Parece como si solo hubiera hecho falta que Ferrari le quite el velo a su nuevo auto de GT, para que Porsche reaccione inmediatamente. Aunque no fue así. Ya estaba todo organizado. En realidad, el viernes se adelantaron los de Maranello, porque durante el pasado fin de semana, aprovechando el escenario magnífico del circuito belga de Spa Francorchapms, aparecieron las fotos del más duro rival que tendrán los autos italianos en los campeonatos GT en 2023. Y para ser honestos, la ecuación es inversa, porque el rey es Porsche y el retador es Ferrari.
El auto se llamará igual, Porsche 911 GT3 R, pero en la nueva especificación, la similitud con su antecesor estará básicamente en el nombre y el modelo del auto, porque hay una gran evolución entre el que domina los campeonatos de GT desde 2019 y el que iniciará el nuevo ciclo el año próximo.
Mecánicamente, el nuevo auto de carreras tendrá el mismo motor Boxer atmosférico de 6 cilindros del 911 de calle, una decisión que vienen sosteniendo para darle la identidad que desean a un auto que ha marcado la historia de Porsche y tiene esa mística de ser un deportivo que puede correr y ganar en las pistas.
Pero aunque mantenga la misma arquitectura, han aumentado la cilindrada de 3.997 cm3 a 1.194 cm3, con lo que han ganado unos 15CV de potencia. La transmisión es la secuencial de 6 marchas accionadas desde el volante, pero lo que más destacan desde Porsche es la forma en que esos 565CV se transmiten al piso, con una progresión menos agresiva, ideal para los pilotos no profesionales que suelen alternarse con profesionales al volante en las carreras de GT.
La idea de hacer menos exigente la conducción para los “Gentleman drivers” es común a todos los constructores. Y así como lo hizo Ferrari en el 296 GT3 presentado el 29 de julio pasado, en este 911 GT3 R se logró una mejor distribución de los pesos entre ambos trenes, se ha cambiado la geometría de suspensiones y se ha rediseñado el tratamiento inferior del aire, especialmente en el remate, con un nuevo y más eficiente difusor en la cola del auto.
Pero como el confort de conducción fue una de las premisas para el rediseño del GT3 alemán, por primera vez se ha introducido la regulación longitudinal de la columna de dirección y la pedalera, lo que permitirá que al cambiar de conductor, cada uno pueda ajustar la posición de manejo a su gusto.
Otra mejora para la operación más efectiva del cambio de piloto, es un nuevo sistema de desacople de los cinturones de seguridad más rápido y preciso y una modificación de la abertura de la jaula estructural que mejora el ingreso y salida del habitáculo. También se cambiaron las ópticas delanteras con nuevas luces de tecnología LED, fundamentales en las carreras de larga duración, ya que buena parte de ellas se realizan de noche.
“Nuestra tarea no consistía en hacer que el nuevo 911 GT3 R fuera aún más rápido, dado que las ventanas de rendimiento establecidas por el ‘BoP’ anulan esta ventaja. Pero sí lo era conseguir que nuestros clientes fueran capaces de rodar a ritmo elevado durante más tiempo. Por ese motivo nos enfocamos, fundamentalmente, en la facilidad de conducción. Esto se refleja, por ejemplo, en el nuevo motor de 4.2 litros, que tiene un rango de revoluciones utilizable más amplio. Además, la aerodinámica es más constante y estable, y los neumáticos traseros soportan una carga menor, lo que permite aprovechar su potencial en mayor medida”, dijo Sebastian Golz, responsable del Proyecto 911 GT3 R en Porsche Motorsport, durante la presentación, este fin de semana en Bélgica.
Se puede decir que es el auto de carreras pura sangre más accesible del mercado, aunque su costo no es bajo ni mucho menos. Porsche ha publicado el precio del 911 GT3 R que ya se puede encargar, y costará 511.000 euros sin impuestos, lo que dependiendo del lugar del mundo al que se lo exporte, puede superar los 610.000 euros.
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