Después de mucho esfuerzo y dolores de cabeza que comenzaron en 2015 cuando decidieron regresar a la Fórmula 1 como proveedores de motores del equipo McLaren, recién en 2021, los motores Honda lograron ganar un campeonato mundial de la máxima categoría nuevamente, impulsando el Red Bull del neerlandés Max Verstappen.
El desgaste había sido enorme. La presión de estar con un piloto como Fernando Alonso, y en el mismo equipo con el que Ayrton Senna y Alain Prost habían brillado a finales de los años 80 y comienzos de los 90, sumado al fracaso de la etapa anterior a este retorno, en el que solo habían podido ganar una carrera con Jenson Button en 2008, habían desencantado a los japoneses, que recién en 2019 con Red Bull encontraron un socio con el que pudieron desarrollar sus motores híbridos razonablemente.
Si bien es cierto que ese año empezaron a llegar las victorias, el dominio de Mercedes era tal que Honda anunció en 2020 que se retirarían cuando concluyera el campeonato 2021, y así comenzaron a correr el último año, en el que no sospechaban siquiera que llevarían la corona. Red Bull comenzó a construir su propio centro tecnológico donde seguirían atendiendo las Unidades de Potencia Honda que se rebautizarían como Red Bull Powertrain desde 2022, mientras busaban un nuevo proveedor para el cambio de reglamento que llegará en 2026.
Entonces, en Japón entendieron que el nivel de prestaciones ahora sí era competitivo y que todo ese desarrollo quedaría a disposición de otra marca, y retomaron las riendas, ofreciéndole a Red Bull que ya no serían socios pero sí serían los responsables de los motores, tanto el térmico como el híbrido, y lo harían desde si país, y solo utilizando la sede inglesa para logística y mantenimiento. Así es como Honda no figura como el proveedor de los motores del campeón y líder de las posiciones de la Fórmula 1 de 2022, pero en verdad lo sigue siendo.
Y esa historia es la que se cuenta para comprender por qué si los motores de Red Bull son Red Bull, unos días antes de la disputa del Gran Premio de la Emilia Romagna, en Imola, Max Verstappen fue parte de la oficialización de una nueva versión del pequeño auto eléctrico que Honda vende en Europa, conocido como Honda E Limited Edition.
El auto es una de las joyas de la marca, es su gran modo de entrar a la electrificación con un producto lleno de tecnología, de dimensiones pequeñas pero confortables, y capaz de mostrar el interés de la marca por contribuir a la movilidad urbana con un producto diferente.
El auto contrasta a simple vista con la versión original del Honda E, que se caracteriza por colores pastel y limpieza de sus líneas y detalles. En esta versión, el EV japonés viene en un color rojo llamado Premium Crystal Red exclusivo del modelo, además de detalles negros en la carrocería que buscan resaltar más aún el rojo de fondo. Además se le ha cambiado el rodado por uno con llantas de aleación negras de 17 pulgadas.
A nivel de prestaciones, el pequeño auto eléctrico de Honda tiene mucho para entregar ya que logra una potencia de 154 CV aunque su eficiencia o autonomía no es tan buena. Por las reducidas dimensiones del automóvil, las baterías no son tan grandes y con una carga completa solo se pueden hacer 200 kilómetros.
El precio tampoco es su fuerte, pero quién compra un Honda sabe que esa no es una característica de la marca, este Honda E Limited Edition tiene un costo de 44.000 euros, un 15% más caro que el Honda E de mayor equipamiento que se comercializa en el continente. Parte de ese precio más elevado está en su equipamiento, aunque también en el hecho de que será una edición limitada a 50 unidades y nada más.
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