Sebastian Vettel acaba de anunciar su retiro de la Fórmula 1 para finales de este año. Después de ganar consecutivos los cuatro campeonatos de pilotos de 2010 a 2013, el alemán dejó Red Bull para unirse a su sueño de ser rey con Ferrari, pero no lo pudo conseguir en sus seis años en la Scudería. Tras dos temporadas corriendo para Aston Martin, dejará las carreras y empezará a vivir una vida más coherente con sus convicciones.
Es que Vettel es el piloto que más se ha involucrado con causas sociales y climáticas. Fue el primero que abandonó Melbourne aquel viernes 13 de marzo de 2020 en el que el mundo entraba en pánico por la declaración de pandemia por COVID-19. Lo hizo antes de saber que se cancelaría el Gran Premio, porque le pareció que ante una situación así, él debía estar con su familia en su casa. Y desde entonces, Vettel ha puesto su mirada en la humanidad, desde defender los derechos de las mujeres en Arabia Saudita, hasta proclamar el primer GP de Miami bajo el agua en 2060 a causa del cambio climático.
Pero no es el único que ha tomado causas ambientales. Otro de ellos es Nico Rosberg, retirado de las pistas tras consagrarse campeón en 2016 venciendo a Lewis Hamilton en Mercedes. Desde entonces, ha sido embajador de la marca en asuntos referidos a vehículos eléctricos, pero incluso ha ido más allá, ya que se ha convertido en inversor de proyectos ambientalmente conscientes, entre los que están incluidas la Formula E, Tier Mobility, Lilium y Chargepoint. Incluso es miembro fundador del Greentech Festival, una feria anual europea para desarrollos ecológicos de todo tipo.
“La sostenibilidad no es una tendencia de inversión, sino una necesidad. Nuestra economía global colapsará sino hacemos todo lo posible para reducir su impacto negativo en el planeta. Muchas empresas ya se han adaptado para ser más conscientes del medio ambiente y los gobiernos de todo el mundo están trabajando en regulaciones más estrictas. Los inversores pueden ayudar a impulsar este desarrollo”, dijo Rosberg en una entrevista a Gentleman’s Journal.
Y así como Vettel ha sido coherente al retirarse de las carreras, porque estaba participando de un deporte que, aunque trabaje en reducirlo al mínimo posible, emite grandes cantidades de CO2 a la atmósfera no solo en las competencias sino también en los traslados, Rosberg también hizo algo similar.
Como a todo piloto de Fórmula 1, la velocidad y la potencia son partes inseparables de su vida, y aunque no compita, su gusto por los autos deportivos nunca se perderá. Lo curioso del caso es que el Mercedes con el que se consagró Campeón de Fórmula 1 no llegaba a los 1.000 CV de fuerza entre su motor de combustión interna y el eléctrico, y ahora tiene en su garage una cupé deportiva eléctrica que duplica esa potencia: el Rimac Nevera.
Rosberg había sido uno de los primeros en encargar su Nevera a Mate Rimac un par de años atrás, y hasta había visitado la fábrica en Croacia, para ver cómo se construía el hypercar eléctrico más potente del mundo. Pocas semanas atrás, el fundador y CEO de la compañía anunció el comienzo de las entregas de los primeros autos, y naturalmente Rosberg era uno de ellos.
El expiloto alemán viajó a Zagreb, donde está la fábrica de Rimac, para llevarse el Nevera número 001, y convertirse así en el primer cliente que accede a su automóvil. El Nevera 000, como anunció el propio Mate Rimac, quedará en poder de la fábrica como un hito en su historia.
El auto de Rosberg es completamente negro, un metalizado llamado Stellar Black y lo único que no se ha pintado de ese color son las llantas, que permanecen cromadas y pulidas. En el interior todo mantiene esa misma tonalidad, con terminaciones en Alcántara negro y la firma “Nico Rosberg” bordada en el apoyabrazos.
A modo de repaso, vale recordar que actualmente el Rimac Nevera es el auto de producción más rápido del mundo para ¼ de milla, que los hace en 8,6 segundos, pero además tiene una aceleración de 0 a 100 km/h de 1.85 segundos y una velocidad máxima de 412 km/h. Como se ha dicho, la potencia no llega a 2.000 CV pero queda muy cerca, ya que sus cuatro motores eléctricos suman 1.914 CV con un torque de 2.360 Nm. Solo se fabricarán 150 unidades y su precio es de 2 millones de euros.
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