El Campeonato Mundial de Fórmula 1 acaba de anunciar que la temporada 2023 tendrá a 24 fechas, una marca récord en la historia de la máxima categoría del automovilismo mundial, que comenzó en 1950 con apenas 7 eventos.
Aumentar la cantidad de competencias tiene directa relación con la política expansionista que han aplicado los nuevos propietarios de la Fórmula 1, la corporación norteamericana Liberty Media, quiénes adquirieron la marca F1 a Bernie Ecclestone a finales de 2016 y desde entonces han incrementado el número de eventos año tras año, con la sola excepción de 2020 por causa de la pandemia, hasta llegar en 2021 y 2022 a 22 compromisos.
Contrariamente a lo que esperaban, haber subido la cantidad de viajes no parece haber caído muy bien en muchos sectores que forman parte del mundo de la F1, ya que hay varias fechas dobles y triples, esto es, en fines de semana consecutivos, que exponen a equipos, mecánicos, empleados de la organización y logística, y medios de comunicación, a verdaderas maratones de viajes que los mantendrán alejados de sus hogares y familias por mucho tiempo.
Sin embargo, la más fuerte de las críticas ha llegado del lado de los ambientalistas, porque además de sumar kilómetros por la extensión del calendario, la distribución de fechas es sorprendentemente anti ecología en varios momentos del año. Uno de ellos es a comienzos de temporada con cuatro carreras en cuatro continentes distintos, ya que entre el 2 de abril y el 7 de mayo, competirán en Australia, China, Azerbaijan y Miami, para luego regresar a Europa. Y algo similar ocurrirá entre el 22 de octubre y el 18 de noviembre, con carreras en Texas, México, Brasil y nuevamente EE.UU. para correr en Las Vegas.
El mensaje de compromiso con el medioambiente que plantean con el uso de combustibles sintéticos en reemplazo de los actuales de origen fósil, ha perdido buena parte de su sustento después de hacer traslado de material que requiere unos 15 aviones de carga por carrera fuera de Europa, según un extenso y detallado informe que publica el sitio especializado Motorlat.
Las carreras dentro del continente europeo, donde están radicados todos los equipos de Fórmula 1, no requieren aviones de carga, ya que se hacen integralmente por tierra por medio de las flotas de camiones que tanto los equipos como los proveedores y la organización, tienen exclusivamente para moverse entre circuitos.
El último triplete de carreras que se han desarrollado esta temporada, fue en Europa precisamente, y el equipo Mercedes AMG de Fórmula 1 asumió el desafío de aprovechar la oportunidad para hacer ensayos de biocombustible para alimentar los 16 camiones de su flota entre las carreras de Spa Francorchamps (Bélgica), Zandvoort (Países Bajos) y Monza (Italia).
El combustible utilizado es el ya conocido HVO 100 (Hydrotreated Vegetable Oil) que se está produciendo en Finlandia por parte de Neste, y que se utiliza en los países nórdicos para el transporte pesado, aunque también comenzará a ser puesto a disposición de vehículos diésel livianos como pick-ups el próximo año. Toyota ya anunció que fabricará un modelo de su Hilux en Europa, calibrada para el uso de ese combustible.
Las distancias a recorrer entre los tres eventos equivalía a 1.400 kilómetros, por lo que el equipo alemán con sede en Inglaterra. Anteriormente, habían hecho una prueba con un solo camión que debía regresar desde Budapest (Hungría), hasta la sede del equipo en Brackley (Gran Bretaña). Y una vez constatado el resultado, se tomó la decisión de propulsar todos los vehículos de transporte para el siguiente periplo de carreras.
El resultado fue que salvo 20 kilómetros finales antes de llegar a Monza, donde la falta de suministro les impidió cargar HVO 100, debiendo recurrir al diésel fósil, el resto de los traslados se pudieron completar con total normalidad. El análisis realizado después de que concluyó la prueba ha demostrado que el uso del biocombustible HVO 100 ahorró 44.091 kg de CO2 y redujo las emisiones del transporte en un 89%.
El combustible de aceite vegetal hidrotratado (HVO 100) es un producto 100% renovable, libre de combustibles fósiles, que se obtiene con derivados de aceites vegetales, aceites usados y grasas. El uso de HVO 100 puede reducir significativamente las emisiones de CO2 y reducir el impacto del flete en la calidad del aire al reducir también las emisiones de NOx y partículas.
El equipo Mercedes F1 tiene como objetivo convertirse en Net Zero para 2030, y este es el segundo paso que dan en esa dirección, ya que recientemente anunciaron una inversión en el desarrollo de Sustainable Aviation Fuel (SAF), un combustible sustentable con el que esperan poder reducir un 50% la contaminación de los vuelos en los que se traslada la plana mayor del equipo y los pilotos.
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