La Semana de la Movilidad Sustentable no solo sirve para que las personas valoren el modo de trasladarse saludablemente para el medioambiente, sino también para pensar en el impacto y en el correcto aprovechamiento de las distintas soluciones que hay al alcance de la mano.
El más alto de los niveles de movilidad sustentable individual es el uso de un auto eléctrico, y el más básico es la bicicleta. Cada uno tiene sus grandes fortalezas y algunas debilidades. En el caso del automóvil, se pondera la libertad y velocidad para moverse sin dejar huella de carbono, aunque en el extremo contrario, la fabricación tiene un gran impacto negativo en la mayoría de los casos, su precio es accesible a muy pocas personas, y dependiendo del origen de la electricidad con la que se recarga, puede trasladar la huella que no sale de un caño de escape a las plantas generadoras de electricidad si no lo hacen a través de fuentes renovables.
Entonces, entre la electricidad como fuente de energía para el transporte y la bicicleta mecánica tradicional, hay una cantidad de opciones que van desde el uso del transporte público como modo de evitar un automóvil contaminante circulando, hasta las opciones de movilidad personal como las motos o bicicletas eléctricas y los monopatines eléctricos, que gracias a su precio, son la alternativa más económica entre las que se propulsan con un motor y no son de tracción a sangre.
Pero lamentablemente, estos monopatines requieren un correcto uso e incluso una elección responsable y basada en el conocimiento de los productos al momento de la adquisición. Al ser pequeños y accesibles, muchos dispositivos no tienen la calidad apropiada, y la falta de regulaciones que exijan estándares de calidad en todo el mundo, han permitido que haya una oferta de marcas, modelos y orígenes tan variados como se puede imaginar.
En Buenos Aires, en junio de este año, la explosión de un monopatín eléctrico que estaba enchufado a un tomacorriente convencional de un departamento, ocasionó un grave incendio durante la noche, a consecuencia del cual fallecieron cinco personas de una familia que fueron sorprendidas por el fuego mientras descansaban.
Más allá de las condiciones técnicas del equipo y de la misma instalación eléctrica a la que estaba enchufado, ese accidente no es un hecho aislado, sino una situación que viene ocurriendo cada vez con mayor frecuencia.
Un reciente informe de Daily News, revela que en la ciudad de Nueva York, en lo que va de 2022, ya se han reportado el doble de incendios causados por explosión de baterías de monopatines y bicicletas eléctricas, respecto de igual período de 2021.
Las cifras aportadas por el Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), indican que de enero a agosto de 2022, se produjeron 130 incendios en toda la ciudad, y que como consecuencia de ello, las llamas mataron a cinco personas e hirieron a 73. Los mismos bomberos dijeron que a esta misma altura de 2021, los incendios fueron 65, en los cuales murieron tres personas y resultaron con heridas otras 57.
El fenómeno de los monopatines eléctricos ha crecido exponencialmente a partir de la pandemia, cuando muchas personas se habituaron a hacer pedidos de Delivery a domicilio de todo tipo de productos, aunque especialmente de comida ya preparada. El mismo departamento de bomberos dice que en 2019, antes de la crisis del COVID-19, solo habían ocurrido 13 incendios y que en 2020, en pleno confinamiento, esa cifra ya había subido a 44 casos.
Según han aportado los funcionarios del departamento de bomberos, las baterías de los monopatines eléctricos instaladas de fábrica no parecen ser el principal problema, sino las que se venden en el mercado de accesorios que los usuarios compran en línea o en tiendas, como suplementos o reemplazos de la batería original.
“Las celdas de las baterías de iones de litio, cuando se fabrican, venden, almacenan o usan de manera inadecuada, pueden representar un peligro grave e inminente para la vida y la propiedad”, dijo Laura Kavanagh, la comisionada interina del Departamento de Bomberos de Nueva York.
Las autoridades de la alcaldía de Nueva York aguardan nuevas regulaciones que aseguren la calidad de los productos que los ciudadanos pueden comprar. Las cifras así lo requieren ya que la carga de baterías de iones de litio para dispositivos como monopatines y bicicletas eléctricas provocó 330 incendios en los EE.UU. entre 2015 y 2018, causando, además de las muertes y heridas mencionadas, más de 9 millones de dólares en daños a la propiedad.
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