La rebelión de los robots, o un piquete de computadoras. Cualquiera de esos títulos podría ser utilizado para describir graciosamente una situación que se creó el pasado 28 de junio en la intersección de Gough Street y Fulton Street, en la ciudad de San Francisco.
La imagen que veían las personas y otros automovilistas que pasaban por el lugar a las 4 de la mañana era sumamente insólita. Un parque compuesto por una docena de Chevrolet Bolt pertenecientes a la flota de GM Cruise Automation, el servicio que acaba de habilitarse en California para prestar servicio de taxi autónomo, estaban detenidos en pocos metros, ocupando casi toda la calle. Ninguno de los autos tenía pasajeros a bordo.
Si bien no hubo muchas explicaciones oficiales, lo que se especula por parte de los especialistas es que tal vez se haya producido una desconexión de la nube a través de la cual se vinculan los autos con el sistema, lo que los hizo tomar la opción pre programada de detenerse. De hecho, en las pantallas del interior que pudieron registrar algunas personas que se acercaron a los autos detenidos, se podía leer un mensaje que indicaba “Self driving Off”, lo que indicaba que las unidades estaban fuera de servicio.
Drew Pusateri, vocero de Cruise, dio una declaración a Automotive News señalando que “tuvimos un problema a principios de esta semana que provocó que algunos de nuestros vehículos se agruparan. Si bien se resolvió y ningún pasajero se vio afectado, nos disculpamos con cualquiera que haya tenido inconvenientes”.
El problema se pudo resolver solo cuando los operarios humanos de Cruise llegaron al lugar, para remover los autos conduciéndolos ellos mismos. Para analizar lo sucedido, parece que hay más de un episodio similar, ya que una semana antes, varias personas reportaron un vehículo detenido del mismo modo, pero con el agravante de estar obstaculizando el paso de un camión de bomberos. Lo curioso de este último caso fue que los autos se dirigieron al mismo punto y allí detuvieron su marcha y quedaron “off-line”.
Es parte de lo que puede suceder y sucede actualmente con otros sistemas. Cuando una red completa deja de funcionar, como ha ocurrido con Whatsapp o Instagram varias veces el último año, todo queda suspendido. El problema es que con los automóviles hay que tener otros respaldos y resguardos, ya que son vehículos de 1.000 kg que se están moviendo por la vía pública.
De todos modos, fue una falla que puede mirarse con de dos maneras distintas. El problema del 28 de junio no trajo mayores inconvenientes y los autos parecen estar programados para detenerse razonablemente, como lo haría un conductor humano ante un desperfecto técnico, lo que no pone en duda el sistema de conducción autónoma en sí, sino en todo caso, el sistema de soporte para que no se pierda la conexión.
No es la primera vez que sucede, ni es solo a Cruise que le ha ocurrido un error de este tipo. A fin de año pasado, la compañía Waymo, que desarrolla el sistema de conducción autónoma para Google, sufrió un problema bastante curioso al ver como muchos de sus vehículos se dirigían inexorablemente a una calle que no tenía salida. Al llegar al final de la vía, retomaban la marcha girando 180° y continuaban su recorrido, pero cuando varios de ellos llegaban al mismo punto, se generaba una larga fila de autos esperando para maniobrar.
En ese momento, la compañía admitió lo que ocurría dando una explicación razonable. Los autos entraban a la calle sabiendo que al final de la misma debían dar la vuelta, pero lo hacían porque la señalización no indicaba no avanzar sino solo que era un callejón que no continuaba. Los autos respetan al pie de la letra lo que se les ha programado, y ningún ser humano les indicó que, ante esa señal, debían doblar en la esquina anterior como lo haría un conductor con criterio propio. Son los desafíos del tiempo que viene, y la adaptación a combinar una vida de reflejos y decisiones, con una completamente programada para cada situación.
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