Más allá de ser la capital de la República Checa, Praga es una de las ciudades más bellas de Europa, y el mundo entero admira sus numerosas torres características, pero en general por su maravillosa arquitectura. Pero esa distinción estética de la ciudad, no solo se puede apreciar en su arquitectura, sino también en los últimos modelos de una marca de autos local de renombre internacional.
Desde hace más de 115 años, una empresa que lleva el mismo nombre de Praga es fabricante de vehículos de distinto tipo, desde aviones hasta autos de carrera, aunque como en muchas marcas centenarias ha ocurrido, todo empezó con maquinaria agrícola, tractores e incluso lanchas a motor en la preguerra, para dar después paso a los automóviles de paseo.
Con las interrupciones que toda la industria sufrió con ambas guerras, donde debieron dedicarse a fabricaciones militares, luego todo se centró en camiones y transmisiones únicamente, hasta que con la caída de la Unión Soviética su derrotero fueron los autos de carrera exclusivamente.
Hubo varios proyectos pero la marca pareció resurgir gracias a los chasis de Kart, que convirtieron a Praga en fabricante de verdaderas máquinas de alta competencia. Entonces ese suceso los animó a incursionar en el mundo de los prototipos, con la mira puesta particularmente en el mercado de EE.UU.
Ahora llegan con una propuesta más interesante aún, la de un auto con el que se pueda salir de casa, dirigirse a una pista de carreras, entrar al circuito, girar al mismo ritmo de un auto de la categoría GT3, y luego regresar por las mismas calles por las que andan los automóviles normales.
Si, los autos de GT3 como los Porsche 911 de esa clase de Gran Turismo pueden hacer eso mismo, pero el Praga, por su aspecto realmente llamará mucho más la atención si se lo encuentra parado en una esquina esperando la luz verde del semáforo.
Este nuevo proyecto se llama Praga Bohema, y es un biplaza con una aerodinámica muy desarrollada, que tomó como base el estudio del paso del aire por dentro y debajo de una carrocería, para lograr que su desempeño no tenga solo que ver con su perfil y su potencia, sino también con el dinamismo de su andar también en curvas. Y para ello, no solo trabajaron los ingenieros, sino también contrataron a un piloto que compitió en Fórmula 1, como asesor y probador, capaz de desarrollar más rápidamente el vehículo: Romain Grosjean.
Este piloto francés compitió en el Mundial de Fórmula 1 hasta el año 2020, año en el que, ya despidiéndose del equipo Haas para el que conducía, sufrió un terrible accidente en el circuito de Bahrain, cuando su auto se incrustó en los guard-rail y literalmente explotó con su piloto atrapado en el habitáculo. Grosjean salió por su cuenta con numerosas quemaduras, pero sin problemas mayores que comprometieran su salud.
Desde 2021 es piloto de Indycar, donde ya es una de las figuras del campeonato.
El Praga Bohema está construido en fibra de carbono, lo que le da mucha rigidez y mantiene muy bajo su peso, por debajo de los 1.000 kg, algo fundamental para lograr mayores prestaciones técnicas de su motor. Su impulsor no es un motor eléctrico ni tampoco un híbrido, más bien todo lo contrario, ya que se trata del poderoso V6 biturbo de 3.8 litros de cilindrada del Nissan GT-R que entega 700 CV de potencia con un torque de 725 Nm.
Pero el fuerte de su diseño está en la eficiencia aerodinámica, ya que gracias a una inteligente forma de hacer pasar el aire por dentro y debajo de su carrocería, el Bohema alcanza una carga aerodinámica de 900 Kg a 250 km/h, pero sus diseñadores aseguran que el valor máximo de velocidad estará por sobre los 300 km/h.
El habitáculo es más similar al de un auto de carreras que uno de calle, solo tiene una pantalla como panel de instrumentos del piloto y algunos botones en la consola central. El acompañante tiene una butaca similar y ningún comando a su alcance, solo debe disfrutar de la aventura de andar en un auto de carreras que puede circular por la calle.
Los planes de Praga son construir en total 89 unidades del Bohema, aunque solo los primeros 10 en 2023, los que tendrán un precio aproximado de 1,3 millones de dólares.
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