Trasladarse en Europa no es barato, salvo el bicicleta o monopatín, tanto en versión convencional como eléctrica. En cualquier barrio de París, cada cierta cantidad de cuadras, los últimos metros de una calle tiene un espacio reservado para que se estacionen estos medios de transporte personal que se renta por minuto y se puede dejar en otra parte de la ciudad.
El tranvía o el metro no son económicos. La tarifa del recorrido mínimo está en 1,80 y 1,90 euros, según se trate de uno u otro medio de transporte público, lo que implica un costo relativamente alto para los traslados incluso dentro de la zona cercana.
A raíz de esto, aunque complementariamente con un cambio de mentalidad que se percibe con mayor énfasis en los jóvenes, respecto a la necesidad de contribuir con crear un ecosistema más sustentable en todos los aspectos posibles de la vida, la movilidad en las grandes ciudades europeas como París está en vías de cambio.
No es azaroso decir que es un proceso de transformación y no una nueva realidad, porque sería faltar a la vedad. En la ciudad se ven muchas bicicletas y monopatines pero no tantos autos eléctricos puros, y la razón debe ser estrictamente económica. Los autos eléctricos son costosos, entonces la decisión de comprar un automóvil pasa a ser una ecuación en la que influye el precio de manera determinante.
Probablemente por esa razón, los pequeños vehículos urbanos para uno o dos pasajeros, están en pleno auge. El Citroën Ami sin dudas es una de las estrellas, porque además de ser accesible, permite que quién lo utilice no tenga aún un carnet de conductor, es decir que lo pueden usar mayores de 16 años y menores de 18 años sin problema alguno. En esencia es un cuatriciclo eléctrico con carrocería y techo.
El Salón del Automóvil de París 2022 tuvo pocas fábricas exhibiendo nuevos autos, pero en cambio sí tuvo muchas ofertas de movilidad personal urbana en distintas configuraciones.
Por la envergadura de la empresa que la respalda, sin dudas Mobilize, una de las marcas del Grupo Renault, podría colocarse en el escalón más alto de esta subcategoría de autos eléctricos personales. Dos modelos han sido los que se presentaron en París: el “Duo”, pensado para dos ocupantes sentados en línea uno detrás del otro, y el “Solo”, que es realmente llamativo porque el único ocupante va casi parado, aunque en realidad está sentado pero con las piernas casi extendidas.
En ambos casos, por la modalidad de servicio que ofrece Mobilize, los vehículos no se venden sino que se rentan para su uso compartido o por el sistema de suscripción. La visión de la marca es que un vehículo, en promedio, está detenido el 90% del día y solo se usa para unir un punto con otro, eventualmente dos veces al día. La opción de acceder a la movilidad on demmand es una propuesta para los usuarios que no acceden a un automóvil pero quieren tener uno en determinadas circunstancias.
Otra de las marcas que llamó mucho la atención en este apartado de movilidad personal en el Mondial de l’auto 2022, es la suiza Microlino. El auto es un biplaza eléctrico que representa la aquel famoso concepto que BMW presentó con la Isetta en los años 60 y 70. El diseño es muy similar y la cualidad de abrir el frente del vehículo para acceder a su habitáculo, lo hace diferente a todos los que entraron a jugar en este rubro en un aspecto en particular.
Así como el Microlino se destaca del resto por esa forma tan personal de apertura de la única puerta, la propuesta del City Transformer es también única pero en otro aspecto. El vehículo tiene también dos plazas dispuestas longitudinalmente, es decir con un pasajero delante del otro, pero lo que lo diferencia de las otras propuestas es que puede ensancharse para tener más estabilidad y velocidad en calles más amplias, pero puede ser más angosto para desempeñarse mejor en el tránsito urbano.
Finalmente, un vehículo de origen chino llamado XEV Yoyo ofrece otra opción de baterías intercambiables. El auto tiene tres baterías de Litio Ferro Fosfato que se pueden extraer una vez agotada su carga y poner a recargarse en un dispositivo que provee la marca para enchufar en el hogar o bien en una estación de recarga de la marca, donde se puede dejar la batería agotada y retirar una completamente de electricidad para continuar viaje.
Entre estas cuatro diferentes opciones hay muchas propuestas similares, aunque la mayoría simplemente son vehículos pequeños con una batería que permite recorrer entre 100 y 150 km con una carga y recargar en una línea eléctrica convencional.
Es probablemente un segmento de autos que tenga gran auge en los próximos años, por su modo de acceso simple, ya sea comprándolo, por leasing o por suscripción, y por su practicidad. En el próximo tiempo, los usuarios podrían solamente pensar en el modo de unir un punto con otro, solo prestando atención al costo que tenga. Ese es el gran desafío para las marcas actuales y las que aprovechen este cambio de paradigma para entrar al gran juego.
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