Se lo ha llamado un “Acuerdo de amistad”. Lo suscriben los municipios de Maranello y de Balcarce. Crea un puente invisible que atraviesa el océano Atlántico y que une la tierra del más grande automovilista de Argentina, Juan Manuel Fangio, con la tierra donde nació la marca de autos de carrera más emblemáticos de todos los tiempos en la competición, Ferrari.
La historia de ambos los cruzó solamente una temporada, fue en 1956, cuando el piloto balcarceño llegó al equipo de Enzo Ferrari para disputar su séptima temporada. Fangio ya había ganado tres títulos, uno con Alfa Romeo, dos con Mercedes. Y ganaría también el de ese único año en Maranello, con tres victorias alcanzadas al volante de la Ferrari D50 de Fórmula 1.
Luego de más de un año y medio de visitas de amistad y gestiones protocolares que fueron tomando cada vez mayor relevancia para ambas partes, finalmente el pasado 20 de octubre, este convenio que crea un marco de amplísimas posibilidades para diversos tipos de intercambio.
Maranello forma parte de la red de Municipios de la Asociación Città dei Motori, de la que es presidente el alcalde, Dr. Luigi Zironi. Balcarce no solo es la ciudad en la que nació y vivió Fangio después de regresar a Argentina tras su retiro en 1958, es también la tierra en la que se levanta el Museo del Automóvil “Juan Manuel Fangio”, uno de los más valiosos del mundo por su significado y por las piezas que allí se exhiben.
Su intendente, Esteban Reino, el vicepresidente de la Fundación Fangio, Mauricio Nigro, y Juan Fangio, uno de los hijos del astro argentino, participaron de la ceremonia.
El Consul General de la República Argentina en Milán, el embajador Luis Niscovolos, dialogó desde Italia con Infobae y dio algunas precisiones del alcance de este acuerdo de amistad entre ambas ciudades.
“Ha sido algo muy lindo lo que ocurrió. Ambas ciudades tienen una historia en común muy rica y este acuerdo de amistad realmente crea un puente para generar múltiples modos de vinculaciones que beneficien a ciudadanos, tanto de Maranello como de Balcarce”, comentó.
“Desde promover acciones turísticas, culturales e incluso generar capacitación y trabajo, todas son posibilidades que quedan abiertas para que entre ambas ciudades comiencen a interactuar. De hecho, una joven diseñadora de Balcarce está estudiando en la escuela de diseño de Maranello actualmente, y a decir de Horacio Pagani, con quién estuvimos en contacto en los últimos días, tiene un talento singular que podría abrirle puertas aquí en Italia”, destacó.
Luigi Zironi, alcalde de Maranello, también dio una interesante mirada respecto a los alcances que puede lograr este acuerdo. “El Pacto abre interesantes perspectivas a ambos territorios. Hemos pensado en intercambios culturales, educativos y lingüísticos, quizás también vinculados al ‘Turismo de Raíces’ del que tanto se habla, enfocado a visitantes del exterior interesados en rastrear los orígenes de sus familias que alguna vez emigraron hacia la Argentina. En función de las oportunidades que se presenten en el futuro, por ello, a través de este pacto desarrollaremos colaboraciones específicas en varios ámbitos, mucho más allá del automovilismo deportivo”.
El Museo del Automóvil “Juan Manuel Fangio” y la Asociación Città dei Motori serán los dos extremos de un movimiento que tiene un terreno fértil para colaborar en la formación e innovación con especial atención a los proyectos de intercambio en el sector automotriz entre empresas, instituciones académicas y universidades.
Pero también habrá un apoyo a la organización de hermanamientos deportivos y competiciones amistosas, a la potenciación de formas artísticas y manifestaciones culturales, que pueden incluir aniversarios históricos vinculados, y por supuesto promoción del intercambio de las competencias de máxima calidad o perfección de ambas regiones.
La pasión por los autos y los motores, la historia común que no solo vincula a Fangio con Ferrari, sino a Argentina con Italia, y dos emblemas de un tiempo maravilloso que fue cuna de un deporte que identifica en igual magnitud a ambos pueblos, ha encontrado un lugar común para que no sea solo pasado e historia, sino presente, futuro y crecimiento para ambas regiones.
Si el automovilismo consigue armar una nueva red a partir de este acuerdo, habrá hecho algo productivo con su historia, que es dejar un legado.
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