El primer récord se marcó en abril de este mismo año, cuando con la meta puesta en hacer 1.000 km sin parar a recargar la batería, se cumplió llegando a Cassis, en las cercanías de Marsella. El Mercedes Vision EQXX había salido de la factoría de Stuttgart a la madrugada y bajando por los Alpes Italianos había llegado a las costas del mediterráneo en Francia pasando casi por todas las situaciones climáticas posibles para la época del año en esa región europea. Salvo nieve, hubo lluvia, frío, calor e incluso embotellamientos. Al llegar a destino, quedaba carga como para pasar los 1.100 km de acuerdo a lo que indicaba la computadora de a bordo.
Apenas pasaron dos meses para intentar comprobar cuánto más podía recorrer el auto eléctrico que Mercedes sigue mostrando como el más eficiente del mercado, y que como ya han repetido varias veces, aunque es un concept car, el auto que saldrá a la producción será prácticamente igual a este que se utiliza para validar su autonomía y desarrollo, donde la aerodinámica cumple un rol fundamental.
Ahora el desafío estaba en Inglaterra, desde el mismo punto de partida en Stuttgart. Habría que atravesar Alemania, Francia y cruzar desde Calais por el túnel que pasa por el Canal de la Mancha, hasta entrar en territorio inglés.
Una vez más, la premisa era la misma, hacer el recorrido entre la fábrica alemana y el circuito de Silverstone, situado a unos 110 kilómetros al norte de Londres, sin buscar condiciones especiales de horario o tránsito, e incluso utilizando todos los sistemas de confort interior del auto como el equipo de audio y la climatización, que en un auto eléctrico, consumen también parte de la energía.
El viaje duró 14 horas y 30 minutos, dividido en dos días. Al comienzo, la expedición debió esquivar incluso un corte en una Autobahn en Alemania, antes de tomar la ruta original hacia el norte de Francia. A lo largo del viaje se utilizó durante 8 horas el aire acodicionado, y al llegar a la pista de Silverstone, el piloto de Mercedes en el campeonato mundial de Fórmula E, Nick Devries, esperaba la llegada del automóvil para dar vueltas a la pista donde se disputa anualmente el Gran Premio de Inglaterra de Fórmula 1, hasta agotar las reservas.
Fueron 11 vueltas en la que el piloto llegó a la velocidad máxima del Mercedes EQXX, 140 km/h en alguna oportunidad, como para que hasta en la misma pista de carreras, en la que no había tránsito alguno ni eventuales desvíos o retenciones, el auto siguiera funcionando alternativamente a una y otra velocidad. El objetivo de hacer la parte final del desafío en un autódromo fue precisamente poder dar hasta lo último y que el auto se detuviera sin electricidad en una zona segura y desde la que fuera sencillo dar carga para reiniciar la marcha.
Para ir familiarizándose con el “lenguaje eléctrico”, vale decir que el EQXX tuvo un consumo de energía de 8,3 kWh cada 100 kilómetros y la velocidad promedio fue de 83 km/h. Aunque Mercedes no ha dado datos más precisos respecto a la batería de este modelo, se sabe que su capacidad es inferior a 100 kWh, que el pack tiene un 50% menos de volumen y es un 30% más liviano que el del Mercedes EQS que se está comercializado actualmente.
El vehículo tiene un solo motor eléctrico de 241 CV de potencia y cuenta con un panel solar en el techo que alimenta elementos como el sistema HVAC y el paquete de infoentretenimiento. El auto es mucho más liviano que otros eléctricos de sus mismas dimensiones, ya que solo pesa 1.755 kg contra los 2.500 de sus rivales.
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