Hace un año, la Profesora de Inteligencia Artificial y Machine Learning del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), Marcela Riccillo, le contaba a Infobae de qué se trata la programación de las máquinas que contribuyen a una conducción asistida y más segura en los automóviles modernos.
Una de las frases más destacadas de aquella entrevista, fue la que estaba referida a su funcionamiento y a la diferencia entre la realidad y la fantasía. En la oportunidad, esta argentina, Doctora en Ciencias de la computación, que da charlas por todo el mundo, dijo que “las máquinas aprenden lo que el hombre les enseña, pero no hacen nada que el hombre no pueda hacer. Lo que ocurre con la Inteligencia Artificial, es que esas máquinas pueden hacer en segundos, un sinnúmero de operaciones que el ser humano demoraría mucho más tiempo, pero el robot o las máquinas que trabajan con Inteligencia Artificial, no están para reemplazar al hombre, sino para complementarlo. La Inteligencia Artificial Completa (AGI por su traducción al inglés) no existe, porque significaría que las máquinas tendrían que tener conciencia, algo que por ahora solo es parte de la ciencia ficción de las películas.”
Entonces, como lo que las máquinas hacen para mejorar la vida del ser humano, en este caso la conducción de los automóviles, es algo que el hombre ha programado previamente, los errores que los hombres cometan, llevarán a un mal funcionamiento de la tecnología.
Esto parece estar sucediendo en China con el sistema de detección de fatiga del conductor, una de las herramientas de las Asistencias a la conducción (ADAS) que se exigen para autos de nuevo diseño a partir de julio de este año en los países de la Unión Europea, y la noticia se ha diseminado por el mundo entero a partir de un posteo en redes sociales de un famoso bloguero chino llamado DerekTLM, quien dijo tener problemas en su automóvil eléctrico Xpeng. “Mis ojos son pequeños pero no me estoy quedando dormido al volante. ¿Nosotros, las personas de ojos pequeños, no merecemos usar el Piloto guiado por navegación?”
Pero no es la primera vez que ocurre un caso así. Otro bloquero chino, aunque uno especializado en el mundo automotriz llamado ChangYanCY, hizo una queja similar en Weibo, donde tiene más de un millón de seguidores. Su publicación señalaba que el sistema de monitorización de muchos modelos suele valorar de forma equivocada que el conductor se está quedando dormido, añadiendo que su preocupación está referida a que el tamaño de los ojos suponga en el futuro un impedimento para poder disfrutar de todas las posibilidades de la conducción autónoma.
El sistema de detección de fatiga de los automóviles actúa a través de cámaras que monitorean los ojos del conductor, y determinan un cansancio al volante tanto porque sus ojos que se empiezan a cerrar, como también por parpadear con mayor frecuencia y percibir una dilatación de sus pupilas.
Lo que aparentemente ha ocurrido es que en la programación del sistema, alguien parece haber olvidado que las personas de origen asiático, suelen tener los ojos “achinados” y no hay un problema de fatiga al volante en ellos.
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