Un año atrás, ante la invitación de Audi Argentina para conocer el RS e-tron GT en el autódromo de Buenos Aires, tuvimos la posibilidad de comprobar la gran aceleración de un automóvil eléctrico de alta performance. Las sensaciones que se viven a bordo de estos
El auto alemán tiene 646 CV de potencia con un torque de 830 Nm que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3.3 segundo, gracias a su sistema de Control de Largada. Su activación es simple. Solo hay que pisar el freno con el pie izquierdo, presionar el botón de Launch Control, y luego pisar a fondo el acelerador con el pie derecho. Apenas se enciende una luz en el tablero, con solo soltar el freno aparece toda la potencia inmediatamente y el cuerpo se hundirá en el asiento, las manos parecerán no poder sostener el volante, y hasta aparecerá un leve mareo durante el primer segundo o segundo y medio, que después el cerebro asimila y compensa.
Los autos eléctricos tienen la entrega de potencia inmediata y por lo tanto, siempre serán más veloces en lograr la velocidad máxima respecto a un auto con motor de combustión interna. Solo un Fórmula 1 puede equiparar por su relación de peso/potencia, una performance similar a la de los hypercars o simplemente los deportivos eléctricos en aceleración.
Pero si el Audi RS e-tron GT tenía 646 CV y 830 Nm de torque, la pregunta es cómo soportar la aceleración de un Rimac Nevera, también 100% eléctrico, pero que tiene 1.940 CV y 2.360 Nm y que declara 1,85 segundos para ir de 0 a 100km/h.
Seguramente lo harán con mucho entrenamiento y una pasión desenfrenada por la velocidad y el vértigo, sino, es una misión imposible e insoportable. ¿Y qué pasaría si alguien dijera que el Nevera podría bajar aún más el tiempo y llegar a 100km/h en apenas un segundo?
El dato surgió de una entrevista que el sitio The Drive hizo con uno de los ingenieros de Rimac en Croacia. Matija Renic, ante la pregunta respecto a si era posible alcanzar esa marca, simplemente respondió “Menos de un segundo”.
“Honestamente, el auto es muy rápido. Se pueden dar cifras aquí y allá, y estamos muy orgullosos de ello, pero este automóvil es más que eso. No es un dragster que llevas a la pista de carreras logras los mejores tiempos y eso es todo. El auto es realmente muy, muy complejo, y muestra lo que puede hacer la tecnología automotriz en el futuro. Y también es muy útil y muy amigable desde la perspectiva del usuario. Y al final, lo que queríamos lograr es desarrollar un automóvil para el conductor, algo que sea muy atractivo y muy gratificante simplemente sacándolo y disfrutándolo”, señaló.
Los pilotos de aviones caza de combate, para evitar desmayos ante aceleraciones altísimas, tienen en sus trajes un dispositivo que presiona las extremidades del cuerpo para que el torrente sanguíneo se mantenga irrigando constantemente el cerebro. No es por las vueltas invertidas, sino por la velocidad repentina a la que se ve sometido el cuerpo humano, que no ha sido diseñado para semejante exigencia. De hecho, vale el dato que aporta Motor1 en su artículo respecto a este auto, al decir que como referencia válida, hay que entender que los atletas más rápidos del mundo, recorren 10 metros en esa misma fracción de tiempo de un segundo en la cual un Nevera podría llegar a 100km/h.
Habrá que esperar al nacimiento del Rimac Nevera de menos de un segundo para comprobar si realmente tiene sentido que exista o no. Aunque a veces, algunas especificaciones solo buscan posicionarse como referencias y este sería un buen motivo para destacarse.
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