“Cada vez que se escucha la palabra Porsche en las carreras de Endurance, es como escuchar la palabra tiburón en una playa. Todos tiemblan”. La frase es una genial ocurrencia que refleja la impronta de los autos alemanes en las carreras de resistencia. Porsche, desde 1970, escribió páginas de gloria en las competencias de larga duración como las míticas 24 horas de Le Mans, aunque también en las de Daytona, o en otros clásicos como las 12 hs de Sebring o los 1.000 km de Nürburgring, Monza o Brands Hatch.
Todo empezó con la llegada de uno de los modelos más icónicos de todos los tiempos para las carreras de Sport Prototipos, como fue el Porsche 917, auto identificado con los colores celeste y naranja del sponsor que tenía la escudería alemana en aquellos años. Fue Campeón Mundial en 1970 y 1971 y para muchos, el auto de carreras más lindo de la historia. Su sello fue tan fuerte que aún hoy, en la zona de Merchandising de Le Mans, se pueden encontrar muchas tiendas vendiendo ropa, réplicas, stickers, llaveros, gorros, banderas y hasta pinturas de ese auto. Steve McQueen, de hecho, lo llevó al cine con la película Le Mans un par de años después.
Con el cambio de reglamentación, el 917 requería un desarrollo que Porsche no estaba dispuesto a hacer en tan poco tiempo de modo que siguió corriendo hasta 1973, pero sin ser un auto oficial de fábrica. En 1976 llegó el primer sucesor, el 936, que no tenía cabina, era un spider y con él, el famoso belga Jacky Ickx fue ganador de Le Mans en tres oportunidades entre su estreno y 1981.
La tercera generación de Porsche en Sport Prototipos fue el 956, que compitió entre 1982 y 1984, e inmediatamente apareció el 962, para continuar el reinado que llegó hasta finales de la década. Y si bien Porsche desarrolló otros prototipos desde entonces, no fue hasta 2014, con la entrada en vigencia de los autos híbridos, que un modelo no volvió a tener el protagonismo y la contundencia de antaño. El Porsche 919 Hybrid ganó los campeonatos de pilotos y constructores de 2015, 2016 y 2017, cuando la marca decidió retirarse del campeonato y emprender su camino hacia los autos eléctricos compitiendo en la FIA Fórmula E.
Pero con las unificación de reglas entre el Mundial de Endurance y el campeonato IMSA, volvió la motivación, y así fue como Porsche decidió desarrollar un nuevo auto para competir tanto en el campeonato del mundo como en el de los EE.UU. En 2021 nació el proyecto 963 que terminó a fin de año con los primeros ensayos en pista y con el anuncio de su regreso a la competición desde 2023.
De la mano de Roger Penske, en el Festival de la velocidad de Goodwood que terminó este fin de semana en Inglaterra, se presentó el auto que luce una decoración basada en blanco, rojo y negro, los colores de la marca, pero con una similitud a la que identificó a Glickenhaus y sus autos de la década del 80, los más parecidos en diseño a este nuevo prototipo.
Técnicamente, la principal fuente de potencia se obtiene de su motor V8 4.6 litros biturbo de 680 CV. El chasis fue construido por Multimatic, y el proyecto tiene además otros socios tecnológicos como Bosch, Williams Advanced Engineering y Xtrac para los componentes híbridos.
Si bien la reglamentación de la categoría LMDh entrará en vigencia en 2023, es posible que en carácter de invitados, y sin poder sumar puntos, una tripulación de Porsche haga una primera carrera este año, en las 8 hs de Bahrein que se corren en el mes de noviembre. El debut oficial será en las 24 hs de Daytona de IMSA con el equipo Penske Motorsport, en tanto la gestión deportiva en el Mundial de Endurance (WEC) estará a cargo de Mannheim en Alemania.
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