La presentación del Ferrari Purosangue sin dudas ha sido una de las noticias del mundo del auto en 2022. No solamente por tratarse del esperado modelo que se asemeje a los SUV desde una mirada diferente como la que puede tener la marca icónica de súper deportivos de Maranello, sino porque mostró que, aún con un motor térmico, el concepto de hyperSUV se puede imponer como alternativa.
El Lamborghini Urus también ha ido anteriormente por ese camino y hasta el nuevo Porsche 911 Dakar podría sumarse a la lista de vehículos que intentan combinar la deportividad de sus formas, con la altura y dimensiones más elevadas de los SUV.
Así que la llegada de este Drako Dragon que se acaba de presentar en el Salón del automóvil de Los Ángeles no debe sorprender a nadie. Va por el mismo camino, aunque exagerando todo un poco más, porque para llamarse Drako y pretender rivalizar con Ferrari, Lamborghini o Porsche, hay que tener un argumento que pueda utilizarse como defensa.
Lo primero es el aspecto. Si se le quitaran las ruedas y solo se viera el perfil de la carrocería, el Dragon podría parecerse al recordado Lotus Espirit creado por Colin Chapman en los 80, aunque con un remate más corto. Y parece que ese es el modo en que quieren presentarse, el de un auto deportivo de alta performance adaptado a los tiempos actuales.
Aunque en su interior tenga un habitáculo de grandes dimensiones, no es un 2+2 sino un vehículo pensado para cuatro pasajeros, tiene dos puertas únicamente, que ocupan todo el lateral y se elevan con estilo alas de gaviota, otro ítem en el que últimamente se reencuentran muchos diseños vanguardistas.
La empresa tiene sede en San José, California, aunque el diseño de la carrocería proviene de un estudio italiano. La compañía lleva el nombre de su fundador por Dean Drako, quién en 2019 utilizó la plataforma eléctrica de un Fisker Karma para crear el Drako GTE, un auto conceptual que mostraba el camino hacia el que se dirigiría la marca cuando presentara su primer vehículo.
Aquel adn del Drako GTE es el que se encuentra como base de este HyperSUV llamado Drako, porque lo que resalta más allá de su diseño es su potencia eléctrica casi absurda. Este automóvil tiene cuatro motores eléctricos, situados uno en cada rueda, que superan la potencia de un Rimac Nevera, el auto eléctrico más rápido del mundo, ya que alcanza los 2.000 CV.
Drako anuncia una aceleración de 1 a 100 km/h en 1,9 segundos, un cuarto de milla en 9 segundos y una velocidad máxima de 360 km/h. Semejantes prestaciones requieren un poder frenante también elevado, así que le han colocado discos de carbón-cerámica con 10 pistones en las ruedas delanteras y 6 en las posteriores.
La carrocería de aluminio y un chasis íntegramente construido en fibra de carbono, lo que le ha permitido reducir un 50% el peso de la estructura y aumentar la rigidez, aunque de todos modos la balanza marca 2.253 kg eso es también culpa de la enorme batería de 500 kW que debe llevar a bordo para alcanzar semejantes prestaciones y lograr una autonomía como la que han prometido: 675 kilómetros.
El interior llama la atención por un tablero digital pequeño, o convencional, pero que queda diminuto al lado de la gran pantalla que ocupa la zona central. En las plazas posteriores también hay otras dos pantallas más pequeñas en el dorso de las butacas delanteras. El volante tiene también una semblanza de auto de carreras, con dos perillas giratorias similares a las que utilizan los autos de Fórmula 1 para cambiar seteos de motor en carrera. En general, no hay mucho diseño y más bien parece una cabina austera, en la que también se pueden apreciar dos pantallas que reproducen las imágenes de las dos cámaras que reemplazan a los espejos retrovisores del exterior.
El plan de Drako es comenzar a fabricar el Dragon en 2026, tiene programada una capacidad de 5.000 unidades por año y el precio al que ya se puede reservar es de 290.000 dólares.
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