Parece una repetición de temas en las noticias, pero no lo es. Es una nueva y otra vez pone a China en el título como protagonista de un desarrollo tecnológico de avanzada, y no será la última. El gigante asiático está creciendo en la industria automotriz, particularmente en la relacionada con autos eléctricos y autónomos, a mayor velocidad que los mercados europeo y americano.
“China es como un faro líder para la industria”, dice Mingyu Guan, especialista en el sector automotriz de McKinsey & Company, la más prestigiosa consultora global del mundo, a la que recurren gobiernos y empresas de todos los continentes, y a la que es más difícil acceder a un puesto que en Google, Facebook o Apple.
“Para muestra solo hace falta un botón”, dice la expresión popular, y en este caso se aplica a la perfección. El 6 de junio pasado, San Francisco se ha convertido en la primera ciudad de EE.UU. en autorizar la circulación libre y tarifada de la primera flota de taxis sin conductor a través de Cruise, la marca con la que se desarrolla la conducción autónoma de General Motors. Pero en China ya son 10 las ciudades que han adoptado esa forma de movilidad, y lo han hecho por medio de Apollo Go, la marca de Baidu, la empresa de tecnología e internet equivalente a Google en el país más poblado del mundo.
Mientras en Norteamérica el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma de Google está tercerizado a Waymo, en China ha sido la propia Baidu la que se ha enfocado en fabricar sus propios autos eléctricos y autónomos bajo su marca Jidu.
El desarrollo está tan avanzado, que acaban de anunciar la entrada en producción de su primer auto ya para 2023, y es el Jidu Robo-01, un sedán de cuatro plazas completamente eléctrico y autónomo de Nivel 4, lleno de tecnología de vanguardia.
Si bien lo que han presentado es un concept car, Baidu asegura que el automóvil que saldrá a producción el año próximo es un 90% similar a este modelo. El auto no tiene manijas para abrir las puertas y todas sus funciones de conducción autónoma se controlan gracias a un sistema dotado de dos radares Lidar y 12 cámaras, centralizadas en procesadores Qualcomm Snapdragon 8295, que permitirá incluso ser operado por voz offline cuando la conexión a internet sea deficiente para su sistema autónomo.
Jidu se refiere a su primer vehículo como un “robocar”, asegurando que además es un auto “entrenable” que mejora a través del uso al emplear una solución patentada llamada JET neural. También han insinuado que el vehículo también podrá mostrar emociones al interactuar con sus ocupantes.
“El robocar de Jidu busca satisfacer las necesidades de los usuarios en cuanto a viajes inteligentes con habitáculos inteligentes en la nueva era”, ha declarado Joe Xia Yiping, director ejecutivo de Jidu.
“El objetivo final es realizar una experiencia de transporte totalmente sin conductor. Los coches de Jidu se dirigirán a usuarios a los que les gusten las tecnologías de vanguardia”, dijo a Reuters Luo Gang, jefe de operaciones de Jidu.
Sus fabricantes han reconocido que el automóvil tendrá un precio superior a los 200.000 yuanes, equivalente a unos 30.000 dólares.
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