Se habían propuesto hacerlo en diez meses. Fue una inquietud de los estudios Pixar, creadores de la película Cars en 2006, en la que un auto estrella de la serie Nascar a la que llamaron Copa Pistón, se perdía en un pueblo alejado y se enamoraba de Sally, una cupé Porsche 911.
El trabajo fue conjunto con el departamento Sonderwunsch (“deseo especial”) de Porsche, los diseñadores de Style Porsche y los ejecutivos de Porsche Cars North America. Tenían la misión de convertir un 992 GTS en un Porsche que se llamaría Sally Carrera.
Si bien Sally estaba inspirada en el modelo 911 996 que se fabricó entre 1997 y 2005, esa generación del clásico alemán fue una de las menos aceptadas por los seguidores de 911, entre otras cosas, por haber cambiado la forma circular de los faros delanteros. Así fue como el desarrollo del Sally Carrera, que se construyó sobre el 911 992, no tiene esos faros, que aunque bien podrían haberse calzado en los guardabarros delanteros, aunque se decidió no hacerlo.
La identidad entre el auto real y el de la ficción viene fuertemente representada por el color especialmente elaborado para esta edición especial de una unidad.
Lo han llamado “Sally Blue Metallic”, y por un juego de llantas de cinco rayos similares a aquellas del 996 del año 2005. Aquellas eran 18 pulgadas, y las actuales son 21 pulgadas atrás y 20 adelante.
En el interior, el Sally Carrera tiene detalles en ese mismo color azul tanto en las costuras del cuero, en las líneas decorativas del tablero, la consola y hasta la llave de contacto. En las puertas, el logo en relieve de Cars es uno de los sellos únicos del auto, y una leyenda en la guantera y los bajos de los zócalos dice “Sally Special 001/001″, lo que denota que solo habrá un modelo y no una serie.
En el volante, un pequeño detalle vuelve completamente locos a los amantes de aquella película, que era para niños pero con la excusa de llevar a los pequeños de la casa, fue vista por millones de amantes de los autos y las carreras: el botón que normalmente en los Porsche 911 tiene la leyenda de “Drive Mode” (modos de conducción), en este automóvil dice “Kachow! Mode”. Ese era el modo de expresarse del Rayo McQueen cuando hacía una maniobra especial, de esas que conquistaron a Sally.
En la carrocería hay varias aplicaciones con la descripción del nombre del auto, “Sally Carrera”, y al levantar la tapa del motor trasero, un gráfico de estilo pop art contiene las palabras “GTS powered” recordando el rayo de la decoración del protagonista de la película, que era el auto de carreras rojo y amarillo.
Técnicamente, el Carrera Sally será un Porsche 911 992 GTS propulsado por un motor turbo de seis cilindros y 3 litros que genera 473 CV de potencia con 570 Nm de torque, capaz de llevarlo de 0 a 100 km/h en 3.9 segundos.
El precio de lista de un auto similar sin la personalización de Cars, es de unos 145.000 dólares, pero este irá a subasta con RM Sotheby este 20 de agosto.
Lo que se consiga en la subasta estará destinado a dos organizaciones benéficas. Una es Girls Inc., que ayuda a mujeres jóvenes en los EE. UU. y Canadá. La otra es USA for ACNUR, que tiene por finalidad contribuir con los 6,2 millones de refugiados que se han visto obligados a abandonar sus hogares por la guerra en Ucrania.
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