Asociar las palabras turbo y eléctrico parece un contrasentido si se está hablando de automóviles. El turbo es un modo de sobrealimentar un motor térmico, de inyectar más combustible a presión para elevar las prestaciones que derivan de la combustión. Y un auto eléctrico es todo lo contrario. Así que por el lado de la lógica no hay que encontrar una respuesta al nombre de este adelanto que Renault ha mostrado recientemente y que será una de las develaciones del Salón de París a mitad de octubre: el R5 Turbo 3E.
Pero al ver el diseño y escuchar su nombre, es mucho más comprensible que lo hayan llamado así. Se trata, nada más ni nada menos, que de uno de los tantos tributos al famoso Renault 5 que ha cumplido las bodas de oro en 2022, y del cual la marca francesa lanzará una nueva generación completamente eléctrica al mercado en 2025.
El R5 Turbo 3E es también eléctrico, pero es un auto conceptual, pensado como la versión más extrema del futuro Renault 5 eléctrico, un auto para hacer drift sin emisiones contaminantes. El drifting es probablemente un modo de automovilismo deportivo que por el solo hecho de derrapar controladamente, es decir con un patinamiento controlado de las ruedas traseras, quema combustible incluso por encima de otros autos de competición, que avanzan más rápido pero sin esa “pasada de vueltas” que es necesaria para llevar un auto de costado. Las ruedas traseras mucho más voluminosas que las delanteras muestran esa misma cualidad de ser un auto pensado para empujar con mucha potencia y sacar la cola.
La concepción de una estructura tubular como la de los autos de carrera, revestida con una carrocería diseñada por el “súper diseñador” Gilles Vidal, el padre de la nueva estética de Renault, llegado apenas en noviembre de 2020, tras casi 25 años en Citroën y Peugeot.
Técnicamente, el R5 Turbo 3E tiene un motor eléctrico trasero que entrega 380 CV de potencia con un torque de 700 NM y pesa 980 kg, lo que le permitirá acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos o alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h. Además tiene una batería de 42 kWh, y para hacer más divertido el modo “drift”, el eje delantero tiene más de 50 grados de capacidad de giro.
Sin embargo, no es esa especialidad la que ha inspirado la forma de este concept car eléctrico, sino la de una categoría que tuvo una breve pero muy exitosa vida en la década de los años 80, que se llamaba Silhouettes y se caracterizaba por tener autos con grandes cargas aerodinámicas tanto delanteras como traseras, y donde un auto hatchback como el Renault 5 turbo necesitaba un alerón que sobresalía de la línea de la carrocería para obtener un desempeño similar al de vehículos mucho más grandes como un Audi 100, BMW 323 o incluso un enorme Peugeot 505.
En su interior, camuflado entre tanta electrónica y falto de protagonismo por tratarse de un auto de carreras, el tablero tiene una inspiración en los primeros Renault 5 también, con esas líneas rectas, planos grandes y bandejas como modo de dotarlo de forma innovadora y de cumplir una función de múltiple guardaobjetos que hizo distintivo al modelo.
Solo queda esperar a mediados de octubre y conocer en el Salón de Paris, cuánto más tiene para mostrar el R5 turbo 3E y el lanzamiento oficial de la generación eléctrica del R5, que forma parte de la nueva política de electrificación total que Renault ha anunciado para 2030, y que incluye recuperar su historia y darle una nueva vida a baterías.
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