Una salida de fin de semana en auto no suele requerir demasiados preparativos porque las distancias son cortas y las horas de ruta no representarán demasiado tiempo. Pero cuando se trata de un fin de semana XXL, como el que se avecina para estas horas en la Argentina, se puede planificar un viaje a algún destino más alejado. Con lo cual, hay que prestar más atención al automóvil, al horario del viaje y las condiciones en las que se haga.
Lo primero que recomendamos es no creer que porque el auto tenga aire acondicionado, no sufrirá la gran ola de calor que afecta a la región en estos días. No es extraño que en algunos momentos, el aire acondicionado deje de enfriar y hasta sea más conveniente apagarlo Si el problema se resuelve deteniendo la marcha unos minutos, probablemente se deba a que el radiador está tapado de suciedad del propio camino, por lo cual no toma aire para funcionar correctamente.
Si en cambio el problema persiste, es quizás un problema del compresor o de falta de gas. Limpiar el radiador no suele ser una tarea para hacer en pocos días, pero sí al momento de preparar el auto para las vacaciones de verano.
Más allá del clima y el aire acondicionado, antes de salir a la ruta hay que hacer una revisación mínima muy importante en el auto para tener un viaje seguro y tranquilo, que permita disfrutar lo antes posible del destino elegido y los días de relax.
Lo primero, aunque parezca una obviedad, es revisar que los cuatro puntos de apoyo del auto con el piso estén en condiciones de recibir el peso. Los neumáticos deben estar correctamente inflados, para ruta y más aun con 4 pasajeros y equipaje, siempre es recomendable subir la presión unas libras porque el dibujo tendrá mejor contacto con el asfalto y será más efectivo.
Más allá de la presión, es muy importante que se revise el desgaste de las cubiertas, porque si está por debajo de los testigos, con peso y calor, estarán sometidos a un mayor esfuerzo del habitual.
Como el contacto del auto con el piso empieza por los neumáticos pero sigue con las suspensiones, es recomendable pasar por un taller o gomería para revisar alineación y balanceo de las ruedas, y estado de los extremos de dirección y rótulas de suspensión. Cualquiera de esos puntos que no estén en condiciones, generarán que las ruedas no estén apoyadas en el piso en el modo adecuado para que el andar sea seguro, y esto se podría agravar si el camino no es muy parejo o si en algún momento del viaje aparece algo de lluvia.
Por otro lado, una alienación incorrecta significa que las cubiertas no estarán derechas y al usarse con algún grado de desviación de la línea longitudinal del auto, se consumirán por demás en una de sus bandas, la externa o la interna, lo que reduce la vida del neumático notablemente. Una forma de saber que el auto no tiene las ruedas bien alineadas es escuchar un chillido al doblar.
Si ese es el caso, ir a la gomería es imperioso antes de salir a rodar muchos kilómetros a una velocidad mayor a la que se circula en la ciudad. Aprovechando la visita al taller, para revisar el estado de las pastillas de freno y que todas las luces encienden correctamente es muy aconsejable.
El otro gran aspecto que se debe cuidar de la mecánica del auto está bajo el capot. Tres líquidos deben ser revisados antes de un viaje: aceite del motor, líquido refrigerante del sistema de enfriamiento del motor, y líquido en el depósito de lavaparabrisas. Los dos primeros son fundamentales para que el motor funcione normalmente, uno por lubricar y el otro por mantener la temperatura en niveles razonables. El tercero es muy importante para evitar quedar ciegos ante un inesperado ingreso de suciedad en el parabrisas.
El aceite tiene distintas graduaciones de acuerdo a la tecnología de cada motor. No hay que mezclarlos, de modo que, de ser posible, es recomendable llevar un litro extra en el baúl en caso de tener un auto que utilice aceites sintéticos o de una graduación no habitual.
El líquido refrigerante no es lo mismo que el agua o que el agua destilada. De hecho, el agua no es recomendable para el circuito de refrigeración del motor porque es corrosiva y termina dañando otras partes, pero además tiene un punto de congelamiento más rápido y un punto de ebullición más bajo, es decir que se congela antes y se hierve antes que el líquido refrigerante. Si se compra líquido refrigerante concentrado, hay que rebajarlo con un 30% de agua destilada, para que funcione tal como lo indican sus cualidades.
Para lavar el parabrisas se puede usar agua, aunque nuevamente vale señalar la corrosión con el paso del tiempo. Sin embargo, para que el lavado del vidrio sea mejor, un shampoo para autos permite desengrasar el vidrio al aplicarlo. No se debe utilizar detergente común de cocina, porque causará el efecto contrario.
Además, hay que revisar que las escobillas limpiaparabrisas estén en buen estado. Son de goma, de modo que hay que tocarlas con las yemas de los dedos para darse cuenta si están resecas. Si es así, hay que cambiarlas porque no limpiarán sino que solo evacuarán parte del agua del vidrio en caso de lluvia. Y si se trata de barro o suciedad de los insectos que se estrellan contra el cristal, no harán su trabajo como es necesario para dar buena visibilidad al conductor.
Dos consejos finales que no tienen directa relación con el auto sino con el viaje. El primero es verificar que todos los papeles estén a bordo, es decir licencia de conductor, tarjeta identificatoria del automóvil (anteriormente conocida como tarjeta verde), seguro y VTV al día, y que el botiquín de primeros auxilios, el matafuegos y la baliza estén en condiciones.
El segundo tiene que ver con el sentido y orientación del camino por el que viajarán tanto de ida como de regreso. Siempre es recomendable tener en cuenta que si se viaja hacia el Este, el sol estará de frente en las primeras horas de la mañana, y si se viaja al Oeste, lo mismo ocurrirá en el atardecer, y si la ruta es de una sola mano para cada dirección, hay que tener mucho cuidado de no quedar encandilado.
Pero si es al revés, y el viaje se hace cuando quienes vienen de frente tienen el sol apuntándole a la vista, hay que ir igualmente muy atentos, con las luces bajas encendidas, y teniendo en cuenta que quizás alguno de conductores de los autos que van en dirección contraria puedan encandilarse y hacer una maniobra peligrosa involuntariamente.
La ruta es hermosa pero hay que respetarla. Si se toman todas las precauciones y se lleva el volante con atención al entorno, el fin de semana se podrá disfrutar con total normalidad.
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