El avance de la industria automotriz china es asombroso. Por momentos parece imposible que en tan poco tiempo, marcas completamente desconocidas en el resto del mundo, pasen a ser parte de la vida cotidiana en muchos países, particularmente en los más industrializados, como los europeos, donde se concentran la mayoría de las grandes marcas.
Los chinos han sabido hacerlo progresivamente, primero comprando marcas conocidas, o asociándose a ellas, después haciendo todo lo que otras necesitaban para instalar fábricas en su propio país desde donde ser proveedores de buena parte de los mercados además del local, y finalmente contratando diseñadores que elaboren proyectos con líneas de vanguardia, un camino que ya habían seguido otras compañías asiáticas como KIA y Hyundai, quiénes convirtieron su departamento de diseño completamente para hacer formas más atractivas de las que tenían.
Lynk&Co es una marca china del Zhejiang Geely Holding Group Co, la misma gran empresa que compró Volvo, y que tiene también parte accionaria de Mercedes-Benz, Polestar, Smart, Proton y Lotus Cars. Su irrupción no es de muy larga data, de hecho nació en 2016 y se mantuvo como una marca casi de consumo local o doméstico en China hasta 2019, cuando entraron en el mundo de las carreras reemplazando a Volvo en el Campeonato Mundial de Autos de Turismo (WTCR), como modo de darse a conocer asociados al prestigio de la empresa sueca.
El año pasado lanzaron el Lynk&Co 01, un SUV híbrido e híbrido enchufable que aspira a ser el primer auto que no es necesario comprar para utilizarlo, sino que es parte de una plataforma de carsharing, por la cual se paga su uso administrado por la propia marca. El auto tiene líneas atractivas y a la vez bien identificadas con la imagen que han dado desde los primeros modelos de Lynk&Co, como las luces delanteras colocadas de un modo distinto al convencional. Algo así como una marca registrada.
Ahora ha llegado el momento de ampliar el segmento al que apuntan con sus productos, y si bien lo hacen desde un auto de concepto, una idea que tendrá que depurarse para ser un auto de producción, entre su nombre y sus rasgos, adelantan la intención de los chinos, de entrar a la competencia selectiva de las grandes berlinas deportivas eléctricas para los próximos años.
El auto se llama Lynk&Co The Next Day Concept, y es un auto que llama la atención por sus líneas exteriores, aunque también por su habitáculo. Desde afuera, aunque tiene cuatro plazas, se percibe como una cupé, cuyas puertas se abren hacia arriba, con el sistema tipo ala de gaviota. Solo al estar abiertas todas las puertas se nota que son cuatro y no solamente dos. Para ello hay una contribución muy fuerte del diseño de las ventanas traseras, que tienen su borde inferior ascendente y confunden la vista lateral con la de una cupé deportiva.
El frente vuelve a recurrir a las luces empotradas en los bajos del capot, esa marca distintiva de Lynk&Co, y en la parte posterior, una línea de LED y otras luces verticales intentan mantener ese patrón de imagen única e inconfundible.
En su interior, llama la atención el volante de tipo yugo con una pequeña pantalla incorporada en ese volante, mientras que el resto del tablero es justamente una gran superficie táctil que llega desde el volante hasta la puerta del acompañante.
Además, el habitáculo tiene una consola flotante central. El techo del habitáculo es completamente vidriado, uniendo desde el parabrisas hasta el remate de cola con una superficie transparente total, incluso sin parantes laterales.
La mecánica es novedosa porque si bien es eléctrica, también puede ser híbrida, ya que el auto tiene un motor de combustión interna para las ruedas delanteras y uno eléctrico para las traseras.
Algo que hoy puede tener sentido, pero que, siendo que se acaba de confirmar la prohibición para fabricar motores de combustión interna en Europa a partir de 2035, y que este es un concepto hacia el futuro, debería tener los días contados.
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