Aunque existen los hypercars eléctricos como el Rimac Nevera, el Lotus Evija o el Pininfarina Battista, y aunque Ferrari misma ha confirmado que desde 2025 tendrá un modelo exclusivamente propulsado por una batería, para muchos amantes de los superautos, resignar el motor de combustión interna es un desafío que no están dispuestos a asumir.
La electrificación en sí no es el problema, porque todas las marcas han iniciado el camino de la hibridación, incluso en competición. La Fórmula 1, el Mundial de Endurance (WEC), y el de Rally (WRC), ya tienen esa combinación de gasolina y electricidad para propulsarse.
Pocos días atrás, Bugatti mostró al detalle cómo se ensambla su famoso motor W16, en el un video que han titulado como “El último de su tipo”. Es que la marca que ahora controla Rimac Automobili, ha empezado la era de la hibridación para lo cual este impulsor histórico de 8 litros de cilindrada que equipó durante 20 años a los modelos Veyron y Chiron, ya no tendrá uso.
Porsche ha sido la primera compañía en apostar a la supervivencia de los motores de combustión interna a través del uso de combustibles sintéticos, los conocidos e-fuels. El Grupo Volkswagen ha invertido unos 100 millones de euros conjuntamente con otras compañías como Siemens Energy, Enel, y el gobierno chileno, para construir la primera planta de e-fuels en Punta Arenas, en el sur del país tasandino. Este combustible de laboratorio permite que los automóviles con motores térmicos continúen funcionando normalmente pero sin emisiones de GEI a la atmósfera ya que no utilizan componentes fósiles.
Ahora, otra marca del mismo grupo alemán ha decidido apostar por la misma solución y aunque mantiene los proyectos híbridos intactos, en su ADN está el V12 creado por su fundador al que parecen no querer renunciar. Si, la marca es Lamborghini, y el motor en cuestión fue su sello desde 1963, año de su creación, porque Ferruccio Lamborghini creía que un motor de 12 cilindros representaba inmejorablemente a un auto deportivo de alta gama.
Esto se desprende de una declaraciones que ha realizado recientemente Stephan Winkelmann, CEO de Lamborghini, al señalar que “todavía tenemos la oportunidad de entrar en el mercado de los combustibles sintéticos en este tipo de coches. Sin embargo, si finalmente eso no sucede, Lamborghini será una compañía completamente eléctrica a más tardar a partir de la década de 2030, pero no necesitamos decidirlo ahora”.
Mientras se espera la aprobación final de los e-fuels por parte de la Unión Europea, Lamborghini continúa con la ampliación de portfolio, ofreciendo propulsiones híbridas. Hace pocos días se anunció que el éxito SUV Urus tendrá una versión de estas características, y algo similar ocurrirá con el Huracán. Y si bien está en proyecto el auto 100% eléctrico para 2025, esa decisión no implica que con ese auto empiece el camino hacia la electrificación total de la marca. De hecho, Porsche sigue avanzando más allá del Taycan, con la confirmación de la próxima generación de EV que incluye a los 718 y Macán antes de 2025.
Un camino no interfiere con el otro. Esta es una filosofía que empiezan a adoptar grandes fabricantes, conscientes de las limitaciones de la matriz eléctrica todavía muy limitada. Algunos lo hacen a través del hidrógeno como Toyota, quién más apuesta a ese elemento de la naturaleza como combustible del futuro, mientras esta opción de los combustibles de laboratorio parece empezar a derramar en otras marcas.
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