En los últimos días se conoció la filtración de un documento en el que Elon Musk, CEO de Tesla, reconocía a algunos ejecutivos de la empresa de autos eléctricos, que este ha sido un trimestre muy duro para las finanzas de la compañía.
Por un lado, la falta de componentes vitales como el níquel y cadmio ha hecho que los precios de los Model 3 y Model Y, hayan debido subir. Por el otro, el rebrote de Covid-19 obligó a parar las operaciones por más de un mes en su Gigafactoria de China, con el consiguiente retraso en entregas no solo en el mercado asiático sino también en el europeo, del que esa planta es proveedora junto a la de Berlin. Ambas situaciones no pudieron compensarse con haber logrado que un Tesla haya sido el único eléctrico 100% del mundo que ha entrado entre los diez modelos más vendidos de 2021 a nivel global.
Pero sobre llovido, mojado. La investigación empezada en año pasado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EEUU (NHTSA), respecto a accidentes que ocurrieron con autos Tesla entre 2018 y 2021 mientras se encontraban bajo el comando de Autopilot, su sistema de conducción autónoma, parecen arrojar resultados poco alentadores.
Esos accidentes tenían un punto en común, y era que los autos Tesla habían tenido siniestros ante la presencia de autos de auxilio detenidos en un camino. Lo que pretendía la investigación, era determinar si, efectivamente, el problema de Autopilot estaba relacionado con no haber detectado a tiempo la presencia de esos otros vehículos.
Según el informe que ahora publica la NHTSA, los 14 accidentes que fueron investigados y en los que estuvieron involucrados autos Tesla, provocaron 15 heridos y un fallecido. La investigación involucra a los Model S fabricados entre 2014 y 2021, los Model X de 2015 a 2021, Model 3 de 2018 a 2021, y los Tesla Model Y de 2020 y 2021. Si el análisis de ingeniería confirma parte de los informes preliminares, esto podría significar que la marca tenga que llamar a revisión a unos 830.000 automóviles, para corregir el problema de software o eventualmente de hardware de cada uno.
Lo que pretenden comprobar es el funcionamiento del piloto automático de Tesla ante la presencia de vehículos de emergencia estacionados, ya que lo que parece haber encontrado como punto en común, es que Autopilot devolvió el control al conductor, en promedio, menos de un segundo antes del primer impacto.
La agencia comprobó que en la mayoría de los casos, los conductores tenían las manos en el volante tal como requiere el propio sistema de piloto automático, pero que sin embargo no tomaron medidas evasivas a tiempo, acaso porque el cambio de conductor automático a manual, fue demasiado encima del obstáculo. También dicen que en cuatro de los choques en sí, Tesla no emitió ninguna “alerta visual o de timbre durante el ciclo final de uso del piloto automático”.
En cualquier caso, y más allá de un fallo que obligue a Tesla a reprogramar los márgenes de detección y las alertas para que los conductores tomen el volante ante un problema repentino para Autopilot, lo que está claro es que aquella idea de Elon Musk de no dotar sus autos con Radares LIDAR como todos los sistemas de conducción autónoma del resto de la industria y en su lugar seguir utilizando cámaras de ultra alta definición, quizás tenga que ser revisada.
También hay un aprendizaje para los automovilistas. Un sistema autónomo de conducción Nivel 2, requiere estar listo para tomar el volante a lo largo de todo el viaje, pero aunque el automóvil no lo requiera, ante un obstáculo ocasional, en este nivel todavía es necesario que el ser humano deje la comodidad y tome el volante con sus propias manos.
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