Para un usuario común, la posibilidad de conducir un auto eléctrico debe ser evaluada en tres dimensiones: la propia conciencia social y ecológica, la económica y el confort. La primera es un objetivo que nos engloba a todos —o debería— y apunta al uso de energías limpias para contribuir a detener el cambio climático y sus devastadoras consecuencias. La segunda es la posibilidad de cada uno de acceder a una tecnología aún costosa y la tercera es la maravillosa sensación de un manejo automático cómodo, suave y silencioso.
Un breve abc de las características de los autos eléctricos sería algo así:
- Son menos contaminantes. Se alimentan de una fuente de energía renovable como la electricidad. El inconveniente es que se trata de un tipo de energía que no siempre es limpia. Si bien los vehículos en sí no generan gases, la forma en que se obtiene la electricidad aún contamina en la mayoría de los casos y, para que esto deje de ocurrir, deberá obtenerse en su totalidad por la vía solar o eólica.
- Son más silenciosos y prácticamente no generan vibraciones. No necesitan embrague y esto hace que su conducción sea muy cómoda, más aún que en un auto automático con motor de combustión interna.
- Se recargan en la casa, o en puntos especialmente dispuestos, también durante el desplazamiento del vehículo mediante el frenado. El costo de la electricidad que demanda por kilómetro es inferior al del combustible para un vehículo convencional. Los tiempos de recarga son altos, de varias horas, aunque esto tiende a mejorar.
- Los motores eléctricos son más compactos, ligeros y simples que los de combustión interna. Al no quemar combustible, no precisan de un circuito de refrigeración ni de aceite y son más eficientes que un motor térmico y tienen una necesidad de mantenimiento muy reducida.
Ni híbrido ni eléctrico
Con distintos tipos de desarrollos, la industria automotriz impulsa el salto hacia motores no contaminantes, sea a través de combustibles verdes o de electricidad. De hecho, la Unión Europea, uno de los principales mercados del mundo, dispuso —no sin polémica— que en 2035 ya no se podrán vender en esa región automóviles o furgonetas nuevos que utilicen diésel o nafta, aunque quedó pendiente la posibilidad de explorar si autoriza matricular motores de combustión impulsados por combustibles sintéticos de cero emisiones. En esa misma línea, la Junta de Recursos del Aire de California, el organismo a cargo de combatir la contaminación ambiental, estableció que, también desde 2035, todos los autos nuevos que se vendan en ese estado tendrán que ser eléctricos, o híbridos con el objetivo de reducir la emisión de dióxido de carbono en los próximos 20 años.
El paulatino, pero incontenible, paso al uso de energías no contaminantes está viendo en los mercados más desarrollados una tecnología cuya llegada a Sudamérica fue anunciada por su propio creador, Nissan.
En el marco de la Nissan Innovation Week, realizada la semana pasada en San Pablo, Brasil, la automotriz japonesa anunció el ingreso a América del Sur en 2023 de vehículos con motores e-POWER, una tecnología que no es completamente limpia, pero reduce de manera importante los niveles de emisión y es considerada el eslabón que permitirá dar el salto hacia la electrificación total de la movilidad. El sistema forma parte del plan Ambition 2030 de la empresa, que es su respuesta a las necesidades medioambientales, sociales y de los clientes, ya que, según afirma, aspira a convertirse en una compañía verdaderamente sostenible, impulsando sus acciones hacia un mundo más limpio, seguro e inclusivo.
Ricardo Flammini, vicepresidente de Marketing, Ventas y Posventa para Nissan América del Sur, dijo que “la llegada de e-POWER, una tecnología propiedad de Nissan, a los mercados de la región, es una muestra más del compromiso de nuestra marca de acercar a los clientes lo mejor de su portafolio y de que continuamos impulsando el camino hacia la electrificación”.
Los vehículos con la tecnología e-POWER son impulsado por un motor 100% eléctrico alimentado por baterías, que tienen como fuente de energía un motor de combustión interna a gasolina que, según dijo el directivo, posee un alto nivel de eficiencia.
Si bien la compañía no informó ni los países de la región, ni la fecha exacta de 2023 en que llegará, ni los modelos que se ofrecerán con esa tecnología, ratificó su estrategia de mantener como sus dos pilares interconectados de tecnologías de reducción de emisiones y uso eficiente de recursos a sus modelos totalmente electrificados LEAF y Ariya, y a los impulsados por e-POWER.
Qué es e-POWER
Los vehículos con e-POWER combinan un motor eléctrico para mover las ruedas y un motor de gasolina para cargar la batería. Funciona de forma semejante a un coche eléctrico, reduciendo —aunque no eliminando por completo— emisiones y gastos de funcionamiento. Como el vehículo no debe ser enchufado, el usuario seguirá con el hábito de cargar combustible en una estación de servicio, aunque el motor de combustión utiliza también la frenada regenerativa para ayudar a recargar la batería.
Los creadores del sistema lo definen como de conducción eléctrica, apoyado en un motor a nafta, por lo tanto el usuario continúa con sus costumbres de conducción, pero con una sensación de movilidad eléctrica.
En resumen, los coches con e-POWER no deben ser enchufados. El motor de gasolina produce la energía que recarga la batería cuando el vehículo la necesita. Esa batería alimenta el motor eléctrico para mover las ruedas. Además, la fricción generada al frenar produce energía, y e-POWER evita que se desperdicie. El sistema de frenada regenerativa transforma la energía y la devuelve directamente a la batería, mejorando así los consumos y de autonomía.
Según sus creadores, todo esto redunda en una mejora para el medio ambiente respecto de los vehículos de motores convencionales, su huella medioambiental es menor en emisiones de CO2 y partículas.
Respecto de la conducción, como las ruedas se mueven accionadas por el motor eléctrico, la aceleración es suave, el motor eléctrico es silencioso y, combinado con el motor de nafta, produce unas emisiones mínimas.
De esta forma, Nissan lo presenta como un paso intermedio entre el motor de combustión interna, alimentado con combustibles fósiles, y los totalmente eléctricos y asegura que su plan a futuro es la electrificación total.
Llegada a Sudamérica
El ingeniero mecánico Cris Reed, vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Nissan para las Américas, explicó, en diálogo con un grupo de periodistas entre los que se encontraba Infobae, que la e-POWER “es una tecnologia puente, ya que no son autos 100% electrificados”, pero aseguró que “la idea es llegar allá”.
Reed admitió que “esta solución interesantísima que es el e-POWER no es perfecta cuando hablamos de autos grandes” y subrayó los diferentes gustos y posibilidades de las personas en los diferentes mercados, ya que mientras en Japón “les encantan los autos más pequeños”, en “Brasil es una cosa distinta, los autos pequeños son más caros y en Estados Unidos es totalmente diferente, son los autos más grandes los que tienen más valor”.
Entonces, para decidir el arribo de autos con este formato “hay una mezcla de consumidor, mercado y condiciones de mercado para llegar a todas las plantas” que la empresa tiene en el mundo. Reed consideró que “en Sudamérica es una oportunidad gigante porque se le da al consumidor otra opción de tener la tecnología”. Y sentenció: llegar a la región con esta tecnología “es complicado, pero al mismo tiempo, la empresa está muy entusiasmada con la posibilidad del anuncio”.
Aunque no se trata de vehículos completamente eléctricos, Reed recordó que continúa vigente el objetivo de la compañía de llegar a 2030 con un 50% de sus vehículos eléctricos y un desarrollo tecnológico en todos sus modelos que los acerque a “cero fatalidades”, es decir a evitar accidentes mortales.
Estas metas con “una visión global de la empresa es pensar como compañía. Ahora, dónde estamos en cada uno de los países, de los mercados, eso sí cambia para cada país. Se trata de mezclar el comportamiento del dueño del auto, la prontitud o la capacidad de estar listo para este tipo de vehículos y el costo, mezclando estas tres cosas se entiende que ahí se identifica entonces al país” en el que se estará cumpliendo con los objetivos.
“Hay que tener una aplicación masiva para que los costos se reduzcan así que, a pesar de que la visión, es una visión global, que indica que el 50% de los vehículos a nivel global sean eléctricos, quien decide eso de última, no es solamente la empresa, sino también el consumidor”, remarcó.
No existen diferencias en ese sentido, “todos los mercados son iguales en cuanto al cliente. El consumidor se va desarrollando como consumidor y va encontrando el camino”, concluyó.
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