club, decidió cambiar la estética del “fitito” adaptándolo a la Selección Nacional de fútbol. Así nació la versión chubutense de “La Scaloneta”.
Sergio Masanelli en Ingeniero Maschwitz, provincia de Buenos Aires, y Federico Marcelino en Rafaela, provincia de Santa Fe, decidieron que una combi Volkswagen también era una buena iniciativa para crear un homenaje al equipo nacional de fútbol en Qatar 2022.
Sergio optó por pintar las franjas celestes y blancas en toda la carrocería, mientras que Federico dejó el color amarillo y blanco original de su vehículo, pero le agregó las fotos del DT y los jugadores argentinos en las ventanillas, emulando uno de los primeros dibujos con el que surgió “La Scaloneta”, y que mostraba al cuerpo deportivo completo con Scaloni al volante en un vehículo similar.
El más extremo de los casos se ha dado en Miami. Allí, un cordobés llamado Leandro Castello, decidió que su modo de apoyar al equipo de Argentina era pintar nada menos que un Chevrolet Corvette Stingray C3 de 1979 con los colores de la camiseta nacional. Así nació “La Corvettina”, el nombre del auto que surgió de un juego de palabras entre Corvette y Argentina.
El trabajo no fue muy complicado para Leandro, porque una de sus ocupaciones en EE.UU. es la de restaurar autos. El auto nació como un homenaje para la Copa del Mundo, pero como ha tenido tanto éxito, Castello y su esposa han decidido que una vez terminado el Mundial, el auto se quedará con este aspecto definitivamente.
Ese es un factor común. En todos los casos, el resultado del partido con Francia no cambiará la historia. El orgullo y el entusiasmo que han despertado Lionel Scaloni y los jugadores argentinos, se mantendrá plasmado en estos vehículos que arrancan aplausos a su paso.
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