En dos meses habrá una ratificación o en todo caso una rectificación de la idea. Cuando el 17 de octubre próximos se reabran las puertas del Salón del Automóvil de París, oficialmente “Mondial de l’auto Paris 2022″, la industria sabrá si el mundo ha cambiado tanto que las grandes exposiciones ya no tienen cabida.
Los franceses enfrentan la baja de grandes marcas y apuestan a que el salón sea una “Revolución del auto”, ya que habrá muchas startups, y empresas chinas que intentan entrar en el mercado europeo mostrando sus productos. Pero ya han confirmado que no estarán Citroën, BMW, Alfa Romeo, Audi, Fiat, Hyundai-Kia, Lamborghini, Land Rover, Lexus, Maserati, Porsche, Seat, Skoda, Toyota y Volkswagen.
Con un escenario así, es bastante lógico entender que otros organizadores europeos replanteen sus exposiciones. El famoso Salón de Frankfurt desapareció y fue trasladado a Munich, pero cambiando su concepto, ya que ahora se llama IAA Mobility, y es una feria que, como su nombre lo indica, fue más allá del auto y se encolumnó detrás de la movilidad en general, dando espacio a bicicletas, monopatines, motos y hasta proyectos de movilidad aérea como los e-VTOL.
Ahora llegan noticias de Suiza, y tampoco son buenas. Los organizadores del Salón del Automóvil de Ginebra (GIMS) han cancelado la edición 2023 y suman así 4 cancelaciones consecutivas, lo que parece estar mostrando un escenario de crisis que va mucho más allá de una u otra razón esgrimida en cada caso desde 2020.
Primero fue el COVID, después la falta de suministros que impidieron a muchos expositores pudieran terminar en tiempo sus prototipos para la muestra, ahora es la situación geopolítica mundial.
Así lo hicieron saber los organizadores en un comunicado de prensa, diciendo que “debido a las incertidumbres de la economía y la geopolítica mundial, así como a los riesgos relacionados con la evolución de la pandemia, los organizadores han decidido centrarse exclusivamente en 2023 en la planificación del evento en Doha”.
Y esta es la otra parte de la noticia, por cierto muy curiosa, porque mientras cancelan la cita suiza, los mismos organizadores del GIMS han confirmado que sus esfuerzos estarán centrados en la organización del Salón del Automóvil en Doha, un compromiso que asumieron en 2021, tras firmar un convenio con Qatar Tourism, para realizar esta exposición bianual la capital de ese país, que se llamará formalmente “Geneva International Motor Show Qatar”.
Más allá del financiamiento que no es considerado un problema si genera pérdidas y no ganancias en Doha, las razones esgrimidas para realizar uno y no otro, son que “en estos tiempos de incertidumbre, muchas marcas no están en condiciones de comprometerse a participar en un salón en Europa en invierno”, dijo Sandro Mesquita, director del GIMS.
Pero lo que ocurre en realidad es que las plataformas digitales han reemplazado casi completamente el modo de exponer algo, y no solo pasa con los autos, sino con cualquier aspecto de la vida moderna. De hecho, el comercio digital es un éxito, y las simulaciones y construcciones virtuales permiten incluso recorrer interiores de casas, barcos y por supuesto autos, sin moverse de una pantalla.
La única opción que parecen tener las muestras, ferias o exposiciones, es permitir a los concurrentes participar activamente del evento. No es lo mismo ver un concierto de una filarmónica en un teatro o participar de un show como Lollapalooza, que mirar un video. Y eso mismo es aplicable a todo. Las personas quieren acción y si no hay acción y solo son espectadores, no vale la pena trasladarse para eso.
La parte buena para la industria automotriz, es que por su esencia, los autos son máquinas que se mueven y permiten vivir sensaciones referidas con la acción. Habrá que ver cómo lo resuelven los organizadores y si las ideas que planteen son bien recibidas por quienes deben gastar millones en participar: los expositores.
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