Por alguna razón o varias, desde que en la década del 50 se han comenzado a hacer pruebas de choque con muñecos para evaluar el comportamiento del cuerpo humano en un accidente vial, todos los maniquíes utilizados han estado construidos en base a la anatomía del cuerpo masculino. De hecho, los crash dummies que se han colocado en los automóviles que fueron impactados representando al cuerpo de una mujer, han sido en general, una versión reducida de un maniquí masculino.
El muñeco de prueba estándar utilizado actualmente para choques pesa 77,5 kg y tiene 1,75 m de alto, medidas que se han fijado en la década de 1970, y que no solo no representan el cuerpo de una mujer, sino que tampoco son adecuados para el promedio masculino actual. El hombre del siglo XXI pesa 11,8 kg más que el de 50 años atrás.
No tiene que ver con una cuestión de género, aunque bien podría ser un motivo que justifique un cambio al respecto, sino por una serie de estudios que se han ido realizado, y que han arrojado como resultado, que el cuerpo femenino, por su antropometría, tienen más probabilidades de lesionarse en choques similares respecto al cuerpo masculino.
En el año 2019, un artículo publicado por el Centro de Biomecánica Aplicada de la Universidad de Virginia, en EE.UU., aseguraba que en un choque frontal de la misma velocidad y gravedad, las mujeres tenían un 73% más de probabilidades de lesionarse que los hombres. Existen diferencias biológicas, que incluyen las partes internas de algunos huesos, las geometrías de la pelvis y la fuerza de ciertos músculos como los del cuello, razón por la cual se ha comprobado que en un impacto trasero, el efecto látigo que se produce con la cabeza de los ocupantes de un vehículo impactado, genera más lesiones al cuerpo femenino que al masculino.
Además, se ha comprobado que el cuerpo de una mujer es casi 13 centímetros más bajo de estatura y pesa unos 12 kg menos que el de un hombre. Pero lo interesante de estas conclusiones es que a raíz de ello, las mujeres se sientan más cerca del volante e incluso usan el cinturón de seguridad de manera diferente, ya que los puntos de fijación son los mismos pero el ángulo de acción activa es distinto.
Probablemente esos estudios, y algunos otros que se hicieron a causa de esas conclusiones, hayan sido los que lograron que hoy, tres años más tarde, las pruebas de impacto en automóviles tengan un crash dummy femenino, diseñado y construido en base al cuerpo de las mujeres y sus propias características.
No es casual, porque la historia así lo ha marcado, que el origen del proyecto esté en Suecia, país íntimamente relacionado con la seguridad automotriz desde que Volvo inventó el cinturón de seguridad y liberó la patente para mejorar la vida de las personas de todo el planeta. Un grupo de investigadores ha desarrollado un maniquí femenino de 1,62 metros de altura y un peso de 62 kg, que reproduce esencialmente el cuerpo de una mujer, ya que tiene en cuenta las diferencias en la fuerza, los músculos, la rigidez de las articulaciones y también tiene una columna totalmente flexible que permite a los investigadores saber cómo una lesión por accidente automovilístico podría afectar toda la columna.
“Las principales diferencias entre el modelo femenino y masculino promedio que hemos hecho son el peso, la altura, la forma del cuerpo, incluyendo torso y pelvis, y la rigidez en la columna”, dijo la Dra. Astrid Linder, líder del proyecto y Directora de Seguridad Vial en el Instituto Nacional de Investigación de Carreteras y Transporte de Suecia.
“Al tener a toda la población representada en la evaluación de la seguridad, será posible identificar, en las pruebas, las soluciones de seguridad de automóviles con mejor rendimiento tanto para mujeres como para hombres”, aseguró la funcionaria.
A raíz de estos resultados, los mismos ingenieros ya están también trabajando en el diseño de maniquíes que representen a bebés y ancianos. La buena noticia del crash dummy femenino y su contribución, sin embargo, debe adoptarse ahora por parte de los organismos que regulan las pruebas de choque en todo el mundo. Algo que seguramente ocurrirá en poco tiempo más.
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