Si no fuera por los controles electrónicos de velocidad, se supone que un Tesla Model S Plaid, el más potente auto de la marca de Elon Musk que supera los 1.000 CV, tenía que llegar a los 320 km/h de velocidad. La razón de esa cifra y no otra, es que el auto no mide kilómetros por hora sino millas por hora, y la barrera que supone diferenciar entre autos y superautos está puesta por alguna razón en las 200 mp/h.
Pero esos controles con los que todos los autos de alta performance salen de la línea de producción, bajan la velocidad máxima a números aceptables o más o menos controlables. Pasa con casi todos los modelos de gran potencia, que están limitados a 250 km/h, y para poder explotar al máximo sus prestaciones hay que “desbloquearlos”.
Así, el Tesla Model S Plaid tenía un límite en las 163 mp/h que equivalen a 263 km/h, y si bien fue actualizado con un “track mode” de 175 mp/h o 282 km/h, siempre seguían debajo de la marca aspiracional prometida.
Y si bien no ha sido Tesla la que lo ha hecho, alguien decidió comprobar si la teoría era refrendada por la realidad. Se trata de una empresa canadiense llamada Ingenext, que se especializa en módulos que ayudan a desbloquear funciones bloqueadas por software en vehículos como es el caso de los Tesla.
Para hacer la comprobación, elegir un lugar seguro era muy importante y visto que en Canadá no hay óvalos estilo Indianápolis, Daytona o Talladega como para que un auto pueda desarrollar su velocidad libremente con el resguardo adecuado, la opción es una extensa pista de aterrizaje aéreo. Se eligió el aeropuerto de Trois-Rivières, que tiene una extensión de unos 3 kilómetros con los escapes correspondientes, y hacia allí se dirigió el ensayo este 30 de junio.
Los cálculos decían que el auto necesitaba casi 2 kilómetros para alcanzar la velocidad máxima, con lo que solo tenía 1.000 metros para desacelerar y frenar a tiempo antes que se terminara la pista.
Por esa razón, al Tesla Model S Plaid, además de destrabar la limitación electrónica de sus tres motores eléctricos, se lo dotó de un equipo de frenos de mayores prestaciones y neumáticos especiales con rango para alta velocidad.
El intento fue exitoso a nivel tal, que el auto no solo alcanzó los 320 km/h, sino que los superó al llegar a 216 mp/h, es decir 347 km/h, nada menos, y lo hizo antes de los 2.000 metros, lo que permitió que frenara sin dificultad.
Más allá de la marca que lo pone dentro de un rango de prestaciones de un superauto, la realidad es que el Model S Plaid es una berlina de 4 puertas, con lo que aunque extraoficial, podría considerarse que esta ha sido una marca récord que pone al modelo como el auto eléctrico de producción en serie más rápido del mundo.
Y si bien es una marca que solo sirve para la anécdota porque difícilmente alguien se compre un Tesla para ir más rápido que un superauto, es interesante comprobar que la velocidad es posible de alcanzar en un auto que, de por sí, acelera de 0 a 100 km/h en solo 2,1 segundos y que tiene un costo de 130.000 dólares.
SEGUIR LEYENDO