Los días del Lancia Fulvia parecían estar contados. Habían ganado en el Campeonato Europeo de rally, que era el certamen donde se encuadraban las principales carreras clásicas como el Rally de Montecarlo, desde 1969, aunque el pequeño Alpine A110 ya había mostrado tener más potencial.
Cesare Fiorio dirigía el departamento de competición de Lancia y aunque los Fulvia competían al máximo nivel, estaba claro que no lo harían por mucho más tiempo.
En el Salón de Turin de 1970, Bertone había mostrado un concept car completamente innovador para su tiempo, que medía apenas 80 centímetros de altura entre el piso y el techo, y al cual se accedía por el gran parabrisas que se elevaba como si fuera la compuerta de entrada a un refugio subterráneo. Ese auto se llamaba Lancia Stratos Zero, y para entonces, noviembre de 1970, nadie imaginaba el significado que tendría en la historia de la marca italiana y del automovilismo deportivo mundial.
Solo Fiorio tal vez, ya que inmediatamente vio en él un enorme potencial para reemplazar al Fulvia. “El Stratos hizo su lugar en los libros de historia del automovilismo de la mejor manera posible. Será recordado porque es un ejemplo supremo de lo que se logra con perseverancia, destreza y mucho coraje. Su estilo vanguardista y moderno permitió al Stratos enfrentarse a sus competidores con el más alto nivel de éxito sin dejar de adherirse al espíritu y las normas técnicas de su época”, recuerda Cesare Fiorio a la distancia.
Aquel auto conceptual había sido diseñado por Marcelo Gandini, el creador del bello Lamborghini Miura, contratado por Nuncio Bertone cuando éste perdió a Giorgetto Giugiaro a manos de Ghia.
Gracias a la idea de Fiorio, el Director de Lancia, Ugo Gobbato, dio vía libre al rediseño del Stratos Zero para convertirlo en un auto de serie. Para competir en el Grupo 4 del campeonato de marcas, debían fabricar al menos 500 unidades, por lo tanto habría que hacer un auto de calle y otro derivado de este, para competición.
A fin de 1971, nuevamente en el Salón de Turin, un Lancia Stratos Prototipo fue presentado a la opinión pública y el asombro fue absoluto. Había sido una buena idea.
El Stratos Zero, sin embargo, tenía el pequeño motor V4 de 1.6 litros del Fulvia, que para la idea de competición que tenía Fiorio, quedaría chico en un vehículo que debía romper todo lo conocido.
Las circunstancias en las que nació el Stratos eran también muy particulares. Lancia había sido vendida en 1969 al grupo Fiat, que ya era dueña de Ferrari, por lo tanto, estaba a disposición el acceso a un motor de Maranello para el nuevo proyecto de rally.
Así fue como Fiorio pidió colocar el V6 2.4 dejado de lado al discontinuarse la fabricación del Ferrari Dino 206 GT en 1969. En la fábrica de Ferrari había quedado un gran stock de motores y así Fiat no debería invertir dinero en desarrollar un motor para el Stratos. Ese motor tenía 180 CV en la versión convencional y se llevaría hasta los 280 CV para el auto de carreras.
No fue fácil la decisión. Gandini y su equipo aseguraban que ese no era el motor adecuado, pero Fiorio logró imponer su idea apoyándose en la fábrica. Así fue como en 1971, mientras Gandini desarrollaba el auto de calle, el Stratos Stradalle, el joven Giampaolo Dallara tenía a su cargo hacer ese mismo trabajo para el auto de competición, al que llamaron Stratos HF.
Entre las solicitudes de Fiorio, el auto debía tener fácil acceso a la mecánica y las suspensiones, de modo que parte del diseño fue hacer que su carrocería, completamente de fibra de vidrio, estuviera dividida en tres secciones. La delantera, que se elevaba completamente hacia adelante, el cuerpo central, y la parte trasera, que cubría el motor colocado en el centro de manera transversal, la transmisión y las suspensiones posteriores, y que también se elevaba completamente hacia atrás.
Y por tercera vez, fue en el Salón de Turin donde decidieron mostrarlo al mundo. En noviembre de 1972, nacía oficialmente el Lancia Stratos HF y allí comenzaría a construirse una verdadera leyenda.
Era un auto pequeño, liviano y potente. Con formas muy agresivas que permitirían dejar una huella fácilmente reconocible en el público. Solamente debía ser exitoso y podría pasar a la historia.
El debut como prototipo fue en el Tour de Corse, en octubre de 1972. Sandro Munari debió abandonar por problemas de suspensión. Algo que volvió a repetirse a fin de año en España, en su segunda presentación.
Trabajando para resolverlo, en 1973 las cosas mejoraron. El auto era muy nervioso por problemas de diseño de la dirección y falta de dureza en las suspensiones traseras. Ganaron el primer rally en Bilbao y fueron segundos en la tradicional Targa Florio. Esa fue la base del auto con el que se homologaría finalmente al Stratos como auto de Grupo 4, que podría pelear por el campeonato mundial de marcas.
1974 fue un año difícil para la competición. La crisis del petróleo de 1973 demoró el inicio de algunos campeonatos, y el de rally fue uno de ellos. La temporada empezó muy tarde con cancelaciones como Montecarlo, Suecia y Grecia. En octubre, el Lancia Stratos HF ganó el Rally de San Remo, en Italia, mostrando su potencial. A fin de ese año, ganaba el campeonato de marcas a dos años de haber sido presentado en Turin.
El Stratos ganó los campeonatos de marcas de 1974, 1975 y 1976, obtuvo 11 victorias y ganó el Rally de Montecarlo consecutivamente entre las ediciones de 1975 a 1977 con Sandro Munari al volante. En muy poco tiempo, se convirtió en un símbolo del automovilismo deportivo. Y así como llegó se fue por el cambio de normativas y la decisión de Fiat de promocionar el 131 Abarth, su reemplazo inmediato en los rallies.
Pero el Stratos fue el auto que dio escenario al nacimiento del Beta Montecarlo, al 037 Rally y al Delta S4, ambos exitosos modelos del famoso Grupo B de los años 80, que continuaría con el Delta HF y el Delta Integrale de Grupo A en los 90. En total ganaron 11 campeonatos de marcas y 6 de pilotos.
Hoy, Lancia anuncia el renacimiento de la marca, que había quedado casi como un fabricante de autos pequeños después de tanta gloria. Al Ypsilon actual le llegará la renovación. En 2024 nacerá el nuevo Delta y luego llegará un tercer modelo aún no revelado que será el ingreso de la marca a la categoría Premium. Ese es, en apariencia, el nicho al que pertenecerá en el futuro. Por historia y tradición, bienvenido sea.
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