¿Cómo entrar a un mercado donde los referentes son marcas fuertes como Ferrari, Lamborghini, Maserati, Alfa Romeo o Fiat? Hacer un auto en determinados países, históricamente relacionados con marcas famosas y prestigiosas, parece un negocio inviable. Pero si Horacio Pagani lo hizo, otros lo pueden imitar. El secreto está en ir por nuevos caminos.
Con esa idea nació la Startup italiana Aehra hace algunos años, en la búsqueda de crear un vehículo vanguardista que no tenga que rivalizar con ninguno de los conocidos como primer paso, para luego sí, intentar pasar fuera de las fronteras.
El Aehra es un SUV eléctrico Premium que pretende ir un poco más lejos. Según dijeron los fabricantes al momento de presentar este primer modelo que no tiene nombre específico aún, se tratará de un vehículo ultra-premium, que representará “una visión sin igual del futurismo elegante”.
Claramente, en la industria del automóvil actual, fabricar autos de lujo es una solución a una coyuntura difícil de resolver. Si se tiene el dinero para invertir en este segmento, pertenecer a una categoría de autos exclusivos permite poner el precio que mejor se ajuste a los costos y al margen de rentabilidad del negocio y esperar por los clientes que encarguen su modelo.
Mientras las grandes marcas deben encontrar el producto exacto que se adapte a una necesidad del mercado como para decidir la gran inversión que requiere montar una nueva línea de producción, estas marcas de producción limitada y artesanal, tienen resuelta esa parte de la ecuación y solo deben concentrarse en diseñar un auto atractivo y dotarlo de lujo y tecnología que lo conviertan en un objeto de deseo para personas que podrán pagar el precio que le pongan.
Ese es el gran desafío. Hay quienes lo logran y quienes quedan en el camino por diversas razones.
El Aehra SUV es obra del exjefe de diseño de Lamborghini, Filippo Perini, y tiene un perfil que recuerda la tendencia del mercado hacia formas que aprovechen cada centímetro interior al máximo posible, contemplando que, al no haber un motor térmico con su correspondiente transmisión y que el espacio que ocupa una unidad eléctrica es más reducido, el frente no necesita ser tan grande y el habitáculo puede llegar casi hasta las ruedas delanteras.
Además, en términos de eficiencia aerodinámica, la forma de monovolumen estilizado es casi ideal para que la carrocería ofrezca la menor resistencia al aire y por lo tanto consuma menos energía para avanzar.
Así que, siguiendo esos parámetros, se puede encontrar un perfil promedio del que este vehículo no puede escapar tampoco, pero que resulta muy agradable a la vista.
A estas características del diseño, en cambio, se le pueden agregar soluciones interesantes, y los diseñadores del Aehra lo han hecho con algunos detalles que llaman la atención y que marcan de algún modo el carácter del auto.
Las puertas se abren en forma de alas de gaviota pero no solo hacia arriba sino también hacia adelante, algo que se ha visto en muchos modelo a lo largo de la historia del automóvil, pero que siempre se encuentra en autos deportivos de dos plazas. En este caso, al ser cuatro las puertas, la combinación de movimientos es más compleja, aunque parece haberse resuelto con mucha efectividad y elegancia al hacer que las posteriores solo se levanten sin avanzar sobre las delanteras.
El otro detalle es menor en volumen, pero igualmente interesante y distintivo, es el diseño de los espejos retrovisores exteriores, ya que tienen una clara inspiración en los que equipan a las motos de competición.
De su mecánica eléctrica se han dado pocas precisiones, solo se sabe que tendrá dos motores eléctricos que le darán propulsión a las cuatro ruedas para alcanzar una potencia total cercana a los 800 CV, con una batería de 120 kWh que aseguraría una autonomía también cercana a los 800 kilómetros.
Está previsto que se comience a fabricar en 2025 y su precio estará entre los 160.000 y los 180.000 euros entre la más accesible y la más exclusiva de las versiones.
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