Con la prudencia de los sabios, pero con la certeza de poder asegurar que había un proyecto innovador a punto de develarse, Akira Yoshino, uno de los creadores de las baterías de Iones de litio, se aventuraba a decir en agosto de 2021, que entre 2030 y 2050 surgirán los vehículos autónomos, pero que mientras esa capacidad de moverse por sí mismos no incluya la recarga de la energía que les permite funcionar, los vehículos autónomos no tenían sentido.
Esa fue una mirada diferente a la común. Lo que se cuestiona generalmente respecto a los vehículos que prescinden del ser humano para funcionar, no es esa capacidad de recargarse por sí solos, sino que puedan coexistir en un mismo espacio con otros vehículos de cualquier tipo, pero que sean conducidos por personas, y con los propios seres humanos y sus improvisaciones.
También Yoshino dijo que Apple podría tener algo interesante para anunciar en poco tiempo más. “¿Qué tipo de coche anunciarían? ¿Qué tipo de batería? Probablemente quieran entrar alrededor de 2025. Si lo hacen, creo que tienen que anunciar algo a finales de este año. Esa es solo mi propia hipótesis personal”, fue su declaración.
Pasó fin de año 2021 y estamos llegando a finales de 2022, y el anuncio de Apple nunca llegó, pero contrariamente a lo que se esperaba, lo que sí se supo es que el proyecto que internamente denominan como Apple Titan, tendrá una nueva postergación hasta 2026.
No hay una explicación precisa de manera oficial al respecto, pero Bloomberg ha publicado este miércoles que los ejecutivos de Apple se han enfrentado a la realidad de que un vehículo totalmente autónomo no es factible con la tecnología actual.
Por esa razón, el auto que lancen al mercado en 2026 no será como lo habían imaginado, sino que ofrecerá asistencia a la conducción de Nivel 5, solamente en rutas abiertas, y tendrá la configuración convencional con volante y pedales. El proyecto inicial se había planteado 2025 para lanzar el automóvil con Nivel 5 de conducción autónoma y un costo aproximado a los 120.000 dólares.
Este cambio de idea pondrá un automóvil menos sofisticado un año más tarde y su precio estará cercano a los 100.000 dólares, con lo que podría competir directamente con las versiones de entrada del Tesla Model S y de Mercedes EQS.
Pero lejos de ser un paso atrás, lo que parece encerrar esta decisión es una mirada más realista del escenario. Ya se ha comprobado que los vehículos completamente autónomos no serán posibles por el momento y por varios años más, no solo por el desarrollo tecnológico que requieren, sino por la legislación que los debe aceptar y encasillar en algún sitio. La judicialización de varios accidentes de autos Tesla con su sistema Autopilot, ha generado que este aspecto sea puesto en observación más detallada antes de homologar a las marcas para que sus vehículos se manejen solos por las calles y rutas.
Apple lleva casi 10 años trabajando en el proyecto del auto propio, que debía ser eléctrico y autónomo. Pero tras las postergaciones ocasionadas por la caída de varias negociaciones con distintos fabricantes de automóviles para que sean los productores de los “Apple iCar”, más demasiados cambios de personas claves, con ingenieros propios que se fueron y externos que llegaron como el actual Jefe de diseño, Ulrich Kranz, ex director ejecutivo de Canoo, y los ex gerentes de Tesla, Lamborghini y Porsche, hace aproximadamente un año que todo el proyecto parece haberse reencauzado. Entonces, no es casual que se haya tomado la decisión que hoy es noticia.
La organización de autos de Apple, compuesta por alrededor de 1.000 empleados, está dividida en campus en California, Ottawa, Zúrich y Arizona. El trabajo de prueba para el automóvil se realiza en una antigua pista de Chrysler en Phoenix, comprada por una empresa que representa a Apple en 2021 por 125 millones de dólares.
Y la gran incógnita sigue siendo la forma del auto de Apple, que sigue en la etapa de “pre-prototipo”, por lo que hay una gran variedad de ideas, lo que ha generado especulaciones de todo tipo. Que el automóvil no sea tan caro y salga a competir con Tesla y Mercedes, podría dar una idea de un diseño menos aventurado, que seduzca a más compradores, algo que inicialmente no era así, ya que Apple quería tener un auto casi de elite como primer producto sobre ruedas en las calles.
El objetivo de los responsables del proyecto sigue siendo poder presentar el diseño para el próximo año y definir todas las características para finales de 2024. El año 2025 sería el de los ensayos para luego entrar en producción.
Lo que no ha variado es lo que Apple sabe hacer mejor que nadie. Todo el vehículo dependerá de un poderoso sistema de computadora a bordo al que llaman “Denali”, el nombre del pico más alto de Norteamérica que está en Alaska, al que se le conectarán una gran cantidad de sensores desarrollados exclusivamente para esta utilidad. El rendimiento de esta gran computadora equivale aproximadamente a cuatro chips Mac de la más alta gama de Apple combinados entre sí.
Si Apple hará un movimiento tan espectacular como postergar el vehículo autónomo hasta 2026 para sorprender a la industria como anticipó Akira Yoshino o no, es algo que solo se sabrá con el correr del tiempo.
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